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Fondos que se benefician y contribuyen a la descarbonización

El cambio climático genera oportunidades de inversión que aprovechan vehículos de Bolsa y renta fija

Crecen las oportunidades de inversión sostenible.
Crecen las oportunidades de inversión sostenible.Innocenti (Getty Images/Image Source)

Los grandes inversores se muestran optimistas ante el reto de combatir el calentamiento global, pese a los obstáculos a los que se enfrentan, entre ellos, las repercusiones en el terreno de la energía de la guerra en Ucrania. De hecho, según la última encuesta anual sobre el clima entre inversores institucionales, promovida por la gestora Robeco, desde 2022 ha aumentado ligeramente el número de inversores que ha asumido, o están en proceso de hacerlo, un compromiso público de cero emisiones netas para 2050: un 48% frente al 45%.

Alberto Gómez-Reino, responsable de inversión sostenible en BBVA AM, está convencido de que “va a implicar cambios drásticos en el comportamiento de la sociedad y el modelo productivo, con un impacto en las personas, empresas, Gobiernos e instituciones”, pero también se van a generar enormes oportunidades derivadas de las inversiones necesarias para realizar esta adaptación.

Lo cierto es que aumenta continuamente el número de gestoras que ofrecen entre su gama de fondos estrategias centradas en cambio climático y oportunidades derivadas.

Aumenta el número de inversores institucionales que asumen un compromiso público de cero emisiones netas para 2050

Las hay que llevan décadas en esa idea de inversión. Schroder, por ejemplo, que cuenta con una gama de fondos especializada entre la que destaca Schroder ISF Global Climate Change Equity, con un historial de 16 años. “Concebimos este fondo conscientes de que el cambio climático era un fenómeno global que afectaba a todas las empresas y a toda la economía. Ese fue y sigue siendo nuestro punto de partida para buscar las compañías que faciliten la transición hacia un futuro de bajas emisiones de carbono”, explican desde la gestora. Consideran que aquellas compañías que descarbonizan sus actividades más rápidamente que los demás o que ofrecen soluciones para mitigarlo “tendrán una ventaja de costes cada vez mayor sobre sus competidores en la próxima década”.

Por su parte, Nordea 1-Global Climate Engagement, que avanza un 63,5% a tres años, sigue una estrategia poco común, ya que “en lugar de invertir en los ya reconocidos líderes climáticos y proveedores de soluciones verdes, la estrategia busca empresas con las que colaborar mano a mano con los equipos de gestión para reducir los riesgos de transición y acelerar las oportunidades que surjan”, detalla Alexandra Christiansen, gestora de la cartera del fondo. Así, Ash­land ha pasado de ser una química diversificada a ser una compañía de aditivos e ingredientes especializados centrada en el consumidor y alineada con las tendencias sostenibles. “El objetivo de nuestra colaboración ha sido convencer al mercado sobre la evolución de su cartera”, remarca.

Desde Amundi creen que la mitigación y la adaptación son los dos pilares para hacer frente al cambio climático y una de las herramientas más eficaces para reducir las emisiones son las energías renovables. En esa área mencionan el fondo KBI Global Energy Transition, gestionado por la firma del grupo KBI Global Investors y con una rentabilidad a tres años del 93%. Ofrece exposición a las energías a través de compañías generadoras y fabricantes de equipos. En cuanto a la adaptación, consideran que es necesario invertir en infraestructuras y tecnologías de red para crear un sistema energético resistente.

Como inversores responsables a largo plazo, en Mirova sostienen que las empresas en las que están invertidas ahora están mejor posicionadas para afrontar los retos de hoy y de mañana: “Son las ganadoras de mañana, y esto es un buen augurio para la rentabilidad financiera”, indican. Su estrategia Mirova Climate Solutions Equity Fund invierte en Plug Power, proveedor líder de soluciones de hidrógeno llave en mano para los mercados de manipulación de materiales, movilidad eléctrica y energía estacionaria.

Por su parte, Marc Halperin, gestor de fondos de renta variable europea en Edmond de Rothschild AM, recuerda que para alcanzar la neutralidad del carbono será necesario triplicar el ritmo actual de inversión en la transición ecológica. “Esta cifra colosal hará de este tema la locomotora de la inversión y, por tanto, del crecimiento de las próximas décadas”. En cuanto al EdRS Euro Sustainable Equity, resalta que es un fondo de cartera básica dentro de una exposición de renta variable europea, capaz de adaptarse a diferentes configuraciones del mercado y alineado con los objetivos de la COP21.

Alicia García Santos, responsable de M&G Investments para España, Portugal y Andorra, se centra en el M&G (Lux) Global Sustain Paris Aligned Fund, fondo en el que “factores climáticos como la contribución positiva para lograr la reducción de emisiones de CO2 y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas son claves en la selección de activos”. En la cartera tienen, por ejemplo, a Schneider Electric. “Esta empresa francesa es un gran negocio, también una empresa líder en soluciones para el cambio climático y, a su vez, un ejemplo de mejores prácticas en reporting y ambiciones climáticas”, resume.

Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam, resalta que Pictet Timber, estrategia que gana un 61% a tres años, “favorece la economía circular en toda la cadena de valor de la madera, sobre todo por captura de CO2, ya que la industria forestal en la UE elimina de manera neta cerca del 20% de las emisiones de carbono, 4.000 millones de toneladas anuales. No invierte en compañías que operan en áreas ecológicamente sensibles o países donde la integridad de los bosques no esté garantizada por buenas prácticas forestales”.

Federica Calvetti, responsable de ESG & activismo estratégico de Eurizon, señala que, además de las instalaciones de energía renovable, “el desarrollo paralelo de las tecnologías y de la industria de semiconductores también puede formar parte de esta gran oportunidad de contribuir al desarrollo de las energías limpias. Además, el avance de soluciones tecnológicas innovadoras permitirá mejorar la precisión del seguimiento del uso de recursos como el agua y la electricidad”.

“Desde nuestro enfoque es importante aplicar una perspectiva de futuro en lugar de mirar hacia atrás. Podemos identificar ámbitos de inversión sostenibles relevantes en el futuro, en la mayoría de las ocasiones en empresas a la vanguardia de la innovación sostenible”, apunta Cristina Martínez Salas, responsable de productos de ahorro e inversión de Triodos Bank.

Entre los fondos más nuevos destaca RobecoSAM Net Zero 2050 Climate Equities. Lanzado hace menos de un año, “tiene un enfoque prospectivo y solo invierte en empresas que son realmente centrales en la transición a cero neto”, resalta su gestor, Chris Berkouwer, quien añade que el rendimiento, tanto en el objetivo de sostenibilidad como en el objetivo de rendimiento financiero, se compara con un punto de referencia de transición climática (CTB, climate transition benchmark). “La estrategia tiene una huella de carbono que está en paralelo o mejor que la de la CTB y significativamente por debajo de la del índice mundial. Desde el inicio, la estrategia también ha generado un rendimiento superior al de la CTB”, aclara.

Recién llegado al mercado tenemos al Sextant Climate Transition Europe. Su gestor, Youssef Lboukili, aclara que su objetivo es financiar empresas de pequeña y mediana capitalización, “un segmento de mercado que consideramos abandonado por los selectores de activos tradicionales a la hora de buscar fondos climáticos. Muy a menudo porque no proporcionan suficientes datos para alimentar a las agencias de calificación”.

Abanico de opciones.
Abanico de opciones.Andriy Onufriyenko (Getty Images)

Tener en cuenta

Renovables. La Irena (Agencia Internacional de las Energías Renovables) estima que para hacer frente al cambio climático es necesario invertir 5,2 billones de euros al año hasta 2030 en energías renovables. Por tanto, estas tendrían que aumentar masivamente en todos los sectores, del 14% de la energía total actual al 40% en 2030. “Vemos múltiples maneras de formar parte de la solución al cambio climático y eso representa una gran motivación para nosotros”, afirman en Amundi.

Gestión pasiva. UBS AM ha desarrollado una familia de ETF con esta temática. “Sigue los índices MSCI Climate Paris-Aligned, que aspiran a alinearse con un escenario de 1,5 °C para 2030, lo que puede ayudar a los inversores con sus compromisos cero neto”, indica Nina Petrini, responsable de ETF y fondos índice para Iberia y Latam en UBS AM.


Bonos verdes

La utilización de bonos verdes es lo más habitual en este tipo de fondos cuando son de renta fija. Hablamos de emisiones que financian proyectos con objetivos concretos de cambio climático. En el caso del Santander Sostenible Bonos, “la contribución positiva se mide a través de las emisiones de CO2 equivalente evitadas, la cantidad de energía renovable producida o la capacidad instalada en fuentes de energía renovables”, indican desde la gestora.

No obstante, Thomas Leys, director de inversiones de Abrdn, cree que “como la etiqueta se presenta en gran medida por iniciativa propia, se han prestado a abusos y la calidad de los bonos verdes varía considerablemente”. Estos activos forman una parte importante del Aberdeen Standard Sicav I-Climate Transition Bond Fund, “pero cada uno de ellos no se elige por su etiqueta, sino porque consideramos que toda la empresa es adecuada. Preferimos comprar un bono marrón de una empresa verde que un bono verde de una empresa marrón”, aclara.

Johann Plé, director de estrategias de bonos verdes de Axa Investment Managers, admite que estos activos obtuvieron en 2022 peores resultados que un universo agregado global, “pero no tuvo nada que ver con su carácter verde. En realidad, se trata de la estructura del universo más expuesta a las zonas euro y estadounidense, con una elevada inclinación hacia el crédito. Observamos incluso que los bonos verdes demostraron ser más resistentes en un entorno de aversión al riesgo”.

Nuevo en el mercado es el Federated Hermes Climate Change High Yield Credit, “que ofrece a los inversores la oportunidad de ser una fuerza impulsora del cambio y de ejercer colectivamente un impacto real en todos los sectores”, añade Fraser Lundie, responsable de renta fija en la gestora.

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