Powell no logra despejar las dudas: entre cero y dos rebaja de tipos en 2025
La primera reunión bajo el mandato de Trump deja frío al mercado y agudiza la disparidad de opiniones
Los inversores aguardaban con expectación la primera reunión de la Reserva Federal. Más que por la decisión, que estaba plenamente descontada, por las pistas sobre los próximos pasos a seguir. La cita de enero, la primera de 2025, era la oportunidad perfecta para que la institución marcara el tono de los próximos 12 meses. Sin embargo, las esperanzas de los inversores cayeron en saco roto. Un tono más restrictivo en el comunicado fue compensado con unas declaraciones por parte de su presidente, Jerome Powell, más cautas.
Cuántas veces volverán a recortar los tipos y el ritmo de estas rebajas siguen siendo toda una incógnita. Incluso si habrá, o no, más rebajas. La falta de concreción explica el reducido impacto en los mercados. A falta de novedades de la Fed, los inversores están ahora más pendientes de las noticias en torno a la inteligencia artificial (IA) y las novedades en materia de aranceles. Así, en las hojas de cálculo de los analistas figuran desde ningún recorte en 2025 a las dos rebajas que estimaba el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC por sus siglas en inglés) en la reunión de diciembre.
Diferencia de criterios
Durante la rueda de prensa Powell intentó aplacar los nervios y señaló que la eliminación del comunicado inicial de la referencia a “los avances hacia el objetivo de inflación del 2%” no significa haya concluido la reducción del precio del dinero. Los analistas, que analizan con detalles cada punto y cada coma, creen que esta modificación es un signo más de que el banco central no tiene prisa. “Es una señal de que la Fed considera que la batalla contra la inflación aún no está ganada, y que el entusiasmo del mercado era quizá un poco prematuro”, señala John Plassard, analista de Mirabaud. El experto considera que Powell envió un mensaje claro al mercado: no hay por qué apostar por tres recortes de los tipos en 2025. “A pesar de las especulaciones, una rebaja en marzo está lejos de ser una conclusión inevitable”, destaca.
Los datos que se van conociendo muestran que la economía estadounidense sigue siendo sólida. Sin embargo, los más pesimistas creen que la Fed está subestimando los signos de desaceleración económica. “La Fed parece subestimar los signos de desaceleración económica, en particular en el mercado laboral y la inflación subyacente, lo que podría obligarla a revisar su postura en los próximos meses.”, apuntan desde Mirabaud.
Algo más optimistas son los analistas de Schroders. Las estimaciones que manejan desde la firma de inversión apuntan a un crecimiento del PIB estadounidense del 2,5% en 2025 para acelerarse hasta el 2,7% en 2026. Estas previsiones harían que la inflación se mantuviera por encima de lo previsto. “Vemos que aumenta el riesgo de no aterrizaje, un escenario en el que la inflación se mantiene pegajosa y los tipos de interés podrían tener que mantenerse más altos durante más tiempo, aunque no es nuestro escenario de referencia”, afirman. Con este contexto, los analistas de Schroders creen que la Fed recortaría los tipos solo una vez en 2025 ante de subirlos en 2026.
Los más escépticos con el futuro de las tasas son los analistas de Muzinich y Julius Baer. Eric Muller, responsable de inversión de Muzinich, considera que la declaración de la Fed está repleta de ambigüedades. “Por el momento, la decisión de la Reserva Federal respalda la opinión generalizada de que no cabe esperar ningún movimiento de los tipos mientras la política económica de la nueva Administración esté tomando forma. Evidentemente, la Reserva Federal cree que los tipos de interés están en el nivel adecuado por ahora y no se verá obligada a actuar”, aclara.
Entre los más agresivos están los expertos de Julius Baer. Con la Fed intentando evaluar el impacto de las políticas de la nueva administración, desde la firma suiza defienden que lo más lógico sería esperar. “El resultado y la orientación flexible de la reunión del comité respaldan nuestra opinión de que la Fed se mantendrá a la espera durante un largo periodo de tiempo, y seguimos esperando que deje el tipo de los fondos federales en la banda objetivo actual del 4,25%-4,5% a lo largo de 2025″, sostienen. Es decir, atendiendo a estas previsiones, Powell no tocaría las tasas este ejercicio.
Después de la reunión, los inversores han ajustado previsiones y está por ver si los funcionarios de la Fed hacen lo mismo que en diciembre y modifican el diagrama de puntos. En la última reunión de 2024, los miembros de la institución recortarn de 100 a 50 puntos básicos las previsiones de rebaja de tipos para este año. Por su parte, los futuros siguen apuntando a la cita de junio como la primera en la que se podría volver a ver una reducción de las tasas. Las probabilidades de recortes alcanzan el 46,7%, superior al 44,7% de hace una semana. Con la vista puesta en la recta final de año, las reuniones de octubre (33,3%) y diciembre (33%) los las que siguen concentrando más probabilidades, en sintonía con lo previsto hace una semana.
Independencia
Lo único claro que dejó la rueda de prensa de Powell es que la Fed no está dispuesta a ceder a las presiones de Trump, que desde la campaña electoral viene clamando por una rebaja de tipos. Poco después de que el presidente de la Fed concluyera su comparecencia, el republicano arremetió contra la institución porque considera que están actuando tarde tal y como hicieron cuando la inflación se disparó en 2022. “Al pedir una bajada inmediata de los tipos, el presidente no se limita a dar su opinión, sino que intenta influir directamente en la política monetaria. Esta presión, de ser atendida, socavaría la independencia y credibilidad del banco central a ojos de los mercados”, indica Plassard. No obstante, el experto considera que al decir que “el público tiene que tener confianza”, Powell intenta tranquilar al mercado asegurando que está listo a actuar si la situación lo requiere.
Con estas declaraciones el responsable de la Fed deja claro que los pasos a seguir no van a depender de lo que dicte la Casa Blanca sino que esterán apoyados en el devenir de la economía. Esto adquiere una importancia mayor ahora que la política monetaria es analizada con lupa. Los analistas de Mirabaud remarcan que un paso en falso podría tener consecuencias dramáticas para los mercados y para la confianza de los inversores.