Los bancos españoles endurecen las condiciones para acceder a una hipoteca mientras los europeos las relajan
La demanda de crédito sube con fuerza tras varios trimestres a la baja
La banca española no da tregua. Las entidades nacionales han endurecido aún más las condiciones para acceder a una hipoteca durante el segundo trimestre del año, a pesar de la relajación generalizada de la banca europea. Según los datos de la encuesta de préstamos bancarios que realiza cada tres meses el Banco Central Europeo (BCE), el 10% de los bancos españoles han aplicado condiciones más exigentes a la hora de conceder los préstamos para adquirir una vivienda, mientras que de media, el 6% de las entidades de la Unión Europea ha constatado una flexibilización.
Por hacer una comparativa con los países del entorno, en Francia, el 33% de los bancos declaró haber rebajado las exigencias y en Italia, el 9%. En Alemania hubo un ligero endurecimiento (el 7%). Los bancos europeos señalaron que el principal motivo de esa relajación de las condiciones (que fundamentalmente consistió en reducir los tipos de interés a los que se comercializan los préstamos) fue el aumento de la presión competitiva. Las entidades francesas explicaron que la competencia entre los bancos se intensificó durante el segundo trimestre para reactivar una demanda de crédito que se había mantenido a la baja durante los anteriores trimestres y después de que las entidades se hubieran mantenido en modo de espera.
El informe destaca que el principal motivo detrás del endurecimiento que han aplicado los bancos españoles es la baja tolerancia al riesgo. A la hora de conceder una hipoteca, los bancos deben realizar un análisis de la capacidad financiera del cliente para asegurarse de que podrá asumir la deuda y devolverla durante todo el plazo acordado. Se trata de una normativa que obliga a las entidades a conceder crédito responsable para evitar sobreendeudamientos de los clientes y un agujero en las cuentas de los bancos que se pueda transformar en un problema que ponga en riesgo la estabilidad financiera. De todas formas, las entidades españolas esperan una relajación de las condiciones para el tercer trimestre, en línea con el resto de países europeos y con la política monetaria iniciada por el BCE de recorte de tipos, que alivia la presión sobre la capacidad de pago de los clientes.
A pesar del endurecimiento de las condiciones para acceder a los préstamos, la demanda de hipotecas en España creció por primera vez desde el primer trimestre de 2022 (el 20% de los bancos reportó un incremento de las solicitudes de crédito). Eso sí, también aumentó la tasa de peticiones rechazadas. “Solo los bancos españoles informaron de un aumento del porcentaje de rechazos, mientras que las entidades de Alemania, Francia e Italia informaron de tasas de rechazo más bajas”, señala el informe.
La banca española venía ofertando precios en las hipotecas más baratos que el resto de grandes países europeos. Según los últimos datos del BCE (correspondientes al mes de mayo), el tipo medio de los préstamos hipotecarios en España es el 3,48%, mientras que la media europea se sitúa en el 3,76%. En Francia la hipoteca media se concede a un tipo del 3,49%, en Italia al 3,61% y en Alemania al 3,91%.
En lo que respecta al crédito a empresas, las exigencias de la banca española se mantuvieron invariables respecto al primer trimestre, mientras que en la UE se endurecieron ligeramente (3%). Además, en España se constató una reactivación de la demanda de crédito pese a la caída generalizada. “Entre los países más grandes de la zona del euro, la baja tolerancia al riesgo fue el factor más importante detrás del endurecimiento”, señala el informe. Además, el BCE detalla que los riesgos climáticos de las empresas han tenido un “efecto restrictivo” en las políticas de concesión por parte de los bancos, mientras que han tenido un efecto de relajación adicional en sectores relacionados con la transición energética. Tanto el BCE como la Autoridad Bancaria Europea (EBA) vienen examinando que los bancos tienen medido el riesgo climático en su cartera de crédito y reducen su exposición a los sectores más contaminantes.
En el crédito al consumo, hubo un endurecimiento generalizado de las condiciones en toda Europa (el 6% de los bancos reportaron un aumento), aunque fue más intenso en España (17%). El BCE detalla que la percepción del riesgo de los clientes fue el principal motivo de este endurecimiento, que tuvo que ver con tipos de interés más altos en los créditos. También influyó, aunque en menor medida, el coste de los fondos y las restricciones con el balance. Al igual que en el segmento de hipotecas y de crédito a empresas, la demanda de crédito al consumo en España fue mucho más fuerte que en el resto de países y ha superado las previsiones de los bancos.
El pasado mes de junio el BCE dio un giro a su política monetaria y puso fin a dos años seguidos de continuas subidas de tipos de interés en los que el precio del dinero pasó de estar en el 0% hasta el 4,5%, para tratar de frenar la elevada inflación. Con ese nuevo ciclo que se espera venga acompañado de nuevos recortes de tipos en los próximos meses, los precios de los préstamos deberían ir cayendo paulatinamente para adaptarse al nuevo entorno.
En enero de 2022, cuando los tipos de interés estaban todavía en el 0%, los bancos españoles comercializaban las hipotecas a un tipo medio del 1,44%. A partir de entonces, y anticipando las subidas de tipos que acometería después el supervisor, comenzaron a subir los precios hasta más que duplicarse, alcanzado la cifra máxima en octubre de 2023, con un tipo medio del 3,94%. En el caso del crédito al consumo, antes de las subidas de tipos de interés, los precios medios que se comercializaban se situaban en el 6,6%, y alcanzaron un máximo del 8,28% en agosto del año pasado. En los últimos meses, los precios ya han experimentado una leve bajada, y en mayo el tipo medio era del 7,79%.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días