Fondos de inversión que apuestan por activos privados, alternativa a la volatilidad del mercado
Las inversiones en ‘private equity’, ‘venture capital’, infraestructuras, inmobiliario y deuda privada presentan poca liquidez, pero rentabilidad a largo plazo. Las mejores oportunidades pueden estar en tecnología, inteligencia artificial y megatendencias como sostenibilidad o digitalización


En un contexto marcado por la volatilidad de los mercados y la creciente incertidumbre geopolítica y económica, los activos privados se posicionan como una alternativa a tener muy en cuenta para los inversores institucionales o de banca privada, ya que ya es posible acceder a ciertos fondos a partir de 10.000 euros.
Noemí García Vaquero, socia de relación con inversores en AltamarCAM Partners, cree que, actualmente, los activos privados formado por compañías no cotizadas (private equity), empresas emergentes (venture capital), infraestructuras, inmobiliario y deuda privada) ofrece múltiples alternativas “sumamente atractivas”.
Explica que en cada una de estas clases de activos existen diversas estrategias que permiten adaptar la cartera a distintos objetivos y horizontes temporales. Principalmente, inversiones en primarios (directas en fondos de capital privado en el momento de su constitución), secundarios (adquisiciones de participaciones en fondos o empresas privadas ya existentes, que aportan liquidez de manera anticipada a inversores que desean desinvertir antes del vencimiento) o las coinversiones (inversiones directas en compañías de la mano de gestores de capital privado).
David Martín, vicepresidente de SpainCap, considera que los mercados privados son especialmente atractivos para los clientes institucionales que normalmente mantienen un sesgo de largo plazo en sus inversiones. “Es una gran herramienta de descorrelación de los mercados bursátiles, reducción de la volatilidad y obtención de rentabilidades atractivas. Además, pueden ofrecer acceso a temáticas que no se encuentran tan presentes en los mercados cotizados, como puede ser la transición energética o la ciberseguridad”, apunta.
En concreto, opina que con “este cambio de paradigma en curso”, los inversores están centrando su interés en estrategias de secundarios (tanto en capital riesgo como en deuda privada), que puedan capturar oportunidades ante la falta de liquidez en el mercado, estrategias especialistas con capacidad para generar valor más allá del uso del apalancamiento y el ajuste de múltiplos y estrategias oportunistas posicionadas para capturar oportunidades de forma flexible en momentos de disrupción de mercado.
Pero este no es un tipo de inversión tradicional y si algo ha de tener en cuenta el interesado en estas áreas es que las inversiones en mercados privados tienen liquidez restringida y son vehículos de larga duración, ya que las gestoras requieren del paso del tiempo y madurez de los activos subyacentes (empresas) para que estos reflejen la creación de valor. De hecho, en private equity es habitual que el periodo de inversión se alargue más de cinco años con extensiones y que el fondo se acabe de desinvertir al cabo de 11 o 12 años.
Aunque el horizonte de inversión es mayor, Natividad Sierra, directora general y responsable de relaciones con inversores de activos alternativos de Grupo Dunas Capital, considera que “los fondos alternativos aportan elementos positivos para una cartera, como por ejemplo menor volatilidad, dado que las valoraciones suelen ser trimestrales, y mayor rentabilidad respecto a activos líquidos con perfiles de riesgo similares”.
Para Ramiro Iglesias, consejero delegado y cofundador de Crescenta, a los activos alternativos se les exige una mayor rentabilidad, “ya que para que tenga sentido invertir en esta clase de activos debe haber un premio por la iliquidez asumida”. No obstante, al no cotizar diariamente, tienden a ser menos volátiles que los mercados públicos, y presentan una correlación baja a los mercados públicos, otorgando estabilidad a las carteras de inversión. De hecho, “está comprobado que incluir en una cartera un porcentaje de inversión en capital privado eleva la rentabilidad del porfolio a la vez que reduce su volatilidad, según demuestra un estudio de JP Morgan (Know Your Alternatives)”, añade.
¿Dónde están las mejores oportunidades? Según los expertos, en capital riesgo y capital semilla, García Vaquero cree que hay que enfocarse en sectores como tecnología, salud y servicios, así como empresas vinculadas a la inteligencia artificial, que ofrecen gran potencial de crecimiento. Para Joaquín Calvo-Sotelo, director de banca patrimonial de Bankinter, puede haber oportunidades interesantes en la medida en que “las turbulencias en los activos cotizados hagan caer también la valoración de las compañías no cotizadas y, por tanto, hagan más atractiva la inversión en las mismas”.
En cuanto a infraestructura, García Vaquero cree que hay que entrar “a través de fondos centrados en megatendencias clave para la economía actual, como la sostenibilidad, la digitalización o la transición energética, así como en activos cíclicos y defensivos que aportan resiliencia a las carteras”.
Para Calvo-Sotelo, “la energía renovable, movilidad eléctrica y centros de datos se están posicionando como las nuevas tendencias en el desarrollo de este tipo de activos. La infraestructura es un activo clave dentro de las carteras de inversión alternativa, ya que ofrecen perfiles de rentabilidad riesgo muy interesantes, con esquemas de protección ante la inflación y con fuertes barreras de entrada”.
En opinión de Lucía Catalán, directora general para Iberia de Goldman Sachs Asset Management, las infraestructuras se han comportado bien en un contexto de inflación elevada, en línea con la experiencia histórica. Sin embargo, la moderación de la inflación y el recrudecimiento de los problemas geopolíticos suponen un obstáculo para el futuro aumento de los flujos de caja de los activos cuyos ingresos crecen principalmente por la sensibilidad a la inflación”.
