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El beneficio operativo de Seat se desplomó un 97% en el primer trimestre por el impacto de los aranceles

El fabricante de los coches de Seat y Cupra acusa la caída de la rentabilidad y pasa de un resultado operativo de 226 millones a cinco millones entre enero y marzo

La planta de Seat y Cupra en Martorell, en una imagen del pasado mes de marzo.
Josep Catà Figuls

En el primer trimestre de este año se rompió el espejismo de que Seat era de los pocos activos del grupo Volkswagen que resistía el vendaval de los aranceles y de la competencia del coche eléctrico chino. Según se desprende de los resultados financieros que el grupo alemán ha hecho públicos este miércoles, correspondientes al periodo entre enero y marzo, Seat obtuvo un beneficio operativo de solo cinco millones, un 97,7% menos que el mismo periodo del año anterior, cuando cosechó un resultado operativo de 226 millones. En este lapso temporal, la entrega de vehículos de las marcas Seat y Cupra cayó en 6.000 unidades, hasta los 158.000 coches entregados, pero la facturación creció un 2,4% hasta los 3.895 millones de euros. Pese a este avance en las ventas, es la caída de la rentabilidad lo que ha comprometido el resultado: a causa de los aranceles que impone la Unión Europea al Cupra Tavascan que se fabrica en China, y a causa de la competencia de los utilitarios chinos eléctricos.

Ya lo avisó el entonces presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, en la rueda de prensa de resultados de 2024 celebrada el pasado mes de marzo: la rentabilidad de las marcas de Seat S.A. está estancada y será el gran problema para este año. Unos días después, Griffiths cesaba en el cargo entre incógnitas sobre el motivo de su salida y sobre cómo será la sucesión de la persona que impulsó la marca Cupra precisamente para relanzar la rentabilidad del fabricante español. Su sustituto provisional es Markus Haupt, hasta que el consorcio alemán decida uno definitivo —que podría ser él mismo—.

El detalle sobre las cuentas trimestrales de Seat no se conocerá hasta el viernes, ya que primero se publican las del grupo Volkswagen y luego las de las filiales. Pero la explicación no variará: la caída de la rentabilidad se debe, explican fuentes de la compañía española, a una combinación de factores. Por un lado la competencia de los coches eléctricos de fabricantes chinos, que son mucho más baratos y hacen perder rentabilidad a los coches fabricados en Europa, pese a que las mismas fuentes explican que ha aumentado mucho en los últimos tiempos el número de vehículos eléctricos que entrega Seat. Y por otro lado el efecto de la normativa que precisamente persigue luchar contra la competencia china: los aranceles que la Unión Europea impuso a los coches chinos, por entender que su precio más barato se debe a que están subvencionados por el Gobierno asiático, tiene un impacto sobre Seat, ya que una de sus grandes apuestas, el modelo Cupra Tavascan, se fabrica precisamente en China, y por lo tanto sufre los aranceles.

En los doce meses de 2024, Seat obtuvo un resultado operativo récord de 633 millones de euros, un 1% más que el año anterior, pero pese a este éxito Griffiths ya avisó de que venían curvas: la rentabilidad de los coches vendidos se había estancado en un 4,4%, el mismo valor que el año anterior, con lo que el fabricante español no logró llegar al objetivo del 5%. “No podemos seguir así. Asumir las pérdidas no es una alternativa. Las discusiones con las administraciones en España y en Bruselas van en buena dirección, entienden nuestro problema, pero hasta ahora no hemos encontrado la solución”, explicó entonces Griffiths, quien ya había alertado de que esta pérdida de rentabilidad, combinada con el impacto de los aranceles al Tavascan, puede tener un efecto sobre el empleo.

Si la compañía tiene que dejar de producir coches eléctricos en China porque no le sale a cuenta, tendrá que dejar de producir los coches de combustión en España que puede fabricar según las normas europeas de emisiones contaminantes porque los compensa con los eléctricos. Y ello, según dijo Griffiths, puede tener un impacto de 1.500 despidos en Martorell. Ahora será Haupt, o quien definitivamente asuma el mando, quien tendrá que lidiar con esta situación. “Nos vamos a enfocar en la eficiencia de costes y en mejorar la rentabilidad”, apuntan fuentes de Seat.

En conjunto, el grupo Volkswagen en el primer trimestre creció un poco en ventas (+2,8%) y en coches entregados (+1,4%), pero el resultado operativo ha caído un 36,9%.

Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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