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Bankinter busca comprar las residencias de estudiantes de Brookfield a través de su banca privada

La entidad presenta una oferta por Livensa, plataforma valorada en alrededor de 1.200 millones

La consejera delegada de Bankinter, Gloria Ortiz, durante la presentación de los resultados del primer semestre del año.
Alfonso Simón

Bankinter prepara otro vehículo inmobiliario para sus clientes de banca privada, con el que ya ha entrado en el mundo hotelero, logística y superficies comerciales. En este caso, el banco ha presentado una oferta por Livensa, la plataforma de residencias de estudiantes en España del fondo Brookfield, una cartera valorada en alrededor de 1.200 millones de euros, lo que la sitúa como una de las grandes transacciones en el sector en los últimos años.

El banco que tiene a Gloria Ortiz como consejera delegada es uno de los interesados en hacerse con la plataforma y ha presentado ya su puja vinculante, adelantan fuentes del sector inmobiliario a Cinco Días. No sería la primera vez que Bankinter ganase un proceso de este tipo. De hecho en 2021 se hizo con la cartera inmobiliaria logística llamada Montepino, valorada también en alrededor de 1.200 millones y que actualmente es una socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) que cotiza en la Bolsa parisina de Euronext. Desde la entidad financiera prefieren no hacer declaraciones sobre el proceso de venta de Livensa.

La entidad financiera, a través de Bankinter Investment, ha creado 28 vehículos de este tipo desde 2016 en los que se anima a invertir a sus clientes de banca privada. Alrededor de 14.700 inversores ya lo han hecho, con 5.100 millones de capital comprometido y 1.100 millones de dividendos distribuidos, según se desprende en el documento de resultados del banco.

En todos estos vehículos Bankinter sigue el mismo modelo. Busca un socio experto en el campo en el que invierta y, además, el banco toma una pequeña participación junto a sus clientes. Además del inmobiliario ha entrado en la logística (el vehículo llamado Montepino junto al gestor Valfondo), hoteles (con Atom junto a GMA Corporate), superficies comerciales (Ores con Sonae), vivienda en alquiler (Palatino junto a Vía Ágora), además de otros destinados al capital riesgo, renovables e infraestructuras. La entidad financiera, de hecho, ya entró en el negocio de las residencias de estudiantes a través de la empresa LIV Student, para lo que constituyó el fondo de capital riesgo VStudent Aulis y en asociación con Valeo Groupe.

Aunque algunas fuentes del sector dan como favorito a Bankinter, Brookfield todavía no ha comunicado a todos los interesados con qué compañía seguirá en exclusividad después de las pujas vinculantes. En este proceso, el gigante canadiense está asesorado por Eastdeal y Morgan Stanley. Entre los interesados por el proceso, desde el sector se ha señalado también al fondo canadiense CPPIB, el gigante del capital riesgo KKR; el fondo inmobiliario Greystar, y el operador Global Student Accomodation, en este caso pujando con recursos de JP Morgan. Otros candidatos, como Axa y Hines finalmente no habrían realizado ofertas, según las fuentes consultadas. De momento, se desconoce si las ofertas han llegado a los 1.300 millones que inicialmente deseaba Brookfield o a se acercan más de los 1.000 millones con los que el sector valoraba ese portfolio.

La gestora de Toronto, que tiene a Alberto Nin como responsable inmobiliario, comenzó su apuesta por esta actividad en España en 2018 con la constitución de la empresa Livensa Living. El plazo habitual de desinversión de este tipo de fondos suele ser precisamente de siete años. El mercado esperaba la salida a la venta de esta plataforma de residencias, la mayor en cuantía en los últimos años, desde el pasado año, tal como avanzó Cinco Días.

Livensa cuenta con 22 residencias de estudiantes y varios proyectos para una cartera de 9.000 plazas, de las que casi 8.200 estaban ya operativas el pasado año. Para 2025 se espera que sume otras 538 camas en Barcelona. La firma tiene 10 proyectos de construcción en su cartera inmediata. Entre su oferta también se incluye Livensa Studios, la marca de lo que se conoce comoflex-living -edificios de alquiler con hasta 12 meses de arrendamiento con distintos servicios comunes y que también es utilizado por alumnos-.

La marca de Brookfield es la tercera mayor en España del sector de las residencias de estudiantes, tras RESA (propiedad del fondo neerlandés PGGM) y MiCampus, del fondo Stoneshield (gestionado por Juan Pepa y Felipe Morenés).

Este proceso de venta de Livensa es el segundo mayor que actualmente se negocia en España en el mercado inmobiliario, solo superado por la intención de Blackstone de desprenderse de la hotelera HIP por más de 6.000 millones, en un movimiento que podría hacerse tanto como una transacción como una salida a Bolsa, tal como avanzó Cinco Días en enero.

La operación de Livensa fue la que más interés despertó entre los inversores internacionales en la feria inmobiliaria Mipim celebrada en marzo en Cannes (Francia), según indican asistentes a ese foro europeo. Y es que esta transacción cumplía varios requisitos que levantan el apetito de posibles compradores: una operación en España (el mercado que se mostró más atractivo en ese encuentro), el sector de las residencias de estudiantes con todavía posibilidad de crecimiento y, por último, una transacción de suficiente tamaño que atrae a las mayores firmas mundiales.

Sobre la firma

Alfonso Simón
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.
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