La losa de Nissan hunde a Renault, que pierde 11.185 millones en el primer semestre
El grupo francés, máximo accionista de la automovilística nipona, sacrificó sus cuentas de 2025 al cambiar la forma en que contabiliza su participación
Renault, el niño bonito del automóvil europeo el año pasado —fue el único que entonces no modificó a la baja sus previsiones en un contexto difícil— sufre ahora un golpe durísimo en sus cuentas por el efecto Nissan. Su participación en la nipona, de la que es el máximo accionista, la ha hundido en unas pérdidas de 11.185 millones en el primer semestre de 2025. Esto se debe no solo al momento crítico que vive su histórico socio, sino también a que Renault modificó la manera en que cuenta su presencia en la japonesa en sus propios resultados. Solo ese movimiento le ha costado unos 9.300 millones, pero a cambio dejará de lastrar sus cuentas venideras.
“A partir de ahora, cualquier variación en el justo valor de la participación en Nissan (estimado sobre la base del precio de cotización de Nissan) se contabilizará directamente en el patrimonio neto, sin impacto en el resultado neto de Renault. El grupo seguirá beneficiándose de cualquier dividendo que Nissan pueda pagar en el futuro”, ha explicado la compañía francesa en un comunicado, que ha resaltado que esta pérdida no afecta al cálculo del dividendo de Renault a sus accionistas. A esos 9.300 millones se suman otros 2.300 millones en pérdidas, por lo que Nissan le ha costado un total de 11.600 millones a Renault en sus cuentas semestrales. Sin el impacto negativo de la nipona, la francesa hubiese ganado 461 millones, lo que supone un desplome del 68,6% respecto a hace un año.
“Pensamos que Re:Nissan [el nuevo plan estratégico de la compañía japonesa para salir a flote] es apropiado y necesario para la sostenibilidad de la empresa. Creo que en este punto todos los accionistas tenemos que apoyar el plan y a la dirección de Nissan. Tenemos confianza en el equipo de Iván Espinosa [el CEO de Nissan]”, ha dicho François Provost, en su primer encuentro con la prensa internacional este jueves como nuevo consejero delegado del grupo Renault. Provost, que viene de ser el director de compras, asociaciones y asuntos públicos de la compañía, era uno de los grandes favoritos —como informó CincoDías en una entrevista con él en junio— para ocupar el cargo que dejó vacante Luca de Meo, quien se marchó a dirigir Kering, un gigante del sector del lujo.
En la reunión con los medios también participó Jean-Dominique Senard, presidente de la compañía del rombo y de la alianza que esta mantiene con Nissan y Mitsubishi, quien ha afirmado que Renault “hará todo lo que pueda para ayudar a Nissan” a salir del atolladero en el que se encuentra. Solo entre abril y junio —el primer trimestre del ejercicio fiscal japonés—, Nissan perdió 677 millones de euros, lo que le convierte en el paciente más crítico del difícil momento que viven los fabricantes de automóviles tradicionales en el mundo, con la fuerte competencia proveniente de China y el paso al vehículo eléctrico. “Sigue siendo un socio clave para nosotros. Nunca hemos tenido tantos proyectos conjuntos con Nissan como hasta ahora”, ha añadido Senard.
“Estoy convencido de que Renault tiene todos los fundamentos para tener éxito: equipos comprometidos, un plan de producto sólido, una posición clara de las marcas y una organización innovadora. Nuestros resultados de la primera mitad, en un mercado difícil, no se alinean con nuestras ambiciones iniciales. Ya hemos puesto en marcha una serie de medidas para cumplir nuestros objetivos. Sin embargo, la rentabilidad de Renault sigue siendo una referencia en nuestra industria y estamos decididos a mantener este estándar. La hoja de ruta es clara: garantizar la continuidad en nuestra estrategia al tiempo que se acelera nuestra transformación”, ha señalado Provost en un comunicado previo al encuentro con la prensa.
En cuanto a la cifra de negocios del grupo, Renault facturó entre enero y junio un 2,5% más, hasta los 27.640 millones de euros, mientras que su margen operativo se redujo en 2,1 puntos porcentuales, hasta el 6%. El resultado operativo, por su parte, fue negativo en 8.404 millones de euros.
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