La Casa Blanca celebra su primera criptocumbre: quién asistirá y qué cabe esperar
La reserva de bitcoin y la de activos digitales serán el tema principal de la convocatoria junto con la regulación del sector. El grupo de trabajo presidencial participará en el evento con los líderes de la industria

Donald Trump va camino de firmar un mes y medio en su segunda etapa dentro de la Casa Blanca, aunque parece que hayan pasado años. El ruido provocado por el presidente ha sido intenso en muchos ámbitos, pero se ha dejado notar especialmente en el plano económico. En este campo, su actuación ha ido desde la aplicación de los aranceles hasta sus múltiples medidas procripto. Este sector muestra sentimientos encontrados: gran euforia por el entorno favorable a los activos digitales, pero también temor ante la creciente especulación y volatilidad en el mercado, cuyo humor depende en parte de las declaraciones del magnate. Después de una orden ejecutiva e innumerables anuncios en redes sociales, este viernes se espera que la administración ponga orden a sus ideas en la primera criptocumbre de la historia en la Casa Blanca, en la que las reservas de bitcoin y de activos digitales acapararán todas las miradas.
“Entre los asistentes destacan fundadores, CEOs e inversores de la industria de las criptomonedas, así como miembros del grupo de trabajo sobre activos digitales. La cumbre será presidida por el zar de la inteligencia artificial y las criptomonedas, David Sacks, y administrada por el director ejecutivo del grupo de trabajo, Bo Hines”, informaron en un comunicado el pasado viernes. Aunque no han proporcionado más detalles sobre la convocatoria, algunos profesionales de la industria ya han revelado su asistencia.
Entre ellos, Michael Saylor, fundador y presidente ejecutivo de Strategy, la empresa que más bitcoin acumula en sus reservas: “Me han invitado a la cumbre de activos digitales en la Casa Blanca, organizada por el presidente”, dijo en X. Brad Garlinghouse, CEO de Ripple, el emisor de XRP, dio a entender que estará en el evento. “Aprecio la visión del presidente de una reserva de activos digitales representativa de la industria. El maximalismo es el enemigo del progreso de la industria (...) Sin duda seguiré defendiendo este tema cuando esté en Washington a finales de esta semana”, añadió. Matt Huang, cofundador de Paradigm, también ha confirmado su asistencia. “Espero discutir cómo Estados Unidos puede asumir un papel de liderazgo en la promoción de los principios de las criptomonedas y en el apoyo de los desarrolladores en ecosistemas como bitcoin, ethereum y solana”.
Esta cumbre es fundamental para una industria que durante años se ha considerado hostigada por los legisladores y los supervisores del mercado. De hecho, se trata del primer encuentro público entre el presidente, su grupo de trabajo y los líderes del sector para discutir sobre legislación e industria, destaca el inversor, fundador y CEO de Professional Capital Management, Antony Pompliano, en su boletín The Pomp Letter.
El principal tema de debate será la reserva estratégica de bitcoin y la de activos digitales que la administración anunció este viernes en su orden ejecutiva. Trump había adelantado el pasado domingo en Truth Social la creación de una reserva de activos digitales, sacudiendo el mercado con su declaración. De hecho, si bien durante su campaña electoral prometió en múltiples ocasiones la creación de una reserva de bitcoin, la semana pasada dijo que en ella se incluirían también otros activos: ethereum, solana, XRP y ADA (de Cardano). La integración de altcoins en el mix cogió desprevenida a la industria, aunque la orden ejecutiva sobre criptomonedas del 23 de enero ya hablaba de una reserva de activos digitales, sin especificar bitcoin. No obstante, la orden ejecutiva de este jueves detalla la creación de dos reservas separadas que incluirán bitcoin y criptomonedas incautadas por Gobierno federal en procedimientos penales y civiles.
La regulación será otro tema clave en esta cumbre. El sector pide desde hace tiempo una legislación sobre criptomonedas que establezca las reglas del juego para la industria y el papel de los supervisores: la SEC y la CFTC. En la orden ejecutiva de enero, la administración creó un grupo de trabajo para identificar las regulaciones existentes y suprimirlas en caso de considerarlas inadecuadas. Además, en un plazo de seis meses, deberá proponer una nueva regulación integral del sector. En el documento también se comprometió a “proteger y promover un acceso justo y abierto a los servicios bancarios para todos los ciudadanos y entidades del sector privado respetuosos de la ley”: de esta manera, busca revertir la desbancarización, es decir la limitación del acceso de empresas y profesionales a los servicios más básicos de los bancos, como abrirse una cuenta, que muchas startups y entidades criptos han denunciado vivir en estos años.
Aunque no ha cumplido con todas las expectativas que el sector cripto tenía depositadas en el presidente estadounidense, la política adoptada por Trump representa un giro de 180 grados respecto a la anterior administración. El magnate, que en el pasado se mostró crítico hacia este mercado, dejó a sus espaldas todas las dudas y abrazó de lleno al sector, hasta el punto de rodearse de figuras procripto en su administración. Más allá de Sacks, nombró a Scott Bessent como secretario del Tesoro, Howard Lutnick, como secretario de comercio, Elon Musk, encargado de presidir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, y Paul Atkins, a la presidencia de la SEC. El cambio en la cúpula del regulador ha sido el cambio más evidente, con la agencia desestimando en las últimas semanas decenas de investigaciones contra empresas cripto abiertas durante el mandato de Gary Gensler.
Pero su acercamiento al mundo cripto ha sido objeto de críticas. Los más escépticos subrayan las dudas sobre conflicto de intereses que involucran tanto al presidente como a su equipo, por su relación con la industria. El magnate lanzó la plataforma cripto World Liberty Financial el pasado septiembre y su memecoin $TRUMP en enero; además, miembros de la administración tienen exposición al mercado a través de sus inversiones personales o de sus empresas. Finalmente, también se critica la creciente politización y personalización del ecosistema en torno a su figura.