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ACS lanza la división Digital y Energía para abrir a un socio un 50% en los negocios de centros de datos y renovables

El grupo se prepara para invertir 6.000 millones hasta 2030 sin elevar la deuda ni penalizar el dividendo

El consejo de ACS durante la junta de accionistas celebrada esta mañana en Madrid.
Javier F. Magariño

Los primeros ejecutivos de ACS, el presidente Florentino Pérez y el consejero delegado Juan Santamaría, se han presentado este mediodía ante la junta de accionistas exhibiendo músculo para aprovechar las oportunidades de crecimiento y con novedades en lo que toca a la estructura de la compañía. ACS ha creado una nueva división, Digital & Energía, para encauzar la creciente actividad en infraestructuras digitales y energías renovables. Esta nueva área se abrirá a un socio que apoye en el desarrollo de proyectos.

Digital & Energía va a ser la plataforma en que se acomode la actividad de promoción de centros de datos, con 2 GW en ejecución y 4 GW a la vista, y de energías renovables. Santamaría ha adelantado que hay conversaciones con potenciales socios, tanto de perfil industrial como financiero, para ceder el 50%. El modelo de gestión será similar al de la concesionaria Abertis, que ACS comparte a partes iguales con la italiana Mundys. En el caso de Digital & Energía, el aterrizaje de un inversor debería producirse este mismo año, según ha explicado el ejecutivo.

Durante su intervención ante los accionistas, Santamaría se ha referido a una capacidad de inversión por parte de ACS de “aproximadamente 1.000 millones de euros anuales hasta 2030 para acometer inversiones futuras que nos permitirán capitalizar las oportunidades que nos brinda el mercado. Es decir, 6.000 millones de euros para los próximos seis años”. El consejero delegado se ha comprometido ante los accionistas a que estos niveles de inversión sean ejecutados “sin incrementar nuestro endeudamiento y manteniendo la atractiva remuneración a nuestros accionistas”.

La intención de la mayor firma española de infraestructuras es aprovechar la creciente contratación de proyectos relacionados con los sectores de la defensa, sanitario, infraestructura digital o de energía, además de las infraestructuras de transporte.

En esta línea estratégica, ACS ha constituido la citada división Digital & Energía “para liderar el desarrollo e inversión en proyectos digitales y ligados al sector de la demanda energética”. Se persigue cuota de mercado en la transformación tecnológica y la sostenibilidad energética.

Hasta ahora, el grupo ACS cuenta con tres patas de negocio: Soluciones Integrales, formada por Turner y Cimic; Ingeniería y Construcción, compuesta por Hochtief, Dragados y su filial en Norteamérica FlatironDragados, e Infraestructuras, que incluye Abertis e Iridium. También está en puertas el lanzamiento del proyecto GEN, “creado con la participación de 2.000 ingenieros con oficinas conectadas y recursos en todo el mundo”, según Santamaría, “con el propósito de aportar sus mejores prácticas y experiencia a nuevos mercados, sectores y clientes de todo el mundo”.

Sobre la fuerte exposición al mercado estadounidense de la construcción, en la compañía dicen estar tranquilos con la política arancelaria de la administración Trump. Con rendimiento asegurados en los contratos de construcción, a través del modelo colaborativo, a la española le preocupa, en todo caso, la evolución del dólar, divisa en la que obtiene un alto porcentaje de sus ingresos.

El margen del grupo para invertir se apoya en la generación de caja, de 2.100 millones en 2024, y en una deuda financiera neta de menos de 0,3 veces el ebitda (beneficio bruto de explotación) consolidado del grupo. Florentino Pérez ha repasado ante los inversores una historia de 25 años en los que ACS ha sido capaz de consolidarse en Estados Unidos, Canadá, Australia, Asia-Pacífico y Europa: “Hemos multiplicado por 15 nuestra facturación, hasta 41.600 millones, y este año la previsión es superar los 45.000 millones”.

A la diversificación geográfica se suma la del propio negocio, con énfasis en estos momentos en las infraestructuras digitales y las de transportes adaptadas al cambio climático. ACS se ha hecho ya con una cartera de más de 2 gigavatios (GW) de proyectos de centros de datos en desarrollo, teniendo identificadas oportunidades para otros 4 GW adicionales en Europa, Australia y Estados Unidos.

Dentro de los 41.600 millones ingresados por ACS el año pasado, los segmentos de infraestructura digital, biofarmacia y sanidad crecieron un 21% respecto a 2023. Precisamente, el presidente Pérez ha remarcado durante su intervención a la adjudicación en diciembre de la construcción del nuevo centro de datos de Meta en Louisiana (EE UU), con un plan de inversión por parte de la tecnológica de 10.000 millones de dólares.

Solo un accionista ha tomado la palabra durante la reunión, preguntando sobre cómo mejorar lo que considera un escaso margen de beneficio neto: más de 800 millones de euros sobre 41.600 millones en ventas. En respuesta, el consejero delegado se ha referido a los avances en la contratación de proyectos, especialmente los de base tecnológica, con mayores márgenes y riesgos aún acotados.

Otra estrategia en marcha es la de desarrollar capacidad minera tanto en España como en el resto de Europa a la vista de que la UE busca autonomía en la obtención de minerales estratégicos. ACS es especialmente fuerte en minería en Australia, a través de Thiess, pero también tiene actividad en Portugal o Alemania.

CriteriaCaixa, un socio a largo plazo

Florentino Pérez ha subrayado la entrada de CriteriaCaixa en el capital y la presencia de su presidente, Isidro Fainé, en el consejo de ACS. Fainé ha excusado su presencia en la junta celebrada en Madrid y ha sido su nuevo número dos, Francisco Reynés, quien ha acudido a la reunión de accionistas del grupo de infraestructuras. Pérez ha agradecido la confianza de Criteria y su apuesta a largo plazo, de la que ya saca importantes réditos. “Es un auténtico privilegio para nosotros poder contar con CriteriaCaixa como socio estratégico. Estamos muy satisfechos de haber incorporado a un accionista que cree en el largo plazo, que comparte la visión de nuestro proyecto y, sobre todo, está comprometido con la sociedad”. La entidad se hizo con un 9,4% de ACS en mayo del año pasado con una inversión cercana a los 1.000 millones, convirtiéndose en segundo accionista tras el propio Florentino Pérez.

La junta de accionistas ha dado el visto bueno a la propuesta de dividendos del consejo. En este caso se aumentará capital por un máximo de 600 millones de euros para atender dos dividendos flexibles. Estos se entregarán previsiblemente el próximo julio, con un dividendo complementario que el año pasado fue de 1,555 euros por título, y en febrero del próximo año.

ACS tiene previsto ejecutar en los tres próximos meses una primera ampliación por un máximo de 475 millones de euros, y en el primer trimestre de 2026 habrá una segunda que no excederá los 125 millones de euros. El importe de las ampliaciones está un 5,4% por debajo de las aprobadas el año pasado.

En la reunión de accionistas también se ha ratificado el nombramiento de Isidro Fainé como consejero dominical de ACS, y la reelección de Carmen Fernández y de José Eladio Seco como consejeros independientes. Por último, se ha aprobado la política de remuneración de los consejeros y el informe de gestión del consejo.

Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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