Bufetes de abogados, un mercado que vive años dulces
Las firmas del top de facturación reflejan un crecimiento sin techo. La alta contratación de profesionales confirma la buena salud del sector
Julio Iglesias cantaba “la vida sigue igual”. El melancólico estribillo viene al dedo para diseccionar los ingresos de los bufetes de abogados en la temporada de resultados, lo que toca cada primavera cuando los bufetes de abogados especializados en derecho de los negocios desvelan sus datos de facturación. Las cifras, que cada año recopila CincoDías, dejan una irremediable sensación de déjà vu. El paisaje no varía respecto a 2023, a 2022 o a 2021, a nivel ingresos. Las firmas repiten posiciones con contadas irrupciones sorpresa –salvo la campanada de Andersen, que este año crece un notable 40%–. Ni los ecos de la guerra de Ucrania ni los vaivenes políticos han calado en un mercado maduro. Las firmas cada vez hacen más dinero y mejoran su productividad. Los de siempre se reparten el pastel. Los crecimientos no solo se sostienen, sino que se aceleran. La abogacía, en definitiva, vive un momento dulce.
Tampoco había motivos para anticipar una fotografía distinta. En 2024, la economía creció un 3,2%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La caja de los despachos —los ingresos, que no los beneficios— crece. Para hacerse una idea, en 2024, los bufetes del top 20 facturaron un total de 2.602 millones de euros. Si tomamos los 2.381 millones obtenidos en el ejercicio anterior, el sector facturó un 9,31% más (del cálculo se excluye a Deloitte Legal, que reorganizó su negocio, lo que condiciona la estadística). Esto supone un crecimiento mayor que el registrado en 2023 (cuando las cuentas engordaron un 8,85%) o en 2022 (un 8,35%).
La abogacía de los negocios confirma su impermeabilidad a los vaivenes económicos, a las crisis sanitarias, a las guerras o a los cambios legislativos. Si se escudriña los datos de los últimos cinco años, desde la irrupción de la pandemia hasta la actualidad, se revela que los bufetes del top 20 por facturación han engordado sus ingresos de media un notable 40,71%. Una cifra que, a pesar de la inflación creciente, dibuja un buen paisaje para las firmas legales.
Garrigues confirma su liderazgo en el ranking de ingresos en España. La firma capitaneada por Fernando Vives creció un 5,66% en 2024, mientras que en 2023 apuntó un 2,72%. Por su parte, Cuatrecasas registró datos positivos con un aumento de facturación de un 10,9%, a diferencia de 2023, donde apuntó un crecimiento del 6%. En el caso de Uría Menéndez el estirón se modera: la firma de Salvador Sánchez-Terán anotó un crecimiento del 0,37%, su peor registro en los últimos cinco años (en 2023 creció un 5,2%; en 2022, un 5,73%).
Fuera del podio, Pérez-Llorca, después de un 2021 excelente (+32,86%) y un 2022 notable (+23,99%), ralentizó su crecimiento a un 7,74% en 2024. Un caso similar es Gómez-Acebo & Pombo, que también ha bajado el ritmo de progresión en este último año. El bufete ha pasado de crecer un 11,54%, en 2023, a un 5,64%, en 2024.
Los despachos internacionales que operan en España experimentaron –en términos generales– una progresión positiva. A&O Shearman protagonizó una subida en sus ingresos del 17,74% en 2024, en comparación con el 2,65% que experimentó en 2023 (hay que apuntar que la firma cerró hace un año su fusión transatlántica). En la misma línea le sigue Linklaters, con un salto de facturación del 15,54%; y Baker McKenzie, con un 15,52%. Hogan Lovells es la única firma del ranking que marca un crecimiento negativo en facturación y pasa de crecer un 9,8% a menguar un 2,49%.
‘Big Four’
En cuanto a los datos de las big four, Deloitte Legal ha obtenido un crecimiento considerable en ingresos de un 35,64%; sin embargo, hay que tener en cuenta que la firma cerró hace un año la integración del negocio legal con la rama de Business Process Solutions (BPS), lo que condiciona sus resultados y la comparación con sus competidores. Esta reestructuración explica el salto en ingresos y en plantilla. Por su parte, KPMG Abogados ha aumentado su caja un 15,25%, mejorando el dato anterior, de 9,3%. PwC Tax & Legal también ha registrado un incremento en sus cuentas, aunque en menor medida, ya que ha registrado un crecimiento del 14,61%, frente al 12,96% de 2023. En cuanto a EY Abogados, sus ingresos también aumentaron, pero más lento: de crecer un 14,52% en 2023, su récord tras la pandemia, pasó a un 8,82% en el último ejercicio registrado.
A prueba de crisis
Pese a que los despachos facturan más, y algunos cada vez más rápido, la guerra arancelaria que ha comenzado Trump levanta cierta expectación: ¿los aranceles frenarán el crecimiento de los bufetes? Los expertos del sector no lo tienen claro. Según Lidia Zommer, directora de Mirada360 y analista del sector legal, es posible que la coyuntura obstaculice su progresión. “Puede afectar a fusiones, adquisiciones y litigios internacionales, lo que podría moderar el ritmo de crecimiento del sector legal”, afirma.
