Los pequeños valores se sacuden los temores de crisis y tratan de destronar a las firmas más capitalizadas
El Ibex Small Cap sube un 14,5% en el año con la esperanza de un aterrizaje suave
Prolongar las ganancias de las Bolsas se antoja una tarea complicada. Con los grandes índices dando señales de sobrecompra las pequeñas cotizadas empiezan a recuperar el favor del mercado. Los expertos coinciden en señalar que, superado el primer asalto, los inversores han empezado a rotar sus carteras hacia las cotizadas de pequeña capitalización que se habían quedado rezagadas. Una tendencia que, aunque generalizada cobra un protagonismo destacado en las Bolsa española. Desde los mínimos del año registrados el pasado mayo, el Ibex Small Cap se anota un 9%. Con esta recuperación el índice que agrupa a las pequeñas empresas avanza un 14,49% e intenta superar al Ibex 35, que suma un 15,68%.
Los pequeños valores españoles toman distancia de lo que acontece en otros mercados europeos como el francés y asemejarse al estadounidense. El Cac small se anota un 2,93% en lo que va de 2023 a gran distancia del 14% que sube el Cac 40. Por su parte, el Russell 2000 remonta un 15,61% desde mayo, una recuperación que le ha servido para dejar atrás las pérdidas y avanzar un 12,7% en el año frente al alza del 18,9% que registra el S&P 500.
Natalia Aguirre, directora de estrategia de Renta 4, señala que la mejora relativa que han experimentado los pequeños valores en los dos últimos meses se debe a la menor probabilidad de recesión y a la posibilidad de que finalmente se alcance un aterrizaje suave. Después de meses especulando con el impacto que podría tener en la economía la subida agresiva de los tipos, los indicadores están demostrando una mayor resistencia, especialmente en lo referente al sector servicios. Aunque el fantasma de la recesión sigue planeando sobre los mercados, los inversores confían en esquivarlo finalmente. Esta esperanza supone más apetito por el riesgo y “ha ayudado a que los inversores dirijan la mirada hacia valores que antes no tenían en cuenta por su menor liquidez”, remarca Aguirre.
Las bajas valoraciones que ofrecen las pequeñas cotizadas son vistas como una oportunidad para entrar en negocios sólidos a precios atractivos. La gestora Buy & Hold así lo cree. Desde la firma consideran que el escepticismo que impera en la actualidad crea el ecosistema propicio para un mercado alcista en las small caps. Julián Pascual, presidente de la gestora, ha señalado esta semana que han deshecho sus participaciones en los grandes valores como Alphabet, Amazon, Microsoft o la firma LVMH y han entrado en pequeñas firmas y de gran calidad como Catalana Occidente. El gestor explicó que los valores de pequeña capitalización cotizan a las ratios más bajas desde 2008, el peor año de la crisis financiera.
Una idea que es compartida por Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finaccess Value. El gestor señala que a nivel global los pequeños valores cotizan con un descuento del 20%, el máximo de los últimos 20 años. “Hay empresas con buenos negocios tiradas de precio”, afirma. Las bajas valoraciones han sido aprovechadas por la gestora para incorporar a su cartera firmas de menor tamaño como Prosegur Cash, que en el año apenas avanza un 4,5%, mientras el consenso de Bloomberg le otorga un potencial del 47,6%.
Más allá de la rotación de carteras, la composición es otra de las razones que explica el buen comportamiento del índice de pequeñas empresas. De los 30 valores que integran el selectivo español, solo siete escapan a las ganancias, con recortes que oscilan entre el 51,41% de Urbas y el 1,6% de OHL. Otros 12 registran subidas que duplican las ganancias del índice. Por encima de todos sobresalen Tubos Reunidos (197,56%) y Berkeley (134,08%). Las revalorizaciones experimentadas por la compañía minera se han visto impulsadas por la situación política. Los expertos señalan que el triunfo del PP en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo y la posibilidad de un cambio de Gobierno podrían suponer el desbloqueo del proyecto de la mina de uranio en Salamanca, un plan que el Ejecutivo de Pedro Sánchez desestimó.
El Ibex Small Cap cuenta con representantes de algunos de los sectores que más han subido como el de las energías renovables (Audax avanza un 74,25%) o la inteligencia artificial (Airtificial sube un 108,4%) así como algunos de los valores objeto de opa en los últimos meses (Opdernergy suma un 49,2%).
Con la vista puesta en los próximos meses, Diego Morín, analista de IG Markets, se muestra confiado. Después del castigo experimentado por los problemas de acceso a la financiación a medida que los bancos centrales subían los tipos, el experto espera que un posible techo al precio del dinero contribuya a prolongar las ganancias bursátiles de estas cotizadas. “Podrían tener un mejor desempeño en la segunda parte del año”, remarca. Más escéptico se muestra Juan José Fernández Figares, director de inversiones de Link Gestión, que considera que en un contexto en el que la reducida negociación es un problema cada vez mayor, las bajas valoraciones de los pequeños valores podrían no ser motivo suficiente para prolongar las ganancias.
El Ibex Medium Cap se queda atrás
Rezagado. La fortaleza que han empezado a mostrar las pequeñas cotizadas contrasta con la apatía de las firmas medianas. El Ibex Medium Cap queda rezagado y se anota un 5,16%. Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finaccess Value, considera que este pobre desempeño se debe en gran medida a la composición del índice. Mientras el Ibex Small Cap cuenta con representantes de algunos de los sectores más boyantes, el que engloba a los valores medianos está compuesto fundamentalmente por firmas del sector de la alimentación o aseguradoras. Es decir, dos de los negocios con peor desempeño en los últimos meses. A la composición el gestor añade la escasa cobertura que tienen por parte de las firmas de análisis y el hecho de que muchas de estas firmas no pasan el filtro ESG, por lo que quedan al margen del universo de inversión de muchos fondos.
Riesgo. Aunque existe un creciente optimismo ante los indicios que apuntan a un aterrizaje suave, no se puede dar por descartada una recesión. Es precisamente en este escenario en el que las pequeñas cotizadas tienden a tener un peor desempeño. El mejor ejemplo de esta corriente fue la situación vivida en 2008 y 2011. Coincidiendo con la gran crisis financiera, el Ibex Small Cap cedió un 57,3% y tres años después bajó un 25,1%.
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