Felipe Pastrana (AbbVie): “Es un logro que en España se hayan curado 160.000 pacientes con hepatitis C en 10 años”
La biofarmacéutica estadounidense participa en el plan nacional de erradicación de la infección a 2030. La empresa acaba de lanzar una terapia para el párkinson avanzado
La biofarmacéutica estadounidense AbbVie, conocida por su fármaco superventas Humira, diversifica su cartera mediante compras, alianzas e I+D propia para compensar la caída de ingresos que deja la pérdida de patente de este medicamento para la artritis reumatoide.
El vicepresidente y director general de la filial en España desde 2019, Felipe Pastrana (Bogotá, 1971), pronostica que la compañía será capaz de recuperarse en 2025 de esa bajada, del 6,4% en 2023 (50.163 millones de euros), con alzas de dos dígitos en 2028. La compañía, con 704 empleados en España, ha invertido 55.000 millones de dólares (50.600 millones de euros) en I+D global en 10 años.
P. La empresa anunció en 2023 dos compras relevantes, la de Immunogen y Cerevel, ¿qué suponen?
R. Desde que surgimos como AbbVie en 2013 [tras su escisión de Abbott], la intención siempre ha sido enfocarnos en necesidades médicas no cubiertas. Principalmente, en inmunología, neurociencias, oncología, oftalmología y medicina estética. No es nuevo el foco en oncología y neurociencias, pero en 2020 empezó una transformación de nuestro porfolio con la integración de Allergan, con una interesante cartera en esta última y oftalmología, que venía a complementar la nuestra de inmunología, oncología y virología. Nuestra principal área ha venido siendo inmunología, supone un poco más del 40% de la facturación global, que nos lleva a la inmunooncología, el futuro del tratamiento del cáncer. Neurociencias irá avanzado hacia alzhéimer e ictus.
P. ¿Qué aportan ambas firmas?
R. Immunogen trae una plataforma que nos permite avanzar en tumores sólidos, con la experiencia que tenemos en hematooncología, al contar con un medicamento para el cáncer de ovario, uno de los más frecuentes y difíciles de tratar. Es el primer conjugado anticuerpo-fármaco, mirvetuximab soravtansina-gynx [aprobado en EE UU y en estudio en Europa], para pacientes que fallan a la quimioterapia a base de cisplatín. En cuanto a Cerevel, esperamos la aprobación por parte de las autoridades.
Proyectamos una recuperación en 2025 y en 2028, un crecimiento más allá de lo que se estima perder con adalimumab [Humira]
P. ¿La diversificación se debe al fin de la patente de Humira?
R. Sí, en parte. La evolución del ciclo de vida de adalimumab venía ya en declive por la pérdida de patente y nuestro compromiso es seguir trayendo soluciones para los pacientes, ahora en lupus, vitíligo o alopecia areata. Hemos complementado nuestro porfolio con risankizumab [para la enfermedad de Crohn] y upadacitinib [para la colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn] en gastroenterología. Habían pasado siete años sin que se lanzara un medicamento en España para la enfermedad de Crohn.
P. ¿Contempla más compras?
R. La transformación se ha hecho de diferentes maneras: invirtiendo en investigación propia, estableciendo alianzas con biotecnológicas e integrando empresas que ya tienen estos productos desarrollados. La colaboración con Immunogen no empieza ahora, es algo que venía desde 2019, similar con Cerevel.
P. En 2023 los ingresos cayeron un 6,4% por el efecto Humira. Pero también en estética y oncología, ¿qué factores influyeron?
R. En 2023 hubo un impacto por el declive de adalimumab, que obviamente era el medicamento más importante. Lo interesante es ver que las proyecciones a futuro nos muestran que vamos a tener la capacidad de recuperarnos muy pronto de esta bajada y de seguir invirtiendo en innovación, trayendo medicamentos que cubran esas necesidades no cubiertas.
P. ¿Pero cuál es la previsión de alza?
R. Proyectamos una recuperación del crecimiento para 2025 y a largo plazo, 2028, estamos hablando de una recuperación más allá de lo que se estima perder con adalimumab, con crecimientos de dos dígitos.
