El euro supera los 1,11 dólares y se asoma a los niveles previos a la invasión de Ucrania
La mejora de los mercados y la perspectiva de la reunión en Jackson Hole erosionan el dólar a favor de la divisa europea
El euro ha escapado del estrecho pasillo en el que llevaba anclado prácticamente 12 meses: desde julio de 2023 la divisa europea no se movía del rango que va de los 1,05 a los 1,10 dólares por cada euro. Hasta este mes de agosto. Olvidado por los inversores el lunes negro, la diferencia en las perspectivas de tipos de interés ha cuajado en el mercado y tirado de la divisa europea. Esta semana ha superado los 1,11 dólares, colocándose en el nivel más alto en más de 12 meses. Está a un paso (apenas un 1%) de alcanzar los 1,122 dólares, nivel que no visitaba desde que la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, removió los cimientos económicos y financieros del mundo.
En la sesión de ayer la cotización se mantuvo estable, pero el martes cerró con un crecimiento del 0,4% frente al dólar estadounidense. La moneda europea también se ha revalorizado otro 0,48% frente a divisas como el yen japonés, que en último mes ha mejorado su valor ante la expectativa de que el Banco de Japón suba los tipos de interés. Y en los últimos cinco días también ha logrado crecer con respecto a la libra esterlina, el dólar canadiense y el yuan chino.
El foco de los operadores está ahora en la reunión en Jackson Hole de este viernes, donde el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, puede dar pistas sobre sus planes para poner punto final a varios años con el precio del dinero por las nubes. La bajada de tipos de septiembre se da por hecha, pero el mercado espera más claves. La moneda estadounidense, de hecho, ha caído en las últimas sesiones respecto a casi todas las principales divisas, el llamado G10. Los analistas de UBS creen que la recuperación de las Bolsas estaría empujando a favor del euro después de las caídas generalizadas a inicios de mes: “Los movimientos recientes del mercado probablemente reflejen el alivio en el sentimiento de mercado después de un período de turbulencia: el S&P 500 ahora ha recuperado toda su caída de agosto y está solo un 1,2% por debajo del máximo histórico de mediados de julio”, detallan los analistas del banco suizo.
La batalla de las divisas refleja también la evolución de las economías en ambos lados del Atlántico. La de Estados Unidos consiguió sortear casi dos años con el precio del dinero en máximos, arrojando mes a mes cifras de consumo, crecimiento y contratación que superaban las expectativas, mientras Europa intentaba capear un durísimo episodio inflacionista y problemas en el suministro energético. El panorama halagüeño respaldó la revalorización del billete verde, que llegó a conquistar la paridad hace dos años. Si un turista aterrizaba en Europa en septiembre de 2022 podía conseguir prácticamente la misma cantidad de euros por cada dólar, un escenario inédito en más de dos décadas. Desde entonces, los intentos por enfriar las economías encareciendo el precio del dinero han marcado la relación entre las monedas.
Sin embargo, la ágil marcha de la economía del Tío Sam parece haber encontrado techo en los últimos meses. Los datos de empleo de julio sembraron nervios en los mercados, que vieron como se desaceleraba el empleo y el consumo enviaba señales de debilitamiento. La sombra de una posible recesión empezó a hacerse posible. “Si el crecimiento de EE UU se desacelera y el crecimiento mundial se mantiene relativamente estable, debería conducir a un dólar más bajo”, explica para Bloomberg Vasileios Gkionakis, director de economía y estrategia en Aviva Investors. Desde inicios de agosto el dólar ha cedido un 3% frente al euro y los inversores estarían preparándose para que su valor cayese aún más tras el discurso de Powell este viernes. El índice que mide el riesgo de invertir en el billete verde ha caído un 1,6% en lo que va de mes, tocando el nivel más bajo en cinco meses, según Bloomberg.
El descenso del dólar también se ha visto impulsado por una reversión de las populares operaciones de “carry trade”, donde los inversores piden prestados yenes para financiar la compra de dólares con mayor rendimiento. La caída del mercado fulminó las ganancias de este segmento que empieza a recuperarse de un “lunes negro”, una jornada donde el Nikkei, el índice japonés, llegó a caer un 12,4%. Según Bloomberg, los hedge funds que trabajan con Citi han sido vendedores sistemáticos de dólares desde el 7 de agosto, a medida que se recuperaba el apetito por el riesgo. El indicador de posicionamiento del dólar del banco es actualmente el más bajista desde mayo de 2021. Igualmente, los datos de la CFTC estadounidense (comisión supervisora de los mercados de futuros y materias primas) apuntan a posiciones alcistas sobre el euro por parte de los gestores de fondos.
Aunque los tiempos en los que el euro llegó a cambiarse por 1,59 dólares sigue lejanos, los vientos parecen estar favoreciendo a la divisa comunitaria. Por aquel entonces, no era raro encontrarse turistas europeos que viajaran a EE UU con maletas vacías para llenarlas de compras a bajo precio, aprovechando el cambio ventajoso entre ambas divisas.
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