Las autonomías ahorran el 44% de sus intereses gracias al fondo estatal
Las comunidades afrontaron un tipo medio del 1,4% que habría ascendido al 2,5% si no existiese el FLA
La deuda total de las comunidades autónomas españolas, que a cierre del primer trimestre de 2023 ascendía a los 322.000 millones de euros, sería hoy mucho más abultada si el Estado no hubiese creado en el año 2012 el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), un mecanismo de financiación diseñado en un contexto en el que las administraciones territoriales tenían grandes dificultades para acudir a los mercados. Según las últimas estimaciones elaboradas por BBVA Research, en ausencia del FLA las comunidades habrían tenido que asumir un coste promedio adicional en intereses de algo más de un punto. Es decir, sin el fondo, el tipo medio del 1,4% que afrontaron en el año 2022 habría sido del 2,5%. Es un ahorro del 44%.
El FLA “permitió el acceso a la financiación en un momento de cierre de los mercados y, además, a unas condiciones muy favorables”, explica Virginia Pou, economista del centro de estudios de la entidad y una de las autoras del informe Endeudamiento de las comunidades autónomas, publicado este lunes. De hecho, sin este mecanismo, que de facto sirvió para rescatar a las regiones, la deuda autonómica se habría situado el año pasado dos puntos porcentuales por encima del nivel registrado, pasando del 23,9% del PIB regional a casi el 26%.
Todo se remonta a la crisis financiera y del euro, allá por 2012. Entonces, si la capacidad de financiarse era ya de por sí complicada para el Estado español, para las autonomías era prácticamente imposible. En este contexto, el Gobierno de Mariano Rajoy creó el FLA y abrió la puerta a que los territorios pudiesen encontrar opciones con las que cubrir el desfase entre ingresos y gastos. Y así fue. A día de hoy, según los últimos datos del Banco de España, el fondo de financiación a las comunidades supone todavía casi el 60% de la deuda viva de estas administraciones, superando los 187.000 millones.
Algunas regiones como Cataluña y la Comunidad Valenciana acudieron al fondo sin dudarlo, adquiriendo liquidez por valor de 98.700 y 78.200 millones de euros entre 2012 y 2023, respectivamente. Otras como Andalucía y Castilla-La Mancha lo hicieron a un ritmo más sosegado, sumando 26.300 y 19.100 millones cada una en el mismo periodo. Madrid, País Vasco y Navarra, por su parte, no han recibido nunca su liquidez y se han financiado por otras vías.
El FLA y sus condiciones de financiación, como es lógico, han supuesto un fuerte alivio para los territorios más endeudados del país. Sin embargo, recalca Pou, hay que señalar que todo el conjunto de las regiones se ha beneficiado en menor o mayor grado del mecanismo, “incluyendo a los tres territorios que nunca han recurrido a su financiación”.
Esto sucede, prosigue la economista, porque gracias a la creación del fondo y al potencial de acceso a la liquidez que trajo consigo, los mercados empezaron a ofrecer tipos más bajos y condiciones más laxas. Es una consecuencia lógica: gracias al paraguas de financiación estatal, las posibilidades de que las regiones sufran dificultades financieras son menores, por lo que el interés exigido se reduce.
Así, según los cálculos elaborados por la entidad, comunidades como Murcia, Castilla-La Mancha, Andalucía o Comunidad Valenciana, que acudieron al FLA en diferentes momentos de los últimos 10 años, han tenido ahorros en el pago de sus intereses que oscilan entre el 1,4 y los 2 puntos. Sin embargo, aunque de menor volumen, el alivio ha sido de alrededor de medio punto en las tres autonomías que nunca han recurrido al fondo.
Posible condonación
El FLA, como sucedió ya en 2014, ha vuelto al debate público tras los ajustados resultados que dejaron las elecciones generales del pasado 23 de julio. El galimatías político que salió de las urnas y la necesidad de llegar a pactos de todo tipo y condición para poder formar Gobierno han situado a los partidos soberanistas catalanes en una posición idónea de cara a poner determinadas exigencias sobre la mesa. En el plano económico, la que más pesa es la posible condonación de la deuda asociada al fondo de liquidez.
Cataluña es la comunidad que más debe al Estado a través de este mecanismo, con una deuda viva de alrededor de 71.800 millones, el 84% de los 85.400 millones del total de pasivo que tiene la Generalitat en varios conceptos.
Hoy, quien abandera esta exigencia es precisamente Junts, una formación heredera de quienes gobernaban Cataluña cuando se convirtió en la región que más acudió al FLA. Sus peticiones también pasan por una reforma del Sistema de Financiación Autonómica que solucione la infrafinanciación que, a su juicio, sufre la Generalitat.
El problema es que la posible condonación de la deuda del FLA también debería extenderse a otras regiones como Comunidad Valenciana y Andalucía, creando malestar en aquellos territorios que no mantienen grandes niveles de deuda y que ya han mostrado su descontento por lo que consideran un agravio comparativo. En paralelo, la deuda condonada tendría que ser asumida, previsiblemente, por el Estado.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días