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Los aranceles tumban el beneficio de Seat, que cae un 90% en el primer semestre

La rentabilidad también se vio afectada por factores adversos como el aumento de costes de materiales o la mayor competencia en mercados clave

Fernando Belinchón

El viento en contra de la guerra arancelaria desatada en toda su potencia durante el segundo trimestre del año frena en seco al motor europeo, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que los coches son uno de los productos que soportan un arancel especial en Estados Unidos y que también son objeto de un gravamen extra en la UE cuando proceden de China. Desde el pasado 3 de abril, EE UU les aplica un 25% de tarifa adicional, en el caso de Bruselas, la carga es de hasta un 45% cuando es un coche eléctrico procedente del gigante asiático. Entre tanto, una de las víctimas de este tira y afloja comercial sobre ruedas es la marca española Seat.

Seat, que aglutina bajo su paraguas a los propios coches Seat y a la marca Cupra, cerró el primer semestre del año con un beneficio operativo de 38 millones, lo que supone un 90,6% menos que hace un año, cuando se situó en 406 millones. Más que por culpa de las tarifas impuestas desde la Casa Blanca, la empresa achaca este paso atrás a factores como el impacto de los aranceles europeos impuestos al vehículo Cupra Tavascan, que produce en China.

Según se desprende de las cuentas de Volkswagen (VW) hasta junio, divulgadas este viernes, los aranceles continúan penalizando la rentabilidad de Seat, que también se vio afectada por otros elementos adversos como el aumento de costes de materiales o la mayor competencia en mercados clave, en un entorno en el que la irrupción del coche eléctrico se desarrolla a distintas velocidades, con el mercado chino apostando fuerte, y a precios más ajustados, para imponer sus modelos.

Seat ya registró una caída del resultado operativo en el primer trimestre del año, en aquel caso del 97,7%, hasta los 5 millones, por el impacto de los aranceles, ya que, como se ha demostrado, en el caso de la enseña española, le afecta más la batalla comercial entre Europa y China que el frente abierto por Donald Trump desde Estados Unidos en primavera.

Los ingresos se reducen un 2%

Además de la caída de los beneficios, Seat también ha visto como sus ingresos se reducían pese a un incremento de precios. En concreto, las ventas de vehículos de la marca le proporcionaron a la firma unos ingresos de 7.598 millones de euros en los seis primeros meses, un 2% menos. En lo que a entregas se refiere, que en los primeros seis meses la filial española de VW vendió 322.000 vehículos, un 6,4% menos. Las cuentas precisan que estas ventas incluyen también las del Audi A1, que se fabrica en la planta de Martorell (Barcelona).

Sin embargo, la compañía ya dijo hace algunas semanas que, sin contar el Audi A1, las ventas de vehículos Seat y Cupra crecieron un 1,7% en el primer semestre del año en comparación con el mismo período de 2024 y alcanzaron los 302.600 vehículos, por el empuje de Cupra, que compensó la bajada en ventas de coches de la marca Seat, según informa Efe.

Mientras tanto, Seat sigue conversando con Bruselas para intentar rebajar los aranceles europeos impuestos al Cupra Tavascan, el vehículo eléctrico que produce en China, ya que, según ha advertido en varias ocasiones, este problema puede acabar repercutiendo sobre la producción en la planta de Martorell (Barcelona). Estos aranceles de la UE a la importación del Cupra Tavascan suman actualmente un 30,7%, del cual un 10% ya estaba previsto anteriormente y un 20,7% se ha fijado de forma adicional.

Actualmente, la firma opera sin tener un consejero delegado definitivo. Markus Haupt lidera Seat desde finales de marzo, pero lo hace en calidad de consejero delegado interino tras la marcha de Wayne Griffiths, una salida que añadió otro flanco de turbulencias que se suman a las puramente económicas.

La balanza se inclina más hacia Skoda

Además de la pérdida de tracción económica y de la falta de consolidación en la cúpula, Seat enfrenta otro problema: los números que ha registrado Skoda siguen inclinando el balance de poder dentro del grupo Volkswagen hacia la enseña checa. Pensada para proveer una suerte de gama de acceso dentro de Volkswagen, mismo segmento que históricamente venía ocupando Seat y que desde 2023 trata de abandonar en pos de un tipo de vehículo más premium de la mano de Cupra, los aranceles que soporta el Tavascan añaden dificultad al giro planeado para Seat y, entre tanto, Skoda sigue comiéndole terreno.

En total, Skoda ha vendido 582.000 vehículos, un 6,3% más que en el mismo periodo de hace un año, sobre todo, debido a la fuerte demanda que han tenido sus SUV eléctricos. Los ingresos de Skoda crecieron un 10,4% hasta 15.100 millones de euros y su resultado operativo mejoró un 11,83%, quedando en 1.285 millones de euros. El futuro de Seat sigue siendo un misterio.

El próximo 18 de septiembre se cumplirán siete años sin que Seat presente ningún nuevo modelo y es la única marca europea sin ni un solo coche 100% eléctrico en su catálogo, aunque sí que dispone de versiones híbridas. En un principio, el anterior consejero delegado pensó en convertir a Seat en una marca centrada en micromovilidad bajo el nombre de Seat Mó con motos y patinetes. Este nuevo volantazo también descarriló cuando el propio Griffiths cerró la división hace un año por no ser rentable.

Seat emplea a más de 14.000 profesionales y tiene tres centros de producción en España -Martorell, El Prat de Llobregat y Barcelona-, donde fabrica el Seat Ibiza, el Seat Arona, el Seat León y el Cupra Formentor. Más allá de nuestras fronteras, el Cupra Born se fabrica en Alemania, el Cupra Tavascan en China, el Cupra Terramar en Hungría y el Seat Ateca se ensambla en la República Checa.

El beneficio del grupo Volkswagen también frena

Por su parte, el conjunto del grupo Volkswagen ha comunicado igualmente que obtuvo un beneficio neto atribuido de 4.005 millones de euros de enero a junio, un 36,6% menos que un año antes, “en un entorno muy difícil”. Volkswagen informó este viernes de que el resultado operativo entre enero y junio se situó en 6.707 millones de euros, un 32,8% menos que hace un año, por lo que la rentabilidad operativa sobre las ventas bajó hasta el 4,2% (6,3% en el primer semestre de 2024). La facturación prácticamente se mantuvo estable en el primer semestre en 158.364 millones de euros (-0,3%).

Pero ha revisado a la baja sus pronósticos de beneficio debido a la política de aranceles de EE UU y el mal resultado de Porsche y Audi. Volkswagen prevé en 2025 una rentabilidad operativa sobre las ventas de entre el 4% y el 5%, hasta ahora había pronosticado entre un 5,5% y un 6,5%.

Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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