_
_
_
_
_

La deflactación del IRPF ahorrará 1.700 euros al 1% más rico de Madrid y nada para el de Valencia y Murcia

Las rentas bajas se benefician de los cambios en todos los casos Solo dos regiones corrigen los tramos superiores para no ayudar a los más pudientes

Efectos de las deflactaciones en las comunidades autónomas
Infografía: Belén Trincado
Pablo Sempere

Las modificaciones de las escalas del gravamen del IRPF que han anunciado algunos Gobiernos regionales a lo largo de los últimos meses tendrán consecuencias muy diversas entre una autonomía y otra. La razón se esconde en el diseño de las deflactaciones, que en esencia son correcciones de la escala de gravamen del impuesto para eliminar los efectos de la inflación. Así, mientras que unas regiones como la Comunidad Valenciana o Murcia han modificado los tramos para aliviar únicamente a los contribuyentes con menos ingresos, otras como Madrid y Andalucía han beneficiado con su plan al conjunto de la población.

El resultado es que mientras que en todas las regiones los tramos de renta más bajos se benefician siempre de un descuento, en otras, además, los contribuyentes más acaudalados se aprovechan de la progresividad del sistema. Según muestra un análisis elaborado por el sindicato de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), mientras que el 1% más rico de la Comunidad Valenciana no se beneficiará de ningún ahorro, el 1% más rico de Madrid dejará de pagar casi 1.700 euros.

Más información
Los consejos de los asesores fiscales para ahorrar en la declaración de la Renta y Patrimonio de 2022
Los sueldos de hasta 35.200 euros tendrán menos retención en 2023 gracias a la rebaja en el IRPF

Deflactar el IRPF consiste en ajustar el impuesto para evitar que los contribuyentes tengan que soportar mayor tributación en un escenario de alta inflación. Se puede hacer ajustando las tarifas, pero también otros elementos como los mínimos personales.

Madrid y Valencia ejemplifican mejor que ninguna las consecuencias de dos modelos de deflactación antagónicos. Según los datos de Gestha, un contribuyente con un rendimiento medio de 22.725 euros se ahorrará 147 euros en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, el descuento será en Madrid de solo 86 euros.

Por su parte, aquel con 98.800 euros de rendimiento medio pagará en Valencia prácticamente lo mismo que si no hubiese habido deflactación, mientras que en la capital dejará de abonar 466 euros.

Las diferencias son muchísimo más abultadas al analizar a las grandes fortunas, con una base liquidable que oscila entre los 1,5 y los 6,5 millones de euros. Son el 0,1% más rico y el 0,01% más acaudalado de la población. En la Comunidad Valenciana pagarán lo mismo que otros años en la declaración de 2022, mientras que en Madrid ahorrarán respectivamente 7.500 y 32.700 euros.

Estos números que resultan del análisis de Gestha se centran en una persona soltera y sin cargas personales ni familiares. En el caso de un contribuyente casado con dos hijos en declaración individual y sin cargas la radiografía regional es similar.

Madrid anunció la primera deflactación a comienzos de 2022. A partir de ahí, varias regiones se sumaron a la iniciativa, provocando una guerra fiscal en el seno de la política nacional que ha concluido con la creación de nuevas figuras como el gravamen sobre las grandes fortunas.

Por regiones

Según explica el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, el efecto dispar de las escalas que se observa en los importes resultantes de cada comunidad autónoma “deriva de la diferente estructura que se ha dado a la escala por cada Gobierno regional”.

Valencia reordena los tramos y tipos marginales añadiendo un tramo intermedio más. Por eso, la modificación “centra sus efectos entre la clase media, particularmente entre los 35.000 y los 60.000 euros anuales”. El ahorro para estos contribuyentes sobre la cuota íntegra estatal y autonómica que se hubiera derivado de no hacer la deflactación oscila entre el 3,7% y el 1,5%. A partir de los 60.000 euros, por su parte, no hay beneficios debido a que el Gobierno regional optó por subir el tipo impositivo a partir de los 52.000 euros, con el fin de reducir las ventajas que los más ricos habrían cosechado al pasar por los tramos anteriores.

En Andalucía, prosigue Mollinedo, “el efecto combinado de modificar la amplitud de los tres primeros tramos y el del aumento de los importes de los mínimos personales y familiares autonómicos” logra que los efectos máximos se obtengan en los 22.700 euros”. Al no corregirse la escala para ingresos superiores, estos beneficios se extienden también hacia arriba.

Madrid optó por reducir los tipos marginales en 0,5 puntos porcentuales. Esa decisión lleva a que los ingresos de los tramos superiores vayan acumulando las rebajas de los tramos precedentes, “de forma que es la escala de gravamen que ha perdido más progresividad”.

Murcia sigue la estela de modificar la amplitud de los primeros tramos, corrigiendo la regresividad en los ingresos por encima de 60.000 euros.

Galicia focalizó el ahorro en las bases liquidables entre 42.000 y 60.000 euros con una nueva escala. Aunque estos efectos se extienden a todos los niveles de ingresos, la Xunta mantuvo el tipo de la escala precedente para la parte de ingresos por encima de 60.000 euros con el objetivo de atenuar su beneficio.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

_
_