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Banca y grandes valores, beneficiados por la prórroga de los tipos elevados

El retraso en la bajada de los tipos de interés altera los planes de los inversores, que dejan en espera la prevista recuperación de medianos y pequeños

El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, junto a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en el foro anual de banca central que el Banco Central Europeo (BCE) celebra en Sintra (Portugal).
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, junto a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en el foro anual de banca central que el Banco Central Europeo (BCE) celebra en Sintra (Portugal).BCE (EFE/BCE)

Eran estos días de marzo en los que los bancos centrales deberían comenzar a bajar los tipos de interés, según las expectativas que manejaban los mercados el pasado octubre y que propiciaron un rally alcista en acciones y bonos. Sin embargo, el BCE repitió esta semana el precio del dinero en el 4,5%, y las recientes declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, apuntan a que tampoco este organismo está dispuesto a abaratar sus niveles del 5,5% el próximo encuentro del día 20.

Ahora, ese ente llamado mercado espera que los tipos oficiales empiecen a bajar como pronto en junio. “Tanto las previsiones de inflación general como las de la subyacente para 2024 y 2025 se revisaron a la baja, lo que sugiere que el BCE está cada vez más convencido de que la inflación se dirige rápidamente hacia su objetivo del 2%. Esperamos que el primer recorte de tipos se produzca en junio, una vez que el consejo de gobierno haya tenido a la vista los datos salariales del primer trimestre”, explica Felix Feather, economista de Abrdn, en línea con la opinión mayoritaria de los analistas.

Sin duda, los bonos son el activo que mejor refleja esos cambios de opinión sobre los movimientos de tipos, ya que en las acciones se entremezclan los resultados empresariales, las operaciones corporativas o expectativas de crecimiento, últimamente relacionadas con la tecnología. Tomando como referencia el bono de Estados Unidos a 10 años -tocó un mínimo en su rentabilidad del 3,8% al comienzo del pasado febrero y empezó a subir hasta alcanzar el 4,32% en solo un par de semanas-, los inversores deberían esperar más tiempo para ver caer los tipos. También la intensidad del descenso en una variable a tener en cuenta porque en octubre existía un gran optimismo sobre recortes de más de 2 puntos en este año. Unas expectativas que se han ido moderando.

Inmobiliarias, empresas de energía renovable y constructoras se han visto penalizadas este año por unos mercados que corrieron demasiado al apostar por recortes en marzo o abril

Este retraso en la decisión de los bancos centrales también ha tenido consecuencias en las Bolsas en un comienzo de año muy bueno donde Estados Unidos, Japón o Alemania han alcanzado niveles históricos en sus indicadores. Una visión panorámica muestra que la ansiada rebaja de tipos, que abarate la financiación de las empresas cotizadas y mejore las valoraciones, no ha tenido el efecto negativo esperado en unos mercados muy centrados en el impulso de las tecnológicas. Axel Botte, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM, apunta que “los activos de riesgo se han mostrado resistentes a la revisión de la senda de los tipos de interés oficiales. Este comportamiento estelar de la renta variable en 2024 sigue explicándose por la subida de los valores tecnológicos estadounidenses: la tendencia de las acciones es alcista, y las cautelas se están disipando tras la publicación de los buenos resultados de Nvidia”, concluye.

Pero una lectura más detallada encuentra beneficiados y perjudicados por la tardanza de los dirigentes de la política monetaria. Los valores pequeños y medianos de la Bolsa española lo han hecho peor que el grupo de los grandes, el Ibex 35, que está en positivo en el año, mientras que el Ibex Small Cap baja el 1,5% y el Medium Cap registra un retroceso del 4,10%. Las empresas de menor tamaño siempre tienen un coste financiero más elevado y mayores dificultades en la refinanciación de sus deudas por lo que los tipos más altos les hacen más daño. En este contexto, los analistas que apostaban por una recuperación rápida y brillante de las empresas más modestas de las Bolsas han errado. Entrando en valores concretos, los sectores de las compañías renovables, inmobiliarias y constructoras se han visto perjudicados por esta situación de los tipos. Inmobiliaria Colonial baja más de un 22%, Merlin Properties se deja el 10% y Metrovacesa retrocede el 7% en lo que va de año. En renovables, Solaria cede el 38%, Grenergy se deja el 28% y Soltec, el 27%. ACS, OHLA, Sacyr, FCC o Acciona se encuentran en negativo en el año, mientras Ferrovial y Grupo San José se salvan.

