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El rescate de Credit Suisse aboca a la banca a más ampliaciones de capital

El mercado apuesta por un encarecimiento de los costes de emisión de ‘cocos’

Laura Salces
Índice total return de 'cocos' europeos
Carlos Cortinas Cano

El terremoto provocado por UBS, Credit Suisse y el Banco Nacional de Suiza en el mercado de deuda bancaria está lejos de calmarse. Las implicaciones de la decisión de compensar a los accionistas de Credit Suisse pero volatilizar los 16.000 millones de francos suizos en bonos contingentes convertibles (cocos) de la entidad siguen resonando en el sector y entre los inversores. Los esfuerzos del BCE y el Banco de Inglaterra para dejar claro que las entidades bajo su supervisión cumplirán con el orden de prelación en caso de una quiebra han aplacado la salida en masa de los inversores de la deuda perpetua con capacidad para absorber pérdidas (AT1) pero las dudas sobre su futuro persisten y no se descarta que en un futuro los bancos prioricen la emisión de nuevas acciones frente a este tipo de bonos.

Goldman Sachs recuerda que las entidades ya tienen construidos sus colchones anticrisis por lo que “puede haber poca necesidad de refinanciación a corto plazo” de los AT1. Sin embargo, apunta, cualquier amortización de este tipo de deuda puede dar lugar a un mayor coste de financiación. En la misma línea, desde S&P comentan que las dudas suscitadas entre los inversores podrían aumentar el coste de capital de la banca y dificultar, y encarecer, las nuevas emisiones de los bonos contingentes convertibles.

Cristina Gavin, responsable de renta fija de Ibercaja Gestión, cree que al mercado le va a costar digerir lo sucedido con los cocos de Credit Suisse. “Las próximas emisiones de AT1 van a tener que pagar más. Si hasta ahora se estaban colocando con un cupón de entre el 8% y el 10%, a partir de ahora la prima ofrecida deberá ser mayor”, considera.

Desde S&P no descartan, por su parte, que el mercado de cocos, cerrado en las últimas semanas ante la turbulencia desatada en el sector financiero a ambos lados del Atlántico, se mantenga así un tiempo y comentan que esta tendencia dependerá de “los bancos, las jurisdicciones y las estructuras de estos instrumentos, mientras que los inversores revisan su percepción del riesgo”.

Más allá, los estrategas de Goldman Sachs consideran que si los costes de emisión de los cocos siguen aumentando –más allá de lo que pueden subir por el encarecimiento derivado del alza de los tipos de interés–, “potencialmente puede surgir una situación en la que los bancos busquen sustituir el capital AT1 por capital CET1″ –capital de máxima calidad formado por fondos propios (capital y reservas). Esto es, de mantenerse el encarecimiento de la deuda híbrida de la banca esta podría optar por favorecer las ampliaciones de capital.

Un aumento de capital que en S&P creen que podrían verse favorecidos entre los bancos con necesidades de capital, algo que podría mejorar, apuntan, la calidad del capital de dichas entidades pero también tener implicaciones en su capacidad de financiación a la economía. Desde el banco de inversión estadounidense comentan a su vez que el sector financiero europeo podría optar a partir de ahora por diseñar su colchón anticrisis limitando a los activos ponderados por riesgo endureciendo sus controles de financiación o reduciendo, incluso, la distribución de dividendos de los accionistas.

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Sobre la firma

Laura Salces
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.

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