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España aumenta su presión fiscal desde la pandemia por no haber adaptado el IRPF a la inflación

Casi la mitad del incremento, de 2,9 puntos desde 2019, se explica por no haber deflactado la tarifa

Impuestos y cotizaciones sociales Gráfico
Belén Trincado Aznar
Pablo Sempere

La presión fiscal en España aumentó en casi tres puntos entre los años 2019 y 2022, desde el 35,4% al 38,3% del PIB. Y lo hizo en buena medida por la decisión del Gobierno de no actualizar a la inflación la tarifa y las deducciones personales y familiares del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Es la conclusión a la que llega la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) tras desgranar las cifras oficiales de la oficina estadística europea, Eurostat.

Según un análisis publicado ayer por Miguel Ángel García Díaz, profesor de economía aplicada en la URJC e investigador asociado en Fedea, de los 2,9 puntos de subida de la presión fiscal desde la pandemia, exactamente 1,9 puntos se explican en exclusiva por el aumento de los ingresos en imposición sobre la renta. De esta cantidad, la imposición personal y familiar explica algo más del 65% del total (1,25% PIB) y la que gira sobre las corporaciones, el resto (0,65%).

El punto porcentual que falta lo completa un incremento de la imposición indirecta (0,5%) localizado íntegramente en el IVA y una mayor recaudación de las cotizaciones sociales (0,5% PIB). En estas últimas, la mayor parte del aumento se localiza en la cuota del empleador (0,5% PIB) y algo menos en la del trabajador (0,1% del PIB). A su vez, disminuye la denominada cuota imputada correspondiente al Estado en concepto de cuotas de funcionarios incluidos en el Régimen de Clases Pasivas (-0,1% PIB).

Para cuantificar de una forma más sencilla este fenómeno, García Díaz ha simulado cómo queda la distribución porcentual por epígrafes del crecimiento de la presión fiscal. En este caso, la renta personal asumiría el mayor porcentaje de aumento, con un 41,4% del total. En su mayor parte se explica, insiste, por la “no actualización de la tarifa y las deducciones personales del IRPF”. La no indexación del IRPF a la subida de los precios, lo que se conoce como deflactación, supone un avance de la fiscalidad en frío, un término que hace referencia a un alza encubierto de los impuestos puesto que no es necesario un cambio normativo para recaudar más.

Le seguirían la renta de las corporaciones empresariales (20,7% del total), la cotización a la Seguridad Social del empleador que forma parte de los costes laborales (17,2% del total) y el IVA, la principal figura tributaria sobre el consumo (17,2%). La aportación de la cuota social del trabajador ha sido bastante inferior (3,4% del total), mientras que la cuota social imputada con origen en el Estado ha disminuido su peso.

La presión fiscal es un indicador que sirve para comparar la carga tributaria que recae sobre los ciudadanos de los países y se calcula a través de la relación entre los ingresos fiscales totales de una región y su PIB. Para calcular la ratio, se incluye la recaudación de todos los impuestos, desde los estatales a los autonómicos y municipales, pero también otras variables como las contribuciones sociales. En los últimos años, Hacienda ha recaudado más que nunca, con un récord en 2022 de 255.000 millones de euros, según datos de la Agencia Tributaria. Sin embargo, como la economía también ha crecido tras el desplome anotado en 2020, la tasa de presión no se ha disparado en la misma proporción.

Esto, no obstante, no quita que la presión esté creciendo más rápido en España que en el conjunto de la Unión Europea, según constata Fedea. El indicador “apenas ha crecido dos décimas sobre el PIB desde el inicio del Covid 19 en la Unión Europea y cinco décimas en los países de la Eurozona”, recuerda. Por ahora, eso sí, España sigue estando notablemente lejos de la media comunitaria, que se sitúa en el 41,2% del PIB y llega al 41,9% en la zona euro. España también se queda lejos de vecinos como Francia (48%), Bélgica (45,6%), Italia (42,9%) y Alemania (42,1%), pero supera a otros como Portugal (38%) o Polonia (35,3%).

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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