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Invertir en Alemania: fórmulas para sumarse al rally de los estímulos fiscales

El plan de gasto impulsado por Merz convierte al Dax y al MDax en estrellas de la Bolsa europea. Conservan potencial pero llega el momento de seleccionar valores más allá de la euforia

Friedrich Merz
Nuria Salobral

La Bolsa alemana llevaba meses alimentando la expectativa de un triunfo electoral del conservador Friedrich Merz que trajera más inversión a una economía paralizada y los deseos de los inversores se han cumplido con creces, incluso antes de que eche a andar la nueva legislatura. Las compras de acciones alemanas se han desbordado tras conocerse la propuesta del nuevo canciller de reformar la Constitución para permitir un mayor endeudamiento y, así, poder lanzar un plan de infraestructuras de medio billón de euros en los próximos 12 años y elevar el gasto en defensa. La cuantía total de las medidas implementadas superará el billón de euros al incluir el aumento del gasto en defensa y otras partidas, un hecho insólito para la ortodoxia presupuestaria alemana que abre una nueva era en el país y en el conjunto de Europa y que ha puesto al mercado alemán en el foco comprador de los inversores internacionales.

El Dax acumula un alza del 14% en lo que va de año, incluyendo el alza del 3,4% con que celebró el 5 de marzo el acuerdo entre conservadores y socialdemócratas para relajar el freno de la deuda. Para el Mdax, el índice que engloba a valores de menor capitalización, el ascenso es del 11,8% en el año. El plan de aumento del gasto público ya ha recibido el visto bueno en el Parlamento Alemán y este mismo viernes superó el trámite definitivo con su aprobación en el Bundesrat, la cámara regional. Los trámites para su puesta en marcha ya se han completado; a partir de ahora comienza el reto de cumplir con las elevadas expectativas que la Bolsa está descontando.

La Bolsa alemana desde 2024

El insólito estímulo fiscal que va a desplegar Alemania se va a encontrar con una economía que cerró 2024 en recesión por segundo año y con una Bolsa en máximos, incluso a pesar la ausencia de crecimiento económico. El Dax había conseguido desmarcarse de la débil economía germana gracias al fuerte componente exportador de sus compañías y al tirón de SAP, una de las escasas estrellas tecnológicas europeas. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, la andanada de aranceles amenazaba con desinflar la Bolsa y agravar aún más la fragilidad económica del país. Según cálculos de Deutsche Bank, en ausencia de cambios estructurales ni nuevos estímulos, el crecimiento del PIB alemán permanecerá por debajo del 1% anual hasta el final de la presente década. Ese es el desafiante punto de partida para el gobierno de Merz, que afecta sin duda a los grandes grupos industriales del país y, especialmente, a la maltrecha industria del motor. Audi y Siemens acaban de sumarse a la larga lista de gigantes de la industria alemana en aplicar despidos masivos.

Desde Amundi añaden que un gasto en infraestructuras de unos 50.000 millones de euros al año, más el aumento del gasto en defensa, podrían sumar un estímulo fiscal de entre el 1,5% y el 2% del PIB durante varios años, comenzando por 2026. “Si tuviéramos que elegir qué índice se beneficiará de la aprobación del plan de estímulo por valor de 500.000 millones de euros, sin duda, el MDax 50 es el mejor posicionado para beneficiarse y tener un mayor rendimiento, simplemente por el hecho de que es el índice más representativo de la actividad económica del país”, defiende Juan José del Valle, analista de Activotrade SV.

El grupo siderúrgico Thyssenkrupp —con una capitalización de mercado cercana a los 6.000 millones de euros— es la estrella este año del MDax. Sus acciones se disparan casi el 140%, incluso a pesar de los aranceles al acero del 25% impuestos por Estados Unidos. Su repunte es fruto, además de la vinculación con la economía real, del plan para sacar a Bolsa el negocio de submarinos militares. El otro gran exponente es la armamentística Rheinmetall. Lidera el Dax este año con un repunte del 115% y ha disparado su capitalización por encima de los 60.000 millones de euros. Su fulgurante ascenso la ha colocado por delante de Volkswagen por valor en Bolsa y su nombre suena como candidata a entrar en el Euro Stoxx 50 en la próxima revisión del índice. El mercado ha redoblado su apuesta por el valor tras la reciente presentación de resultados: Rheinmetall anunció una facturación récord en 2024, que creció el 36%, y prevé para este año que las ventas aumenten entre un 25% y un 30%, con un incremento en el negocio militar de entre un 35% y un 40%.