Pero cabe una segunda lectura, apostilla Zommer: que estos conflictos internacionales sean “catalizadoras de nuevas oportunidades de negocio” para los bufetes. A río revuelto, ganancia de pescadores. “La complejidad regulatoria y la litigiosidad internacional aumentarán la demanda de asesoría estratégica, compliance y arbitraje internacional”, señala.
“La abogacía es un negocio estable. Nunca sufrirá las crisis como otros sectores”, opina Miguel Ángel Pérez de la Manga, socio de la consultora legal black.swan. Si bien, el experto reconoce que ciertos departamentos saldrán perjudicados en 2025 en el contexto de la guerra arancelaria. “No es la mejor noticia para el M&A por la incertidumbre que genera”, señala el analista, pero cree que las posibles pérdidas en este nicho se compensarán por el crecimiento en otros departamentos, porque, al final, “las firmas siempre tienen áreas contracíclicas”.
Rentabilidad
En términos de rentabilidad, la estadística dice que los bufetes también mejoraron sus marcas: mientras que en 2019, a las puertas de la pandemia, las firmas del top conseguían una facturación por profesional de 245.625 euros, en 2024 la cifra escaló a 288.982 euros. Solo en el último año la rentabilidad mejoró un 6%, el doble que el año anterior.
¿Afectó la irrupción de la inteligencia artificial (IA) al ritmo de la contratación de los bufetes? Parece que, por el momento, las máquinas no sustituyen a los abogados. Más bien al contrario, desde 2019, las estadísticas reflejan una tímida pero constante tendencia a reforzar plantillas. Para hacerse una idea, de 2023 a 2024, el número total de profesionales contratados en las firmas legales (fee earners en el argot legal, es decir, abogados y no abogados que generan facturación) pasó de 8.481 profesionales a 8.752, es decir, el músculo profesional de del sector legal creció un 3,2% –de nuevo, de este cálculo se excluye a Deloitte Legal–.
Más fichajes
Las crisis tampoco afectaron a las nuevas contrataciones; más bien, las firmas aprovecharon estos años para reforzar sus ejércitos de abogados y desde 2019 han engordado su plantilla profesional (de nuevo, solo aquellos que facturan) en un 19,3%. Se trata de un dato ligeramente inferior al crecimiento de la facturación en el mismo periodo, que fue del 40%.
Los especialistas confirman el hambre a la hora de atraer talento que engorde la cartera de clientes. “En el mercado laboral español se observa que tanto despachos nacionales como internacionales han reforzado sus estructuras contratando perfiles jurídicos para el negocio”, confirma Liova Castillo, executive manager de tax & legal de LHH, fichajes que “aportan nueva clientela e incrementan la facturación por departamento”. Para la headhunter, el ritmo de contratación no decrecerá en 2025 pese a los vaivenes arancelarios o la inestabilidad comercial. Al contrario, los expertos creen que estas circunstancias estimularán los fichajes. “El incremento de contrataciones se dará incluso a pesar de la IA”, anticipa la experta, y se dejará notar “en bufetes y consultoras” y en “asesorías jurídicas internas”.
“Sí, definitivamente hemos notado que se ha pisado el acelerador en la contratación de profesionales”, reconoce Mila González, experta en contratación de perfiles jurídicos y directora de la oficina madrileña de IurisTalent. “En particular, los despachos están apostando por incorporar más fee earners –es decir, profesionales que generan ingresos directamente para la firma–, lo cual refleja una clara reactivación del mercado legal y un renovado interés por captar talento cualificado”.
Ahora bien, González cree que este frenesí puede moderarse para dar paso a la búsqueda de fórmulas para mejorar la productividad. “Todo indica que la tendencia continuará en 2025, aunque posiblemente con un ritmo de contratación algo más moderado”. La previsión es que los despachos refuercen sus equipos, pero “con un enfoque más estratégico”.
Algunos hitos de facturación y plantilla
Garrigues. Año tras año, la firma que dirige Fernando Vives revalida su posición como líder del sector en términos de facturación. En España, sus ingresos alcanzaron los 419,19 millones, lo que supone un incremento de 22,46 millones, un 5,7%. En el resto del mundo se situaron en 62,66 millones, tras aumentar un 8,9%. El peso del negocio internacional en la firma supuso el 13% en 2024. Al sumar la facturación global, el gigante español acaricia la barrera de los 500 millones.
Uría Menéndez. El crecimiento de la firma de Sánchez-Terán se estabilizó en 2024, marcando 230 millones (229 en 2023).
Pérez-Llorca. La cifra de ventas en España de la firma dirigida por Pedro Pérez-Llorca superó los 133,6 millones de euros, un 8% más que en 2023. Una marca que modera el espectacular crecimiento de años anteriores; sin embargo, el bufete demuestra un saludable crecimiento a nivel global al registrar 165 millones de euros de facturación, lo que supone un 33% más.
Andersen. La casa de Vicente Morote da un golpe en la mesa al conseguir vitaminar su facturación un extraordinario 40%. Se convierte así en la firma del ranking que más crece a nivel de ingresos. En suma con Portugal, Andersen consiguió una caja de 70 millones de euros. Para 2025, su director ha dejado claro que su aspiración es alcanzar los 90 millones en la Península.