El mercado de bonos se pone en guardia con la política económica de Trump
Los tipos a 30 años marcan la mayor subida desde 2020 ante la inquietud por el equilibrio fiscal del país. La victoria del republicano rebaja la expectativa de recortes de la Fed
El mercado de deuda venía anticipando que Donald Trump ocuparía de nuevo la Casa Blanca pero, la rotunda victoria del republicano y el posible control de ambas cámaras no era el escenario previsto. Ni tampoco es el favorito de los inversores en bonos, a diferencia de los inversores en Bolsa. Un segundo mandato de Trump, con respaldo del poder legislativo para aplicar su política de mano dura en aranceles e inmigración y para extender las rebajas fiscales, anticipa más inflación y también más desequilibrio en las cuentas públicas de EE UU para el medio plazo. Y eso es lo que hoy cotiza en el mercado de renta fija, que registra subidas en el rendimiento de los bonos, en especial en el largo plazo, y en el que se han enfriado las expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal para los próximos meses.
El recorte de cuarto de punto en la reunión que celebra mañana la Fed, en plena resaca electoral, no se pone en duda. La fortaleza de la economía estadounidense y el descenso de la inflación allanan el terreno para esa nueva rebaja. Pero el mercado empieza hoy a temer con más argumentos lo que en parte viene anticipando en las últimas semanas: un mandato que en el corto plazo puede traer más inflación, y requerir por ello menos recortes de tipos de los esperados, y que en el medio plazo puede agravar el desequilibrio actual de las cuentas públicas y llegar a crear desconfianza hacia la deuda soberana estadounidense. “El principal riesgo es que los inversores se empiecen a preocupar seriamente por la trayectoria de las cuentas públicas americanas, lo que sería sumamente desestabilizador para los mercados”, señala David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management.
“Esperamos que en breve se produzcan recortes fiscales para los consumidores y las empresas, un pilar clave de la perspectiva populista de Trump. Los aranceles pueden aumentar con el tiempo, por ahora una amenaza más que una realidad. En cualquier caso, parece muy probable que se avecine una nueva expansión fiscal. Esto no casa bien con el deseo de Trump de que la Reserva Federal recorte los tipos de forma agresiva”, explica Aaron Rock, responsable de tipos de abrdn. El experto augura que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE UU se desvíen al alza, en especial en los plazos más largos.
Es precisamente en los tipos a más largo plazo en los que se aprecia la inquietud con miras al medio plazo que subyace en el mercado, más allá del riesgo inflacionista más inmediato de un mandato de Trump. La expansión fiscal que esperan los expertos implica agravar el nivel de déficit público y endeudamiento que ya afronta la economía de EE UU. El déficit público de Estados Unidos es del 6,3% del PIB y la deuda pública, del 118%, y su reducción no está de momento en las propuestas económicas de Donald Trump. Según un reciente informe publicado por el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, organización estadounidense que se autodefine como independiente y no partidista, Trump añadiría 7,5 billones de dólares a la deuda nacional estadounidense en 10 años, considerando los anuncios realizados en la campaña electoral. Y según las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), el déficit federal se mantendrá por encima del 6% del PIB en los próximos años y la ratio de deuda sobre PIB superará el 120%.
Los inversores sí ajustan desde ya sus expectativas de rebajas de tipos de la Fed para los próximos meses y sus ventas se concentran en el bono de EE UU a 10 años. Su rentabilidad sube hoy, en paralelo al descenso de su precio, al 4,46%, el nivel más alto desde julio, con un aumento de 20 puntos básicos. El ascenso de rentabilidad se acentúa en los plazos más largos y en el bono a 30 años supera los 20 puntos básicos, en la mayor subida diaria desde 2020, hasta el 4,66%. Mientras, en el mercado de futuros se debilitan las apuestas por nuevas bajadas del precio del dinero. Para la del próximo 18 de diciembre, el mercado da ahora un 30,7% de opciones a que la Fed no toque los tipos, frente al 22% del día anterior y el porcentaje de tan solo el 2,1% de hace un mes. Y las dudas se agravan de cara al próximo año. Para junio de 2025, los futuros solo dan un 19% de opciones a que los tipos hayan caído al nivel del 3,5%-3,75%, un punto por debajo del nivel actual, mientras que ese porcentaje era del 39,5% hace un mes. En definitiva, si hasta ahora los inversores esperaban cuatro recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno hasta junio de 2025, ahora se esperan tres rebajas hasta mayo y se pone en cuestión el recorte de junio. Ese ajuste de expectativas en los tipos está motivando hoy la mayor caída del euro frente al dólar desde 2016.
Trump ha prometido rebajar del 21% al 15% el impuesto de sociedades y extender la rebaja en el impuesto sobre la renta que él mismo ya activó en 2017. “Los inversores en renta fija reaccionan ante la probabilidad de que los recortes fiscales no vayan acompañados de una contención significativa del gasto. El mercado de renta fija también prevé un mayor crecimiento y posiblemente una mayor inflación. Esta combinación podría ralentizar o incluso detener los recortes de tipos previstos por la Reserva Federal”, concluyen en Franklin Templeton. En su retórica populista, que los inversores ahora tendrán que considerar inevitablemente, Trump ha llegado a proponer la liquidación de los 35 billones de dólares de deuda pública de EE UU con criptoactivos. “Los criptoactivos tienen un gran futuro. Tal vez paguemos los 35 billones de dólares en cripto”, aseguró el próximo presidente estadounidense en un foro a finales de septiembre.