Además, la responsable de Goldman Sachs asegura que “somos increíblemente optimistas sobre el entorno de inversión inmobiliaria en los próximos años”. Y explica que los niveles y las trayectorias de los tipos de interés mundiales son factores determinantes del valor de los activos, como los inmobiliarios, que cotizan en función de sus características de rentabilidad.
Por su parte, el experto de Bankinter opina que seguirán siendo interesantes segmentos inmobiliarios menos tradicionales “como la logística, residencial en alquiler, residencias de estudiantes y activos relacionados con el sector salud, debido a cambios sociodemográficos estructurales”.
Ramiro Iglesias, consejero delegado y cofundador de la plataforma digital Crescenta, ve muy interesante “la inversión en infraestructuras privadas y real estate porque recoge varias tendencias. Por ejemplo, invirtiendo en la construcción de centros de datos se gana exposición a la tecnología y la IA o invirtiendo en la construcción de una planta de energía renovable se obtiene exposición a la transición energética”.
En opinión de Calvo-Sotelo, “debido a la voluntad de las empresas de diversificar sus fuentes de financiación, la deuda privada “sigue creciendo, proporcionando rentabilidades razonables ajustadas al riesgo, especialmente en entornos de alta volatilidad como los que se viven en los últimos tiempos”.
En cuanto a García Vaquero, considera que es un activo a tener muy en cuenta en entornos de tipos de interés volátiles, donde puede ofrecer retornos atractivos ajustados al riesgo.
El minorista ya puede acceder a los mercados privados, pero ¿lo está haciendo?
La Ley Crea y Crece de 2022 bajó el mínimo de inversión de 100.000 a 10.000 euros lo que, siempre que se cumplan ciertos requisitos, posibilita la inversión en alternativos de inversores minoristas.
“Hay un interés creciente por parte de los inversores minoristas en el capital riesgo, pero la adopción está siendo gradual y hay que hacerla de manera muy prudente: analizando el perfil de riesgo del cliente, su conocimiento, experiencia en productos complejos, edad, necesidades de liquidez futuras, otras inversiones en su cartera, etc.”, advierte Joaquín Calvo-Sotelo, director de banca patrimonial de Bankinter, entidad que lanzó en 2023 el primer fondo de gestión delegada sobre activos alternativos para importes a partir de 10.000 euros. Y Santander AM acaba de crear una nueva clase con 10.000 euros de inversión mínima en su fondo de inversión libre Santander Patrimonio Diversificado FIL.
En Crescenta creen que su modelo de plataforma digital “nos ha permitido abastecer la demanda del nuevo inversor minorista que por fin podía entrar en los mercados privados. En poco más de un año, contamos con más de 2.000 inversores y más de 120 millones de euros comprometidos a través de los fondos que hemos lanzado”, detalla Ramiro Iglesias, consejero delegado y cofundador. “De hecho, cada vez vemos más apetito”, dice.
Para David Martín, vicepresidente de Spaincap y codirector de Tikehau Capital en Iberia, la llamada retailización (minorista)de las estrategias de inversión en mercados privados es una de las grandes tendencias para los próximos años y ya estamos viendo un gran apetito por parte de las principales bancas privadas y redes de distribución de las aseguradoras a escala global. No obstante, desde Tikehau Capital “mantenemos cautela respecto a las rebajas en los mínimos de inversión y abogamos por el asesoramiento para que cada tipo de inversor tengo acceso a la clase de activo que le corresponda según su perfil de riesgo, necesidad de liquidez y horizonte temporal”.
Para Eduardo Martín, director de productos y desarrollo de negocio de Andbank España: “La flexibilización regulatoria que permite la distribución de alternativos está teniendo un impacto muy limitado. Solo entidades que tengan la suficiente tecnología como para poder explicar detalladamente el producto a los inversores, acreditar que es idóneo para ellos y darles seguimiento adecuadamente, sin incurrir en grandes costes tendrán éxito en esta empresa. Distribuir este tipo de activos sin las convenientes explicaciones previas, segmentación y seguimiento implicaría riesgos que la mayoría de las entidades no están dispuestas a asumir”.
Los vehículos más apropiados para los expertos
Diversificación con fondos. Para Ramiro Iglesias, consejero delegado y cofundador de Crescenta, “un fondo de fondos entrega una solución donde se diversifica a través de distintas añadas, sectores, estrategias y geografías, minimizando la volatilidad del vehículo y reduciendo el riesgo total”.
Riesgo. “De manera general, para inversores noveles, de perfil de riesgo limitado o de patrimonios reducidos, es siempre más conveniente invertir a través fondos de fondos que permitan diversificar riesgos y cuya gestión descanse en gestores reputados con capacidades demostradas de acceso, ejecución y seguimiento. Solo los inversores con más conocimientos y capacidades y de alto patrimonio deberían invertir, de manera general, en inversiones directas por su propia cuenta”, apunta Eduardo Martín, director de productos y desarrollo de negocio de Andbank España.
Disciplina. Desde la perspectiva de Noemí García Vaquero, socia de AltamarCAM Partners, “lo fundamental es construir una cartera ordenada y bien estructurada, diversificada y con acceso a los mejores gestores, más que invertir de manera reactiva y tratar de anticipar el mercado”. Por lo tanto, recomienda mantener una estrategia de inversión constante y disciplinada a lo largo del tiempo.
Futuro del sector. En cuanto al desarrollo a futuro del sector, tras varios años de desaceleración en el nivel de actividad, a finales de 2024 se vio un inicio de la recuperación. No obstante, “con el aumento de la incertidumbre por el inminente incremento de los aranceles cabría esperar una previsible nueva ralentización. En este escenario, creemos que aquellos inversores que cuenten con capital disponible podrían invertir en buenas condiciones”, señala García Vaquero.