España es el segundo país del mundo en ensayos clínicos detrás de EE UU; apostamos por crear un ‘hub’
P. ¿Qué relevancia tiene España?
R. La apuesta es en ensayos clínicos, queremos crear un hub. España es el segundo país del mundo en investigación detrás de EE UU. Hay más de 85 en marcha, con más de 2.400 pacientes beneficiados. Nos sentimos orgullosos también de ser partícipes del plan nacional de la erradicación de la hepatitis C a 2030. Lo único comparable, probablemente, es el programa nacional de trasplante. Es un logro importantísimo que el país haya logrado curar la mayor cantidad de pacientes en los últimos 8-10 años: 160.000. Estos medicamentos [Maviret (glecaprevir, pibrentasvir), en el caso de AbbVie] han cambiado la vida de pacientes y hepatólogos. Genera ahorros para el sistema; no es un gasto, es una inversión.
P. ¿Cuáles son sus fármacos superventas en el país?
R. La toxina botulínica original, upadacitinib, risankizumab, venetoclax y un tratamiento para la retina, un implante intravítreo de dexametasona [Ozurdex], que viene de la integración de Allergan. La mayoría, el 96%, es de uso hospitalario.
P. ¿Qué beneficios trae Duodopa, el medicamento recién lanzado?
R. Es el primer medicamento subcutáneo, un suministro de levodopa a lo largo de las 24 horas del día. Le da una mejor calidad de vida al paciente: tiene menos estadios en off y favorece el sueño. En España hay más de 150.000 personas que viven con esta enfermedad, de las cuales un poco más de una tercera parte vive con el tipo avanzado.
P. ¿Prevé otros lanzamientos?
R. En 2023 hemos traído a España siete indicaciones o medicamentos nuevos en cada una de nuestras áreas terapéuticas. En hematooncología, venetoclax, para el tratamiento de la leucemia mieloide aguda en primera línea. Y estamos en negociaciones para traer otra alternativa para la migraña crónica. El presente es brillante y el futuro es prometedor.
P. En virología, ¿en qué trabaja?
R. Tenemos una molécula en nuestra cartera relacionada con el VIH, pero no es algo para el corto plazo.
P. El sector se queja de los largos plazos para aprobar un fármaco.
R. Siempre hemos alcanzado negociaciones justas, sostenibles con el sistema, pero hay un espacio importante para mejorar porque, cuando comparamos España con otros países, el estudio WAIT muestra que en promedio puede tardarse más de 620 días para aprobar un medicamento, y eso genera una inequidad brutal en Europa. Además de negociar con el ministerio [de Sanidad], después tenemos la complejidad de las regiones, otras 17 negociaciones que pueden tardar entre 1 y 12 meses. No puede ser que una persona dependa del código postal para tener equidad en los tratamientos disponibles. Es muy importante tener un proceso claro, predecible, que nos permita planificar estos lanzamientos. El que sale más perjudicado es el paciente y no es justo. Lo importante es también tener un proceso estandarizado, bien definido, sabemos que, a nivel del ministerio y de la dirección general de farmacia, se está trabajando en una modificación de la ley, y esperamos que esto tenga frutos próximamente. Sin embargo, es muy importante que podamos tener no solamente esa claridad en el proceso, sino también un diálogo permanente entre los diferentes agentes que participamos en el sistema.
P. Tras la adquisición de Allergan, la compañía afronta varias demandas judiciales por unos implantes mamarios defectuosos.
R. Tenemos la responsabilidad de cumplir con los requisitos para los pacientes y con lo que digan las autoridades. Como es un proceso legal, no puedo decir mucho. Seguiremos apoyando a los pacientes en la medida que sea posible, es un proceso que seguimos responsablemente.
P. ¿Qué proyección tiene la medicina estética?
R. Es uno de los pilares de crecimiento, no lo manejo directamente, pero cubre también un área muy importante para la salud general. Se ha invertido en diferentes áreas, tiene cuatro negocios, y donde más estamos apostando es por asegurarnos que los procedimientos estéticos vayan acompañados de la ciencia, con la robustez científica que se requiere; por eso hablamos de la medicina estética. Es algo que Allergan hace desde sus inicios y lo mantenemos como AbbVie.
P. La empresa ha anunciado cambios en su cúpula, ¿se prevé un relevo en Madrid?
R. Robert Michael, nuestro nuevo CEO [a partir de julio], es una persona que conoce muy bien la organización, era jefe de operaciones a escala global, y ha jugado un rol muy activo en la integración de Allergan e Immunogen. Estamos muy tranquilos con ese siguiente paso. A nivel local, no hay novedades.
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