_
_
_
_

El Tesoro capta 4.000 millones en deuda a 12 años ligada la inflación al 1,2%

La demanda supera los 50.000 millones de euros, la mayor para una referencia de este tipos en Europa

Fachada del Banco de España. Samuel Sánchez
Fachada del Banco de España. Samuel SánchezSamuel Sánchez
Gema Escribano

El Tesoro no está dispuesto a dejar pasar la ocasión para cumplir con sus objetivo de financiación y lograr el precio más atractivo posible. Unas semanas después de que el Banco Central Europeo (BCE) acometiera la segunda rebaja de tipos y una vez que se han completado las emisiones previstas para septiembre, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha vendido 4.000 millones en deuda sindicada a 12 años ligada a la inflación. Es la tercera operación de este tipo desde 2018. El importe colocado se sitúa en línea con el objetivo que se había marcado España y supera los 3.000 millones de euros con vencimiento a 15 años y ligados a la inflación en octubre de 2023.

La operación de este miércoles vuelve a poner de manifiesto el interés y confianza de los inversores en la economía española. Coincidiendo con la revisión al alza de la previsión de crecimiento, las órdenes de compra han superado desde primera hora los 50.000 millones. Este importe es superior a los 29.000 millones registrados en la emisión del año pasado y se trata de la mayor de la historia de los bonos ligados a la inflación en Europa.

Con una sobresuscripción de más de 12 veces la oferta, el Tesoro ha permitido bajar desde primera hora el precio La colocación se ha cerrado con diferencial 22 puntos básicos sobre la referencia española al mismo plazo. Esto equivale a una rentabilidad del 1,193%, 89 puntos básicos menos que la referencia emitida en 2015. Junto a los rendimientos los bonos devengarán un cupón anual del 1,15%. Citi, Crédit Agricole, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Santander y Société Générale son los bancos encargados de llevar a buen puerto la emisión.

Como viene siendo una constante en las sindicadas del año, la participación de los inversores extranjeros fue notable, alcanzando el 88,8%.

La principal diferencia con un bono tradicional es su estructura de pagos. El convencional paga un cupón fijo que se calcula como porcentaje del principal invertido, mientras el indexado a la inflación abona cupones en un principio menores pero que aumentan a medida que crece el principal en cada periodo de devengo, compensando así la pérdida de poder adquisitivo. Junto al cupón también se actualiza el nominal que se devuelve al vencimiento.

La colocación de hoy se sitúa en línea con la estrategia de otros tesoros nacionales. En septiembre, un mes especialmente activo en el mercado de capitales, Reino Unido, la Unión Europea e Italia han sido tres de los emisores soberanos que han aprovechado el apetito de los inversores para lograr financiación. Hace dos semanas el país transalpino captó 8.000 millones en deuda a 30 años y lo más destacado fue la demanda. Las órdenes de compra superaron los 130.000 millones, cifra récord.

A diferencia de las emisiones tradicionales, que aparecen recogidas en el calendario del Tesoro, las sindicadas son operaciones que se realizan de forma directa entre inversores institucionales cuando se dan las condiciones propicias. Con esta son ya cuatro las colocaciones sindicadas que el organismo ejecuta en 2024. A las tradicionales emisiones a 10 años que realiza en enero y mitad de año, sumó en febrero una colocación a 30 años, la primera a este plazo desde principios de 2022, antes de que el BCE pusiera fin a la era de tipos cero.

La colocación de este jueves llega en un momento en el que los inversores han empezado a aumentar la duración de sus carteras. La deuda a muy corto plazo, que hasta hace unos meses hacía las delicias de los inversores institucionales y los pequeños ahorradores, ofrece unos rendimientos que a duras penas superan el 3%. Ante la expectativa de que la flexibilización monetaria siga su curso, los inversores han redoblado su apetito por los títulos con mayores vencimientos. Con esta estrategia tratan de asegurarse unos cupones altos durante más tiempo a la vez que logran un extra de rentabilidad con la revalorización de la cartera de deuda a medida que los rendimientos se moderan.

El interés de los inversores por la deuda a más largo plazo es aprovechado por los emisores para ampliar la vida media de la cartera de deuda. Desde hace años el Tesoro ha venido priorizando las emisiones a más largo plazo para reducir el riesgo de refinanciación. Esto le ha permitido sortear con mayor holgura la subida agresiva de los tipos ejecutada para frenar la escalada de la inflación. El tipo medio de la deuda en circulación del Tesoro ronda el 2,21%, niveles de 2018, y la vida media se amplia a los 7,9 años.

Para el conjunto del año, el organismo que pilota Paula Conthe prevé unas necesidades de financiación de 55.000 millones de euros, una reducción de 10.000 millones respecto a 2023. Por su parte, la emisión bruta rondará los 251.995 millones. La mayor parte, 167.518 millones, corresponden a deuda a medio y largo plazo. Según fuentes del Tesoro, con la emisión de hoy el tesoro ya ha ejecutado el 81,8% de las emisiones a medio y largo plazo.

Naturgy vende 1.000 millones en su primera emisión en cuatro años

Un día después de que Iberdrola celebrara una colocación histórica, hoy la gasista ha tomado el testigo. En la primera emisión desde 2020 Naturgy ha vendido 1.000 millones en deuda a seis y cinco años. Desde primera hora la gasista señaló que, aunque la demanda lo permitiera no iba a subir el importe a captar. En esta ocasión el interés ha sido empleado para rebajar el coste. La demanda conjunta alcanzó los 7.000 millones. Esto equivale a una ratio de cobertura de 7 veces la oferta.  Fuentes del mercado señalan que el elevado interés le ha permitido obtener unos precios muy competitivos.

En deuda a seis años la gasista ha vendido 500 millones. La operación partía con un diferencial de 105-110 puntos básicos sobre mid swap (tipo de interés libre de riesgo) y al cierre se ha recortado a los 100 puntos básicos. Esto equivale a una rentabilidad del 3,276%. Junto a estos rendimientos pagarán un cupón anual del 3,25%.

Los otros 500 millones han correspondido en deuda a 10 años. Con una demanda de 3.600 millones, el diferencial se ha reducido de los 140-145 puntos básicos a los 135. Es decir, la rentabilidad alcanza el 3,741% y el cupón quedó fijado en el 3.625%.

Como ya anunció la compañía, los fondos recaudados se destinarán a la oferta recompra de bonos anunciada el lunes. El objetivo de la gasista es mejorar su estructura de capital alargando la vida media de la deuda.

Morgan Stanley ha actuadocomo coordinador global, mientras que Barclays, CaixaBank, Citi, ING, Intesa San Paolo, Société Générale, BBVA, Natixis, Santander, SMBC y Unicredit han sido los bancos colocadores.



Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_