El BCE afloja el paso con un alza de tipos de 25 puntos básicos pero prevé más subidas
El banco central acelera la reducción de balance y pondrá fin a la reinversión de las compras de deuda del programa APP a partir de julio
El BCE ha decidido hoy un alza de los tipos de interés de 25 puntos básicos, hasta el 3,75%, un nivel no visto en la zona euro desde octubre de 2008. Se trata de la subida de tipos más moderada desde que el banco central emprendió el ciclo de aumentos del precio del dinero con el que lleva combatiendo la inflación desde julio del año pasado. Aunque, a diferencia de lo insinuado ayer por la Fed, no será la última alza de tipos para Christine Lagarde. La presidenta del BCE ha insistido en que no se trata de una pausa y en que las subidas de tipos en la zona euro no han concluido.
El incremento de tipos en solo un cuarto de punto, en contraste con la mayor intensidad de las subidas anteriores, no ha causado sorpresa. Era la previsión mayoritaria de los analistas después los indicadores económicos que se han conocido esta misma semana. Por un lado, la inflación subyacente se ha moderado mínimamente en el mes de abril, según el indicador adelantado. Ha pasado del 5,7% en tasa interanual de marzo al 5,6%, un descenso de solo una décima pero que es el primero desde junio del año pasado. Una pequeña tregua después de ascensos continuados que habría permitido al BCE aflojar un poco el paso en el endurecimiento de la política monetaria.
El banco central también ha tomado nota del repliegue en la concesión de crédito en la zona euro, una restricción que incide directamente en el enfriamiento de la economía, el objetivo último que busca el BCE como fórmula con la que estabilizar los precios. La demanda de crédito sigue en descenso, fruto de meses ininterrumpidos de alzas de tipos, pero ahora además ha crecido el miedo de la banca a prestar dinero. A raíz de las turbulencias financieras desatadas por las quiebras de Silicon Valley Bank y de Credit Suisse, los bancos de la zona euro están cerrando el grifo del crédito a una velocidad no vista desde la crisis de deuda soberana de 2011, según revela la encuesta de concesión de préstamos del primer trimestre publicada este mismo martes por el BCE.
En rueda de prensa, Christine Lagarde ha reconocido que la encuesta de crédito “obviamente explica la decisión” de subir tipos 25 puntos básicos, a un ritmo inferior a meses atrás. La presidenta del BCE también ha precisado que “claramente no estamos parando” en las subidas de tipos, una visión que asegura es unánime en el Consejo de Gobierno del banco central. “No es el final del viaje”, ha asegurado.
En su comunicado, el BCE reconoce que sus decisiones de política monetaria están surtiendo efecto pero también que queda tarea por hacer. Asegura que los tipos seguirán “en niveles lo suficientemente restrictivos” para lograr el objetivo de encauzar la inflación al entorno del 2%. “Aunque la inflación general ha descendido durante los últimos meses, las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo fuertes. Al mismo tiempo, las anteriores subidas de los tipos se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y monetarias de la zona del euro, mientras que los desfases y la intensidad de la trasmisión a la economía real siguen siendo inciertos”, señala el banco central. Avanza que sus próximas decisiones dependerán de los indicadores económicos que se vayan conociendo pero deja claro que los tipos de interés seguirán siendo “restrictivos” el tiempo que sea necesario para alcanzar el objetivo de inflación.
Lagarde ha declinado precisar qué nivel de tipos será necesario alcanzar, y por cuánto tiempo, para cumplir con esa meta, pero ha defendido que no se ha completado aún todo el proceso por el que las subidas del precio del dinero transmiten su efecto a la economía. El IPC adelantado de abril mostró un alza de precios en tasa interanual del 7%, lejos del 2% al que aspira el BCE. La inflación continúa siendo motivo de preocupación para la institución y los inversores esperan nuevas alzas del precio del dinero. Al menos otras dos de cuarto de punto.
“El Consejo de Gobierno continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración apropiados de la restricción. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés oficiales seguirán basándose en su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria”, explica el BCE.
