ACS ficha como asesora a la ex secretaria de Estado de Transportes Pardo de Vera pasados los dos años de incompatibilidad
La que también fue presidenta de Adif tuvo que renunciar a su cargo de número dos del ministerio en febrero de 2023
La que ha sido durante años figura clave en la obra pública española, la ex secretaria de Estado de Transportes Isabel Pardo de Vera (Lugo, 1975), ha recalado en ACS como consultora senior. Desligada de la primera línea de gestión pública desde febrero de 2023, la que también ocupó la presidencia de Adif (2018-2021) ficha por el mayor grupo español de infraestructuras, según fuentes cercanas a las conversaciones, para apoyar su digitalización. Tanto el cargo externo como la función principal, apartada de la contratación y ejecución de obras, buscan eludir la imagen de conflicto de interés que, por plazo, ya no se daría.
La contratación, adelantada esta mañana por El Confidencial, se produce cuando esta ingeniera de caminos con larga trayectoria especialmente en el sector ferroviario ha acudido este mismo mes al Tribunal Supremo para declarar como testigo en el caso Koldo, que afecta ya al exministro José Luis Ábalos y que comenzó por la supuesta participación de su asesor Koldo García en una trama corrupta relacionada con la compra de mascarillas durante la pandemia. El medio digital cifra en 400.000 euros la nueva nómina de la ex alto cargo.
Pardo de Vera ya estuvo a punto de liderar en diciembre de 2023 la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (Asval), organización en la que se integran fondos como Blackstone y Ares, lo que causó fuerte revuelo mediático por su anterior condición de secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Por entonces necesitaba el aval de la Oficina de Conflictos de Interés (OCI) y, por tanto, el beneplácito del Gobierno. Finalmente renunció al puesto.
Los altos cargos de la Administración General del Estado tienen fuertes limitaciones para prestar servicios en entidades privadas durante dos años desde la fecha del cese. Y Pardo de Vera se vio obligada a dejar su despacho de número dos del Ministerio de Transportes a finales de febrero de 2023. Por tanto, el plazo de dos años en el que tendría incompatibilidad para trabajar en el sector privado de las infraestructuras ha expirado días atrás.
Hasta ahora, Isabel Pardo de Vera ha estado obligada a comunicar a la OCI cualquier nuevo destino, especialmente si la empresa en cuestión ha podido resultar afectada por decisiones en las que haya participado, tal y como marca el artículo 15 de la Ley 3/2015.
Su nombramiento como secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se produjo en sustitución del socialista Pedro Saura y a propuesta de la anterior ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Antes de ese salto en su carrera, ocupó la presidencia de Adif, compañía en la que ingresó en el año 2007 a través de una Oferta de Empleo Público y después de haber pasado por el sector privado de la ingeniería y consultoría de proyectos de infraestructuras ferroviarias y de carreteras.
Empresas de ACS, liderada por Florentino Pérez y Juan Santamaría, se encuentran entre las mayores contratistas de la citada Adif, en la que Pardo de Vera desempeñó hasta 2015 la Dirección de Obra y fue Jefe de Infraestructura y Gerente de Área en la construcción de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia. Al término de ese año, pasó a ser directora de Movilidad e Infraestructuras de la Diputación de Pontevedra. Y en 2016 se reincorporó a Adif, llamada por la ministra del PP Ana Pastor, como Directora General de Explotación y Construcción, además de asumir la dirección de Adif Alta Velocidad hasta su nombramiento como presidenta en 2018.
La dimisión como secretaria de Estado se produjo junto a la salida del entonces presidente de Renfe, Isaías Táboas y en medio de la crisis de los trenes de Cercanías que, por su diseño, no iban a caber en los túneles de Asturias y Cantabria. Una vez presentada la renuncia, Pardo de Vera dijo no tener “apego al puesto”. También defendió que “nunca se han fabricado trenes que no cabían por túneles y nunca se ha desperdiciado ni un solo euro”.
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