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La Bolsa flexibiliza las OPV: las empresas de más de 500 millones podrán salir a cotizar sin un umbral mínimo de acciones

CNMV y BME lanzan un nuevo segmento de mercado para reactivar las colocaciones en el parqué. Las empresas tendrán año y medio para sacar al parqué al menos un 25% de su capital

El presidente de la CNMV, Carlos San Basilio, durante la presentación de la nueva modalidad de salidas a Bolsa.
Laura Salces

Cirsa, Europastry o Astara son algunas de las últimas empresas que han retrasado o cancelado sus planes de cotizar en la Bolsa española ante unas circunstancias del mercado que desaconsejaban dar este paso. Su caso no es único; se estima que la mitad de las compañías que han querido lanzarse al parqué en el último lustro no han llegado a hacerlo y han optado por guardar estos planes en un cajón. Para intentar solventar esta situación, CNMV y BME han realizado este miércoles la puesta de largo de un nuevo segmento de mercado que busca revitalizar el acceso de compañías al parqué facilitando el acceso al mercado, especialmente de las empresas familiares, muchas veces reacias a desprenderse del control de su sociedad.

El supervisor del mercado español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y el operador del mercado, BME, han presentado un nuevo tipo de salida a Bolsa que busca minimizar el incremento de los debuts cancelados a última hora en los últimos años pese a haber realizado preparativos que llegan a extenderse durante meses, flexibilizando las condiciones y permitiendo a las empresas elegir el mejor momento más adecuado —o el más tranquilo—. El nuevo segmento, denominado BME Easy Access, exime a las sociedades de contar con un porcentaje de capital que circule libremente en Bolsa (free float, en la jerga) mínimo del 25% antes de su debut, según la legislación actual. Este porcentaje bajará al 10% con la entrada en vigor de la directiva europea Listing Act —que debe ser traspuesta a la normativa española antes de junio de 2026—, si bien la CNMV tiene potestad para reducirlo, como sucedió en la reciente colocación de Puig.

Las empresas podrán alcanzar ese free float en un plazo de 18 meses, extensible otros seis más. La nueva modalidad de salida a Bolsa está dirigida a compañías maduras que cuenten con una capitalización mínima de 500 millones de euros, aunque podrá haber excepciones si el vigilante del mercado lo considera adecuado, y permitirá la participación aquellos inversores calificados como profesionales. Estos podrán realizar compras con un importe mínimo de 100.000 euros bajo la modalidad de contratación por bloques. Este mercado estará vetado a los inversores minoristas, que solo podrán entrar en el capital de estas compañías cuando logren dar el salto al mercado tradicional.

El presidente de la CNMV, Carlos San Basilio, ha explicado que “el objetivo de la iniciativa es repensar un modo de admisión a cotización alternativo al método tradicional y ya permitido por nuestra legislación. Y que, además, conviva con el método tradicional, para tratar de actuar sobre este tipo de limitaciones, minimizándolas, de forma que las empresas que decidan salir a Bolsa mediante este modo no se vean afectadas por las ventanas de liquidez o cambios coyunturales en la situación de los mercados”. Se trata, según han destacado sus impulsores, de una iniciativa pionera en el mercado europeo al adelantar algunas de las medidas contempladas en la directiva Listing Act, que habría recibido ya el interés de varias compañías.

Para calcular la valoración de las empresas en el momento de su inclusión en este segmento, estas podrán contratar los servicios de un asesor independiente que realice dicha valoración o fijar un precio de referencia en función de las colocaciones de paquetes accionariales realizadas entre inversores de referencia, denominados ancla, en los seis meses previos. Pero hay una tercera opción: que las empresas sean incluidas en este segmento aunque carezcan de precio de referencia. Según han detallado CNMV y BME, en el momento de solicitar su admisión, las futuras cotizadas no tendrán que dar su valoración, simplemente comunicarán que cuentan con una valoración superior a 500 millones.

Una vez transcurrido el plazo de los 18 meses, si la empresa no cumple con el free float necesario, la CNMV podrá conceder otros seis meses de gracia, optar por hacer algún tipo de excepción o excluir al valor de este listado. Para ello, no será preciso realizar una opa de exclusión, sino que se tratará de un procedimiento de oficio. En caso de que se opte por esta última opción, los inversores institucionales podrían llegar a quedarse atrapados en el capital de una empresa no cotizada. Más allá, ante las dudas surgidas entre los bancos de inversión, los promotores de esta iniciativa han explicado que las empresas que participen en este nuevo segmento podrán ser objetivo de informes por parte de los departamentos de análisis, si bien las firmas tendrán que desvelar en ellos si están sujetas a posibles conflictos de interés.

El nuevo segmento no requiere de ningún cambio legislativo, aunque está aún pendiente de la aprobación por parte del consejo de la CNMV, algo que se espera esté listo antes del verano.

Objetivo: revitalizar los mercados de capitales

En los últimos años se han acelerado las iniciativas tanto a nivel nacional como europeo para revitalizar los mercados de capitales con unas directrices claras: incentivar la financiación no bancaria, animar la participación del pequeño inversor en las Bolsas y tratar de parar el goteo incesante de empresas que abandonan el parqué. “Mientras el número de empresas cotizadas en el continente americano y en Asia aumentaba poco más de un 1% en la última década, en Europa ha descendido un 44%”, lamenta Juan Flames, consejero delegado de BME, que limita la caída en la Bolsa española al 17%.

En clave nacional, al libro blanco presentado hace un año por BME se han sumado las recomendaciones realizadas por la OCDE a finales del año pasado y el nuevo segmento de mercado presentado este miércoles, el BME Easy Access, mientras que los informes Letta y Draghi complementan la directiva Listing Act y la estrategia de la Unión de Ahorros e Inversiones (UAI), que trata de acelerarse en estos momentos y que aspira movilizar inversiones por parte de los grandes fondos de inversión y crear un plan europeo de productos de inversión.

Sobre la firma

Laura Salces
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.
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