Como contrapunto a una subida de tipos más suave, el BCE ha decidido endurecer otra de las herramientas de su política monetaria, la relativa a las compras de deuda. La institución ha decidido poner fin a las reinversiones de su programa de deuda APP a partir de julio. Hasta el momento la reducción de balance se limitaba a un recorte de 15.000 millones de euros al mes, un ritmo que estaba previsto se mantuviera hasta finales de junio y que suponía una reinversión solo parcial de los vencimientos. En su revisión de la política de reducción del balance, el BCE acelera y suspenderá por completo la reinversión de la deuda del citado programa, que en la actualidad asciende a los 3,21 billones de euros, que incluyen 2,55 billones en bonos soberanos de la zona euro.
Según ha explicado Lagarde, la medida supondrá un ritmo de reducción del balance de unos 25.000 millones de euros al mes de media. En todo caso, el BCE mantendrá al menos hasta finales de 2024 la reinversión de los vencimientos de la deuda del programa PEPP activado con la pandemia, que suma 1,7 billones de euros. Lagarde ha asegurado que la aceleración en la reducción del balance no responde a ningún tipo de concesión al ala dura del Consejo de Gobierno a cambio de un alza de tipos más leve en la reunión de hoy y ha defendido que el ritmo establecido desde marzo, de 15.000 millones de euros al mes, ya está siendo absorbido por el mercado sin dificultad.
El BCE ha renunciado a tomar nuevas decisiones sobre sus líneas de financiación TLTRO, que han inundado de liquidez la banca de la zona euro en los últimos años y en especial a raiz de la pandemia y que han servido de valioso colchón a las entidades para afrontar las turbulencias financieras que han surgido en los dos últimos meses con el colapso de SVB. Los bancos afrontan una importante devolución de esa liquidez en el mes de junio, en que deberán repagar 476.800 millones de euros aún pendientes de la megainyección por 1,3 billones de euros lanzada por el BCE en junio de 2020. El BCE no se ha comprometido a renovar este instrumento en la reunión de hoy, como fórmula con la que garantizar la abundancia de liquidez de la banca, aunque sí señala su intención de analizar la situación. “A medida que las entidades de crédito vayan reembolsando los importes obtenidos en el marco de las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico, el Consejo de Gobierno evaluará periódicamente la forma en que estas operaciones están contribuyendo a la orientación de su política monetaria”, explica el comunicado. De momento, la banca de la zona euro no sufre tensiones puesto que mantiene un exceso de liquidez que ronda los 4 billones de euros. Lagarde ha añadido que, en todo caso, el BCE está preparado y tiene los instrumentos necesarios para reaccionar ante cualquier tipo de apuros de liquidez.
Respecto a la situación de la banca de la zona euro, tanto Lagarde como el vicepresidente Luis de Guindos han insistido en que ha mostrado su resistencia frente a las turbulencias financieras desatadas en EE UU, donde han quebrado tres bancos regionales en poco menos de dos meses. El vicepresidente del BCE ha explicado que el sistema financiero de la zona euro ha soportado menos tensiones que el de EE UU, algo que también reflejan las cotizaciones, si bien sí ha precisado que “no hay espacio para la complacencia”. Ha advertido de la peligrosa rapidez con que puede producirse una fuga de depósitos en un banco en el nuevo contexto de digitalización y de auge de las redes sociales.
La moderación en la subida de tipos por parte del BCE llega después de que la Fed anunciara ayer que podría haber llegado al tope del ciclo de subidas de tipos de interés. Jerome Powell mostró su disposición a hacer una pausa, después de haber elevado el precio del dinero en otros 25 puntos básicos, a máximos de 2007. El BCE va un paso por detrás pero ambos bancos centrales están aproximándose al punto en que las alzas de los tipos de interés permiten rebajar la inflación sin hacer un daño excesivo a la economía. Además, tales subidas requieren un período de tiempo hasta ver su impacto en la economía real, un efecto que ya sí estaría empezando a ser evidente después de mese continuados de ascensos.
Para la Fed, el alza de tipos de ayer fue la décima, tras un aumento de los tipos en cinco puntos en poco más de un año. Para el BCE, la subida de hoy es la séptima consecutiva, de 3,75 puntos desde julio de 2022. Ese primer aumento fue de medio punto, al que siguieron dos alzas de 75 puntos básicos y a continuación, otras tres subidas de medio punto.
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