El miedo a los efectos de la crisis subprime resurgió con virulencia ayer. El número de afectados crece y el temor a una ralentización económica grave marcó el rumbo de la sesión. Las expectativas de recortes de tipos en EE UU ya no apaciguan los nervios. Los inversores son conscientes de que los elevados precios del petróleo y un euro en máximos reducen el margen de maniobra de la Reserva Federal. Un panorama que se tradujo en ventas generalizadas en las Bolsas. El Ibex perdió un 2,14%, la mayor caída en dos meses.
Sniace presentó esta semana las variaciones necesarias en su planta de bioetanol para que la Consejería cántabra de Medio Ambiente pueda otorgarle su visto bueno. Estos cambios encarecen en 40 millones el proyecto original.
La plantilla tipo en Babcock España está todavía por perfilarse cinco años después de su privatización. Su propietaria, la firma austriaca A-Tec, intenta cerrar un pacto con los sindicatos que implicaría un nuevo ajuste laboral neto que afectaría a 70 personas.
La desaceleración económica se está notando, además de en el consumo familiar en la inversión empresarial, cuyo menor vigor en el tercer trimestre ha contribuido a que el alza del PIB se modere hasta el 3,8% interanual.
El grupo Flex ha decidido cerrar su planta de La Rioja y el cese de producción de su fábrica barcelonesa. Asegura que estos cambios pretenden reajustar su capacidad productiva a las nuevas necesidades del mercado, lo que supondrá el traslado de 130 trabajadores.