Madrileños y catalanes, los que menos renta conservan tras pagar el IRPF
Los contribuyentes de las comunidades más pobres mantienen el 84% de sus ingresos brutos tras abonar el impuesto
Los españoles alcanzarían anualmente unos ingresos medios de 29.014 euros si no pagasen el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Sin embargo, tras las obligaciones fiscales los contribuyentes pierden el 19% de su renta bruta, quedando en sus bolsillos algo más de 23.500 euros por persona. Los datos, relativos al año 2021 y publicados la semana pasada por la Agencia Tributaria, muestran que, por lo general, los habitantes de todas las autonomías conservan algo más del 80% de sus ingresos brutos tras el IRPF. Las únicas excepciones serían Madrid y Cataluña, donde la renta disponible final se sitúa por debajo, en el 78,5% y el 79,5%, respectivamente.
Estas cifras, explica Jorge Onrubia, profesor Titular de Hacienda Pública y Sistema Fiscal en la Universidad Complutense de Madrid e investigador en Fedea, se explican principalmente por la progresividad del IRPF. “A más renta, más pagas”, resume. En efecto, como los ingresos brutos que se registran en Madrid y Cataluña son los más altos del país, la proporción de impuestos también es la más alta.
En la región central, por ejemplo, la renta bruta ascendió en 2021 a los 38.100 euros por barba, quedándose después del IRPF en los 29.900 euros, una merma de casi 8.200 euros. En la Generalitat, por su parte, la renta disponible fue de 26.600 euros desde los 33.500 brutos iniciales, una disminución de 6.800 euros anuales.
El impuesto sobre la renta trata de ser un mecanismo equilibrador. Por eso, cuando se analizan los territorios únicamente en función de los ingresos de sus contribuyentes, se ve cómo el tributo logra disminuir las brechas entre las comunidades más ricas y más pobres. Antes del IRPF, entre la renta media de Madrid (la que tiene más ingresos por persona) y la de Extremadura (la que menos) había una diferencia en 2021 de casi 16.500 euros. Tras las obligaciones tributarias, la distancia se acortó a los 11.600 euros.
Pese a actuar como una suerte de contrapeso, recuerda Onrubia, el impuesto también debe respetar una serie de principios, como es el de la ordinalidad. Esto significa, detalla el experto, que el pago del tributo no debe alterar, o al menos no hacerlo de manera significativa, el orden de las comunidades en función del volumen de renta media del que disponen. Por eso, Madrid, Cataluña y Baleares, que son las que más ingresos brutos registran, son también las primeras autonomías de la clasificación al analizar únicamente el neto. Por lo general, con ligerísimos cambios en regiones como Andalucía, Galicia o Castilla y León, el IRPF respeta este principio.
Los habitantes de los pueblos son los que más ingresos retienen
Como sucede con las comunidades autónomas, el IRPF también actúa como nivelador al analizar los núcleos poblacionales en función del número de habitantes. La estadística de la Agencia Tributaria, en concreto, muestra que los contribuyentes de los municipios que superan las 500.000 personas retienen en neto el 78,5% de los ingresos brutos, es decir, 29.000 euros de 37.000 iniciales. Por su parte, en los municipios inferiores a los 1.000 habitantes, la proporción de renta que se conserva llega al 85,5%, hasta los 18.000 euros de media.
En este caso, tal y como recuerda Onrubia, vuelven a influir factores como el nivel de ingresos. En las grandes ciudades suelen concentrarse los mayores salarios, por lo que el nivel impositivo es mayor. Sin embargo, también hay que resaltar otros factores que, en el terreno municipal, ilustran a la perfección el funcionamiento del impuesto.
Uno de ellos es la composición de la fuente de renta, detalla el docente e investigador. El IRPF grava todo tipo de ingresos, incluyendo aquellas que vienen del ahorro, un tipo de renta con mucho más peso en las grandes ciudades que en los municipios más pequeños, lo que eleva los niveles medios de las principales urbes.
Pero hay más elementos determinantes. Entre todas las deducciones y rebajas con las que cuenta el IRPF, recuerda Onrubia, está la deducción de la que disfrutan los contribuyentes de más edad, que suelen tener mayor peso en los pueblos que en las capitales. Todos estos factores, apunta el experto, hacen que las retenciones que se anotan en las ciudades grandes sean más elevadas.
Las fuertes diferencias también afloran al analizar los municipios más y menos ricos de España. Pozuelo de Alarcón, en Madrid, es el municipio del país con mayores niveles de renta, alcanzando una cifra bruta media de 80.244 euros que se reduce a 57.977 euros netos tras el pago del IRPF. Tras él está Matadepera, en Barcelona, con unos ingresos medios brutos de 69.511 euros que se reducen a 50.704 euros netos. Es decir, en estas dos localidades los contribuyentes conservan alrededor del 72% de sus rentas.
Al otro lado están Higuera de Vargas, en Badajoz, y Pedro Martínez, en Granada, que conservan una renta media cercana a los 12.000 euros, el 93% de la cifra bruta.
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