Inversis apuesta por la renta variable estadounidense y el crédito europeo de calidad
La entidad prevé que la rentabilidad de la deuda de EE UU a 10 años se ubique en la horquilla del 3,8% al 4,5%
Inversis ha presentado su estrategia de inversión para el primer trimestre del año. Ignacio Muñoz-Alonso, estratega jefe macroeconómico de la entidad, subrayó que, aun en medio de la incertidumbre geopolítica y arancelaria, 2025 será un año de resiliencia económica. “Llega una normalización de las curvas de tipos y un repunte en las rentabilidades de los bonos mundiales a 10 años, pues la diferencia de la deuda entre dos y 10 años muestra una pendiente positiva desde finales de 2024″, subrayó en el encuentro. Así, auguran rentabilidades de los bonos estadounidenses a 10 años, que podrían situarse en torno al 4,1%, con un rango de retornos de entre el 3,8% y el 4,5%.
El crédito de calidad europeo también figura en su apuesta de inversión, anticipando que “la curva de tipos en la Eurozona continuará con la tendencia bajista por parte del Banco Central”. Eso sí, destacó que, “desde 2023, los diferenciales de riesgo (que es la diferencia en las tasas de interés entre dos tipos de obligación) entre EE UU y Europa han comenzado a comprimirse, lo que abre oportunidades para realizar ganancias de capital y reinvertir en segmentos de grado de inversión”, concluyó sobre su postura en renta fija.
Muñoz también ha destacado un fenómeno inusual en este segmento de inversión. “Lo interesante es que los repuntes en las rentabilidades, especialmente a largo plazo, reflejan un comportamiento que no se ha producido desde hace muchísimas décadas. Normalmente, cuando los tipos de interés bajan, las rentabilidades de los bonos a 10 años también disminuyen. Pero en este ciclo de bajadas de 2024, y 100 días después de la primera reducción, las rentabilidades de los bonos a 10 años siguen siendo más altas que al inicio del ciclo”, explicó en el encuentro. Lo que esta atipicidad vislumbra es que la incertidumbre sobre la inflación y la resiliencia del crecimiento económico en Estados Unidos es significativa. “Es la primera vez que sucede en los siete u ocho ciclos anteriores”, agregó Muñoz en el encuentro.
La entidad con sede en Madrid ve con buenos ojos la renta variable estadounidense, especialmente en sectores como la tecnología, la salud y la defensa. “La victoria de Trump ha incrementado las entradas al mercado financiero estadounidense, lo mismo que ocurrió durante en su primer mandato”, destacó Muñoz. La relación precio-beneficio por acción en los futuros estadounidenses se sitúa en 22 veces, mientras que en mercados como el Europeo están en 13,6 veces, en China en 9,7 y en Reino Unido en 11,6. Muñoz ha dicho que a pesar de la irrupción de la inteligencia artificial china DeepSeek, las tecnológicas estadounidenses todavía tienen recorrido para ofrecer retornos positivos. ”Se prevén crecimientos de beneficios para las siete magníficas del 17,9%, en contraste con el resto de los mortales, a los que se les augura crecimientos de beneficios del 10,9% para 2025″, concluyó.
Perspectivas macroeconómicas
Se prevé que el crecimiento del PIB global para 2025 sea del 3,3%, muy similar a la de 2024, gracias al consumo y la robustez del mercado laboral. Estados Unidos liderará el crecimiento con un rango estimado entre el 1,9% y el 2,7%, mientras que Europa se quedará rezagada con un crecimiento del 1,1%. China, entretanto, se adentra en la incertidumbre de una nueva guerra comercial con EE UU.
El regreso de Donald Trump plantea un entorno económico muy diferente al de 2016, que se prevé con más déficit y más deuda. Las políticas fiscales y arancelarias ya anunciadas podrían tener efectos negativos en el crecimiento y la inflación, que es uno de los focos de atención que más alarman a los inversores. “Si se llevan a cabo todas las medidas anunciadas durante su campaña, podemos esperar una contracción del 1,3% en el PIB estadounidense a lo largo de 2025″, destacó Muñoz. Tras lo acontecido estos días, Muñoz ha destacado que estas decisiones podrían afectar el desempeño bursátil de compañías europeas dedicadas “al sector automotor, determinados sectores agrícolas, de defensa, y chips y semiconductores”.
La caída en el PIB estadounidense podría ser parcialmente compensada por un crecimiento del 0,5% debido a los cambios en el régimen fiscal, “que impulsaría la economía interna” agregó. El impacto en la inflación no es alentador, ya que tanto la fiscalidad como las políticas arancelarias podrían presionar los precios en un 0,3% y un 0,4%, respectivamente. Ante el panorama, la Reserva Federal ha decidido frenar las bajadas de tipos, con solo dos reducciones previstas para 2025.
Las políticas migratorias de Trump también podrían tener un impacto significativo en el PIB. Si se llevan a cabo las deportaciones masivas anunciadas, se estima una reducción del PIB entre el 0,4% y el 0,1% en 2025, debido a la expulsión de trabajadores que suelen ser mano de obra más barata.