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La tregua comercial reactiva el apetito por el riesgo y las rentabilidades de la deuda repuntan

Los vencimientos a corto plazo son los más sensibles. La deuda a dos años sube nueve puntos básicos frente a los seis del bono a 10 años

El presidente de EE UU, Donald Trump. REUTERS
Gema Escribano

Los avances en las negociaciones comerciales entre EE UU y China han devuelto el apetito por el riesgo. A medida que los inversores aceleran la compra de acciones, van reduciendo la tenencia de bonos, lo que se traduce en un incremento de las rentabilidades y consiguiente caída de su precio. La tendencia es generalizada, pero son los vencimientos a corto plazo los más sensibles. El rendimiento del bono estadounidense a dos años suma nueve puntos básicos, hasta el 3,98%, con los de la deuda a 10 y 30 años avanzando seis y tres puntos básicos, hasta el 4,47% y 4,86%, respectivamente.

Desde que el 2 de abril Donald Trump anunció la mayor subida de aranceles desde los años 30, el mercado de deuda se ha vuelto especialmente sensible a cualquier señal de distensión geopolítica. La tregua de 90 días ayudó a frenar la venta de bonos y dólares, pero el consenso del mercado advierte que el riesgo está lejos de desaparecer.

Los analistas de Morgan Stanley creen que es demasiado pronto para que los inversores den por sentado que el conflicto esté resuelto. Desde la entidad estadounidense creen que uno de los factores que ayudaría a bajar la presión sería una Reserva Federal más moderada y un bono a 10 años por debajo del 4%. “Un rendimiento a 10 años por encima del 4,5% es un obstáculo para la valoración”, remarcan.

A pesar de los constantes ataques desde la Casa Blanca, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró la semana pasada que no tiene prisa por bajar los tipos. El pacto comercial con Reino Unido y el acercamiento de posturas con China contribuyen a aliviar las presiones inflacionistas y reducir los temores de recesión. Los operadores del mercado empiezan a hacer sus apuestas. En sintonía con las últimas proyecciones, los futuros de los fondos federales apuntan a dos recortes de las tasas este año, frente a los tres que preveían la semana pasada. Una política monetaria más restrictiva limita aún más la caída de los rendimientos.

Los gestores piden a los inversores prudencia y que no se dejen llevar por la euforia. Paul Diggle, economista jefe en Aberdeen, cree que es importante no extrapolar en exceso porque cuanto más suban los mercados, más puede sentir Trump que puede volver a presionar. “Y la desaceleración económica apenas está comenzando”, apostilla.

Trump calificó las conversaciones de este fin de semana de “reinicio total”, lo que hace albergar las esperanzas de una reapertura gradual. Sin embargo, John Plassard, analistas de Mirabaud, recuerda que la primera legislatura del republicano ya demostró que las promesas no siempre se cumplen. “Como demuestra la historia del acuerdo de la fase 1 de 2020, cualquier nuevo pacto requerirá un seguimiento riguroso: China prometió 200.000 millones de dólares en compras, pero no los cumplió, un recordatorio de cautela para los inversores actuales”, advierte.

Con la vista puesta en el corto plazo, los analistas señalan que además de la política comercial y monetaria, los inversores empezarán a mirar las promesas fiscales. “El equipo de Trump está limitado por déficit comercial y presupuestarios mucho mayores que los de cualquier presidente en la historia. Esta es la gran diferencia con el primer mandato de Trump y no pasa desapercibido al mercado de bono”, recuerda Terry Ewing, responsable de renta variable de Mediolanum.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
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