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La criptoreserva de EE UU dispara las alarmas sobre conflictos de intereses en la administración Trump

El zar de los activos digitales de la Casa Blanca, David Sacks, así como el presidente y varios miembros del gobierno tienen exposición a las divisas que prevé comprar el Gobierno estadounidense. Un gran inversor apostó 200 millones poco antes del anuncio de Trump

El presidente de EE UU Donald Trump, habla con Mike Johnson.

Conflicto de interés, insider trading, favoritismo...El anuncio de Donald Trump el pasado domingo sobre la creación de una reserva estratégica de activos digitales, que incluirá bitcoin, ethereum, solana, XRP y ADA (de cardano) ha hecho saltar las alarmas. No ha pasado desapercibido el manejo de los tiempos del republicano, en plenas caídas del mercado cripto agravadas por las tensiones geopolíticas y comerciales. Tampoco los movimientos de las grandes “ballenas” (individuos o entidades que poseen grandes cantidades de criptomonedas), que se han beneficiado del anuncio del republicano. Y menos los intereses de los miembros de la administración republicana, señalados en redes sociales por los más escépticos. “La selección de estos tokens corresponde con los principales activos que tiene la empresa del actual criptozar. Todo muy bien preparado”, señala una fuente del mercado.

David Sacks, nombrado zar de las criptomonedas y de la IA en la Casa Blanca, fundó en 2017 la firma de inversión Craft Ventures. En su portfolio destacan varias empresas cripto, como el custodio BitGo y la gestora de activos Bitwise, en la que figura como principal inversor. El pasado domingo, Hunter Horsley, CEO de Bitwise, compartió el anuncio de Trump y no disimuló su entusiasmo. “Las cinco principales participaciones del Bitwise 10 Crypto Index Fund ($BITW): 1. BTC 2. ETH 3. SOL 4. XRP 5. ADA”, tuiteó en X. ¿Coincidencia? Si bien es cierto que el fondo busca seguir el comportamiento de un índice compuesto por las 10 criptomonedas más valoradas, y las seleccionadas por Trump están entre las ocho de mayor capitalización, hay quien denuncia que se trata de un “nuevo nivel de corrupción”.

Estas criptomonedas ya han perdido la casi totalidad de las ganancias acumuladas el domingo, pero este nuevo impulso podría fomentar la entrada de más inversores y más adopción, favoreciendo a estos activos y a las empresas (e individuos) que invierten en ellos, como Bitwise y Craft Ventures. Como se puede leer en un artículo escrito por Sacks en 2018, el criptozar también invirtió en la firma de capital riesgo Multicoin Capital, muy relacionada con el ecosistema solana.

Ante las polémicas generadas por un posible conflicto de intereses, Sacks publicó un tweet en X asegurando que vendió todas sus criptomonedas (incluidas bitcoin, ethereum y solana) antes del inicio de la administración Trump. “Tenía una posición de 74.000 dólares en el ETF de Bitwise que vendí el 22 de enero. No tengo ‘grandes participaciones indirectas’. Proporcionaré una actualización al final del proceso de revisión ética” del gobierno, dijo.

Pero Sacks no es el único en tener intereses en el mundo cripto. Trump también es objeto de críticas, con unos 1.600 millones de dólares en criptomonedas, incluida ethereum, según datos de Arkham Intelligence. Además, su proyecto cripto World Liberty Financial ha ido acumulando activos en su cartera: entre estos destacan más de cinco millones en tokens de ether. A principios de febrero, Eric Trump, uno de los hijos del magnate y parte de este proyecto, tuiteó: “Es un gran momento para añadir ether a la cartera”. Su endorsement llegó hasta el punto que, en respuesta a este post, añadió: “Me podéis dar las gracias más tarde”. Media hora después, este comentario desapareció. Último, pero no menos importante, el hecho de que las memecoins presidenciales $TRUMP y $MELANIA están creadas y se negocian sobre la red Solana, algo que en su momento disparó su valor.

El listado de los miembros de la administración que invierten en cripto podría ser infinito. En su declaración financiera, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha declarado que posee entre 250.000 y 500.000 dólares, en el iShares Bitcoin Trust ETF, el fondo cotizado de BlackRock que replica el precio de bitcoin. Robert Kennedy, actual secretario de Salud, tiene entre uno y cinco millones en bitcoins. El vicepresidente, JD Vance, mantiene entre 250.000 y 500.000 dólares en criptomonedas, mientras Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia, entre 30.000 y 100.000 dólares en bitcoin, ethereum, solana y cronos. No obstante, el pasado enero declaró que “para evitar cualquier conflicto de interés“ desinvertirá lo antes posible y no después de 90 días de la fecha de su nombramiento sus inversiones cripto, entre otras.

A los miembros del gobierno, se suman también los intereses de quienes donaron fondos a la campaña electoral de Trump. Algunos históricos como Marc Andreessen e Ben Horowitz, cuya firma de capital riesgo Andreessen Horowitz (a16z) invierte en diferentes empresas cripto, entre ellas Coinbase, y mantiene en su portfolio ethereum y solana, según Arkham Intelligence. Entre los criptofieles que apoyaron a Trump y que ahora se benefician de sus decisiones procripto figura también Ripple, emisor de XRP, y Raj Gokal, cofundador de Solana, según Opensecrets.

‘Insider trading’

Al temor sobre el conflicto de intereses, se suman las preocupaciones de insider trading (uso de información privilegiada). El anuncio de Trump provocó subidas significativas en las criptomonedas mencionadas y algunas “ballenas” han salido muy beneficiadas. Medios especializados han identificado la billetera de una de estas, que tomó una posición larga (cuando un inversor está apostando a que el valor del activo subirá), con un apalancamiento de 50x en bitcoin y ethereum: por cada dólar que invirtió, estaba controlando 50 dólares en el mercado.

En este caso, el inversor utilizó cuatro millones de dinero propio, pero un apalancamiento de 50x le permitió controlar una posición de 200 millones. Después de abrir esta posición, el precio de los tokens subió impulsado por Trump, lo que le permitió cerrar sus operaciones con una ganancia de casi siete millones. Fuentes del mercado lo tildan de “escándalo”. Con Gary Gensler, la SEC ya estaría investigando, apuntan estas fuentes, que consideran que este movimiento no fue aleatorio: “Alguien habló de más”.

Ante estos temores, el papel de las autoridades es decisivo para investigar las malas conductas. No obstante, como se ha visto en las últimas semanas, el cambio de postura de la SEC, que ha desestimado múltiples investigaciones contra plataformas cripto, deja pensar que su supervisión será cada vez más laxa. “Tiene la oportunidad de demostrar que sigue siendo completamente independiente del gobierno y que desea castigar los comportamientos inadecuados en el mercado, en especial, en el mundo cripto. Honestamente, ¿lo van a hacer? No. El último bastión contra Trump es la Fed y veremos cuanto dura Powell”, señalan fuentes del mercado.

Omid Malekan, profesor adjunto de la Columbia Business School, es muy crítico sobre el proyecto de reserva estratégica y sobre las consecuencias que conlleva. “Creo que el trabajo del gobierno es establecer las reglas y regulaciones por las cuales diferentes empresas (o proyectos o monedas) compiten para tener éxito. No es elegir ganadores y perdedores. Hacerlo distraerá a los fundadores en esta industria de construir soluciones de calidad y los orientará hacia el cabildeo y la influencia política”, concluye. Asimismo, los principales partidos, incluso el republicano, critican que este proyecto use dinero de los contribuyentes para financiar la creación de una reserva de activos de alto riesgo en lugar de financiar la deuda nacional.



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