Diez valores del S&P 500 pesan un 29%, la mayor concentración en 50 años
Solo Apple y Microsoft suponen el 14% del índice y contribuyen a que las tecnológicas sean el sostén del alza del 9% del índice este año
En las últimas sesiones todas las miradas han estado puestas en Nvidia, que a finales de mayo se unió al club de las cotizadas que superan el billón de dólares de capitalización. Este hito ha contribuido a incrementar una tendencia que viene gestándose de hace tiempo, la fuerte concentración empresarial del S&P 500. Las 10 principales compañías del índice tienen un peso superior al 29%, un nivel que no se veía desde los años 70. Pero si llamativo resulta este hecho, más lo es que solo Apple y Microsoft, las dos cotizadas más capitalizadas del mundo, tienen un peso cercano al 13,7% en el índice.
A comienzos del siglo XXI las diez cotizadas más importantes del índice pesaban un 23,5% y cinco años antes la ponderación se moderaba al 17,7%. Hay que retroceder a 1932 para encontrar una compañía que pesara más de un 10%. Es el caso de la teleco AT&T que ese mismo año alcanzó el 13%, frente al 7% que registró IBM en 1970.
Gran parte de las subidas del S&P en lo que va de año (9,7%) están soportadas por las tecnológicas. De las 10 firmas que más ponderan en el índice, siete forman parte este sector. El protagonismo de las tecnológicas contrasta con la desaparición de los bancos del ranking de las firmas con más peso. En 2020, el año de la pandemia, JP Morgan logró colarse con un exiguo 0,9%, frente al 3,7% que llegaron a ostentar Citigroup y Bank of America en 2005, antes la crisis financiera.
Después de un 2022 en el que las subidas de tipos frenaron en seco la euforia bursátil que existía por estos valores, en las últimas semanas la fiebre generada por la inteligencia artificial les ha devuelto parte del brillo perdido. Aun así, la recuperación que viven las tecnológicas, con las denominadas FAANG a la cabeza, tiene una razón más profunda. Las expectativas de que el precio del dinero toque techo en el corto plazo, los buenos resultados del primer trimestre y los temores de recesión han sido aprovechados por muchos inversores para tomar posiciones en estas compañías, que habían quedado a niveles más atractivos por valoración. Como ya se demostró durante la pandemia, estas firmas son consideradas un refugio en momentos de inestabilidad como los vividos recientemente con la crisis generada por la banca regional de EE UU.
La cotizada que más ha sabido aprovechar el apetito de los inversores por la tecnología es Nvidia. El fabricante de tarjetas gráficas se anota un 158,89% en los cinco primeros meses del año, ascenso que le ha servido para engordar su valor en bursátil en 584.780 millones de dólares. A cierre de mayo Nvidia era la sexta cotizada que más vale del mundo.
Con ascensos de tres dígitos se sitúa Meta. A cierre de mayo, la red social fundada por Mark Zuckerberg se anotaba más de un 120% en 2023, un repunte que ayuda a compensar la caída del 64,2% que se anotó el año pasado. Esta recuperación, que en dinero contante y sonante se traduce en 358.734 millones de dólares, le sirve para escalar en el ranking de cotizadas más valiosas. Con 672.769 millones, Meta se cuela en el top 10 de las firmas más capitalizadas del mundo en octava posición, a distancia de los 314.034 millones que registraba a cierre de 2022, cuando ocupaba el puesto 25.
Aunque los ascensos de Nvidia y Meta son imbatibles, el comportamiento se sitúa en línea con el registrado por el resto de tecnológicas. A cierre de mayo las siete representantes del sector con más peso en el S&P 500 capitalizan más de 10,3 billones de dólares, frente a los poco más de 7,18 a 31 de diciembre de 2022. Es decir, han aumentado su valor en unos 3,19 billones.
Solo Apple y Microsoft capitalizan más de dos billones de dólares cada una. Tras anotarse más de un 36% en el año, el gigante de la manzana revalida su puesto como la firma más valiosa del mundo con 2,78 billones. Un escalón por debajo se cuela la empresa que pilota Satya Nadella. Microsoft avanza en Bolsa un 37% en lo que va de año y su valor alcanza los 2,4 billones.
Por encima de la barrera del billón de dólares se cuelan Google y Amazon. El buscador ya superaba esta cota a cierre de 2022 pero tras anotarse un 39% en cinco meses amplía su capitalización a los 1,57 billones. Es decir, es la cuarta empresa más valiosa del mundo, solo superada por las ya mencionadas Apple y Microsoft y la saudí Aramco. El gigante de la distribución online, Amazon, ha ampliado su valor en 363.000 millones, hasta los 1,24 billones.
Las dos cotizadas con más peso en el S&P 500 que escapan a las ganancias en los cinco primeros meses del año son la petrolera ExxonMobil (-2,7%) y la asegura de salud UnitedHealth (-4%). Es decir, las dos únicas firmas que no forman parte del sector tecnológico. ExxonMobil, que en el año pasado se vio beneficiada por el aumento de los precios energéticos, ahora consolida los niveles con la caída de los precios del crudo ante las expectativas de una menor demanda.
La concentración del S&P en un puñado de valores tecnológicos es vista por los expertos como un riesgo. Uno de los lemas más repetidos en los corrillos de Wall Street es que los mercados son más fuertes cuando son más amplios y más débiles cuando se reducen a un puñado de empresas. Si arriesgado es que solo un grupo de cotizadas sean las responsables de las ganancias de los índices, mayor lo es que esas subidas dependan en exclusiva de un sector como sucede en la actualidad.
Warren Buffett, el mejor ejemplo de esa consolidación
Berkshire Hathaway. El mítico inversor de Omaha, Warren Buffett, tampoco ha permanecido ajeno a esta tendencia de concentración del valor del mercado. Su decidida apuesta por Apple en 2016 y la tremenda revalorización que ha vivido el fabricante de iPhones ha provocado que la cartera de inversiones de Berkshire Hathaway esté más concentrada que nunca. Además, nunca antes una firma tecnológica ha tenido tanto peso.
Apple. El vehículo inversor del Oráculo de Omaha tiene un valor de 704.000 millones de euros. De esa cantidad, el 46% corresponde a los títulos que controla en Apple, la compañía fundada por Steve Jobs. Hace un mes, el propio Buffett reconocía que Apple “sigue siendo el mejor negocio de todos los que tenemos”.
Activision. Berkshire Hathaway también tiene una participación en la compañía de videojuegos Activision Blizzard (dueña de títulos como a Call of Duty, Guitar Hero o World of Warcraft), con un valor bursátil de 49.000 millones de euros. Si se suma Activision a su participación en Apple y en Amazon (otros 1.000 millones de dólares), las tecnológicas superan la mitad del valor de las compañías controladas por Warren Buffett.
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