“Rheinmetall está muy bien posicionada y va a seguir subiendo. La clave será si las compañías de defensa van a ser capaces de duplicar su capacidad. Van a tener que ampliar mucho en poco tiempo y tendrán que crecer de forma rentable”, advierte Ignacio Cantos, director de inversiones de Atl Capital. La firma no ha sobreponderado la Bolsa alemana tras conocerse el plan de gasto en defensa e infraestructuras, aunque sí destaca el atractivo de compañías como la química Basf o la farmacéutica Bayer o valores del MDax como Gea Group, del sector de alimentación y bebidas y que sube el 20% en el año; la aerolínea Lufthansa; la constructora Hochtief, que se revaloriza este año más del 30% y de paso ha impulsado la cotización de su dueña, la española ACS, o la compañía de defensa Hensoldt, que ha duplicado su valor bursátil este año, hasta los 7.600 millones de euros.

Los gigantes SAP, Deutsche Telekom y Siemens —con alzas más discretas este año, de entre el 5% y el 20%— son las principales posiciones del fondo Fidelity Germany, el vehículo elegido por Atl Capital para invertir de forma directa en Alemania y el que mayor exposición tiene ahora al sector de defensa de entre el universo de fondos de renta variable alemana, según explican en la firma española. En Activotrade destacan el DWS Invest German Equities como fórmula para invertir en Bolsa alemana vía fondos. Este vehículo tiene entre sus principales posiciones a SAP, Allianz, Deutsche Telekom, Munich Re y Deutsche Bank. El sector financiero es de hecho, junto a los de defensa, industrial e infraestructuras, uno de los sectores que más partido está sacando en Bolsa al anuncio del plan de Merz. Su puesta en marcha supondrá más crecimiento económico, más concesión de créditos y también un repunte en la rentabilidad de los bonos alemanes, después de que Alemania haya roto la sacrosanta regla del freno a la deuda, que va a contribuir a reforzar el margen de intereses de las entidades financieras.

El terreno parece estar abonándose en Alemania para el crecimiento económico y el alza de los beneficios empresariales, aunque después de la euforia inicial, también aparecen las llamadas a la prudencia. “Aconsejaría a los inversores ser cautelosos al buscar las supuestas acciones ganadoras. En primer lugar, porque las valoraciones de algunas acciones ya han aumentado considerablemente. Tomemos como ejemplo la industria de defensa y, en particular, Rheinmetall. El precio actual de sus acciones refleja expectativas muy altas para el futuro. Es muy posible que estas expectativas sean demasiado elevadas” defiende Philipp Vorndran, socio en la gestora independiente alemana Flossbach von Storch. El experto pone además el acento en que el plan anunciado llevará más tiempo para su desarrollo del que se podría suponer y asegura que “Alemania no tiene ni la capacidad ni el personal suficiente para llevar a cabo los grandes proyectos de infraestructura en un plazo razonable. Es posible que las empresas constructoras internacionales se beneficien más que las nacionales”.

Desde MSF Investment Management también advierten que el mercado está descontando que el paquete de gasto alemán en infraestructuras y defensa se implemente rápidamente y sin contratiempos, a lo que se suma un positivo efecto sorpresa que también explica en parte la revalorización de la Bolsa alemana. “Los mercados necesitarán analizar con mayor profundidad el impacto real del paquete, reevaluando los riesgos de implementación, la capacidad de gastar los fondos y la velocidad con la que ocurrirán todos estos cambios”, explica Annalisa Piazza, analista de la firma.

Ahora que los inversores conocen los anuncios de gasto, van a querer ver los planes de implementación y el crecimiento económico. Pero ante el caos de las políticas económicas de Trump para EE UU, que están agitando el riesgo de recesión, y del giro de guion dado por Europa, y en especial por Alemania, con el gasto en defensa e infraestructuras, el entorno es favorable para que la inversión siga llegando a la Bolsa europea. “Lo que está claro es que Europa se perfila como un destino alternativo viable para la inversión, con el esperado aumento del crecimiento futuro”, concluye Orla Garvey, gestora de carteras de la estadounidense Federated Hermes Limited.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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