La banca, beneficiada

En el lado opuesto, son los bancos los beneficiados de un entorno de tipos más altos durante más tiempo que les permite abundar en la mejora de sus márgenes financieros. Todas las entidades están en positivo en el año: Caixabank (16,4%), BBVA (15,3%), Sabadell (14,1%), Unicaja (9,27%), Bankinter (5%) y Santander (2,25%).

Una visión general del mercado apunta a que el momento actual puede ser bueno tanto para los grandes valores de calidad como para aquellos más sensibles a los tipos. Andrew Heis­kell, estratega de renta variable en Wellington Management, indica que “las inversiones potenciales más atractivas se concentran en dos extremos: en uno de ellos están las empresas de calidad que reinvierten su capital para seguir creciendo y, en el otro, los sectores y regiones con mayores descuentos y más sensibles al entorno macro y a los tipos de interés”, comenta.

Todos los bancos cotizan en positivo por los tipos altos y destacan las subidas de CaixaBank y BBVA

Sin duda, el dinero ha premiado y castigado de acuerdo con sus expectativas de tipos. “El retraso es coyuntural, no estructural, y habrá más volatilidad que supondrá una oportunidad de compra en algunas compañías”, explica Miguel Macho, director de inversiones de CA Indosuez Wealth Management. Y añade: “Nos gustan las compañías de crecimiento ligadas a la inteligencia artificial (IA), las cotizadas industriales de elevado endeudamiento y, respecto a los bancos, no somos partidarios de realizar beneficios pese a que dejen de mejorar márgenes, debido a su estabilidad y los elevados dividendos. Renovables y socimis también se han puesto atractivas y suponen una oportunidad de entrada”, concluye.

El analista de XTB Joaquín Robles destaca que el sector bancario es el más beneficiado por el ajuste en las expectativas de recortes, ya que este retraso supone mantener altos los márgenes de intereses que es su principal fuente de ingresos. “El otro grupo de empresas que se está comportando bien bajo este entorno es el de las de gran capitalización, como las tecnológicas estadounidenses, porque están demostrando su capacidad para seguir incrementando sus beneficios a pesar de los tipos altos”, explica. En cuanto a las recomendaciones, indica que “los inversores que busquen un mayor rendimiento deberán mirar a los valores más penalizados. Hay sectores que están muy penalizados por este entorno, pero que podrían ofrecer un mayor potencial durante los próximos meses, como el de la construcción, las energías renovables y el inmobiliario”.

Los analistas dan por seguro tipos más bajos este año y los más castigados son una clara oportunidad

Algunos analistas son más escépticos sobre los esperados beneficios de una caída de los tipos en las acciones. Es el caso de Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, ya que en su opinión, “no está de más algo de prudencia en la renta variable, a corto plazo. Y no solo por la sobrecompra técnica actual, sino porque un contexto más favorable de tipos no presupone un buen comportamiento de la misma, al menos de manera automática. Esto dependerá en todo caso de cómo evolucione el crecimiento y con ello, los beneficios empresariales”, concluye.

Antonio Aspas, socio de la gestora Buy & Hold, resta importancia a los movimientos de tipos a la hora de confeccionar la cartera de sus fondos y pone un ejemplo de actualidad. “No compraríamos Grifols porque bajen los tipos y su endeudamiento se vea aligerado. Buscamos compañías sólidas, bien gestionadas, de mucha calidad, con un horizonte de inversión habitual de cuatro o cinco años, aunque en nuestros fondos hay muchos valores que llevan más de diez años en cartera”, explica. Eso sí, está confiado en que los tipos acabarán bajando “porque salvo un susto en la marcha de los precios del petróleo, la inflación continuará reduciéndose en un mundo en el que los precios son comparables y los bienes pueden adquirirse en cualquier país”, sentencia.

Esta semana ya se ha visto en el mercado de bonos una mayor claridad en el sentimiento de una próxima rebaja del precio del dinero que se ha reflejado en los bonos. En el caso de Estados Unidos, ronda el 4% en su referencia a 10 años (4,2% el viernes anterior). En la referencia española la caída de la rentabilidad también ha sido de 20 puntos básicos desde el 3,31% hasta el 3,10% actual.

En algunos valores muy castigados no hay tanta visibilidad, pero sí se han producido algunos tímidos rebotes. Con esta volatilidad puede ser fácil perderse la esperada mejoría, siempre ligada al errático sentimiento del mercado.



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