El Banco de España advierte que los bancos no pagan por depósitos porque hay pocas entidades
El supervisor constata que la banca española está a la cola de Europa en la remuneración del ahorro
El Banco de España apunta a la concentración bancaria como una de las razones por las que las entidades todavía no han movido ficha para remunerar los depósitos. En un artículo recogido en la Revista de Estabilidad Financiera, el supervisor constata que los bancos españoles se han quedado muy lejos de las expectativas que manejaba el propio Banco de España sobre el traslado de las continuas subidas de tipos de interés hacia el ahorro de los clientes.
Y señala directamente el exceso de liquidez con el que cuentan las entidades y la concentración del sector. “Los análisis sugieren que el traspaso del euríbor es particularmente débil en los sistemas bancarios, con un alto volumen de depósitos del BCE a diciembre de 2021 y una alta concentración del mercado”, expone el supervisor.
En concreto, el Banco de España expone que la remuneración de los depósitos a la vista (las cuentas de ahorro) es actualmente “insignificante”. Y detalla que de los 352 puntos básicos que aumentó el euríbor en 2022, tan solo el 0,7% se trasladó al ahorro de los clientes. En el caso de los depósitos a plazo, los bancos solamente han trasladado el 4% de esa subida.
Se da la circunstancia de que el ahorro de los clientes es una de las fuentes principales de financiación de los bancos. El propio supervisor detalla que la práctica totalidad de los depósitos en España (el 93,9%) se concentran en depósitos a la vista, mientras que en 2013 la mayor parte (el 53,3%) eran depósitos a plazo.
En julio de 2022, el Banco Central Europeo (BCE) dio un giro a su política monetaria y ejecutó la primera subida de tipos de interés en once años para intentar rebajar la elevada inflación. Desde entonces, el supervisor europeo ha acometido siete subidas de tipos que en total suponen un crecimiento acumulado de 375 puntos básicos. Ese incremento se ha ido trasladando progresivamente a los créditos al consumo, a los préstamos a empresas y a las hipotecas, lo que ha provocado que los ingresos de la banca se hayan disparado en los últimos trimestres.
Sin embargo, los clientes todavía no se han beneficiado de los efectos de esa política monetaria. Durante la etapa de tipos cero, la remuneración que ofrecían los bancos por captar el ahorro de los clientes también cayó hasta convertirse en nula. Desde que se ejecutaron las primeras subidas de tipos, los consumidores vienen esperando algún movimiento por parte de las entidades para empezar a retribuir el ahorro de las cuentas y de los depósitos. Pero en España los grandes bancos todavía no han dado el primer paso y las ofertas se limitan a la banca de menor tamaño.
De 55 a 10 entidades
Tras la crisis financiera que arrancó en 2008 en España se produjo un proceso de concentración bancaria que ha reducido significativamente el número de entidades. De los 55 bancos y cajas de ahorros que formaban el sistema financiero español en 2009 han pasado a ser tan solo 10 grupos principales: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, Abanca y Cajamar.
El primer gran aluvión de operaciones se produjo en 2010 y estuvo protagonizado por las cajas de ahorros. Las entidades se encontraban en una posición de debilidad financiera que provocó una reestructuración impulsada por los supervisores y reguladores y que acabó con las cajas absorbidas por otros grupos bancarios de mayor tamaño.
Posteriormente, a partir de 2014, las operaciones se vieron condicionadas por el entorno macroeconómicos. El sector arrastraba una debilidad para generar ingresos debido a los tipos de interés negativos. En ese sentido, los bancos buscaban sumar sinergias para reducir costes. El resultado final es una mayor concentración que también ha reducido la oferta bancaria.
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