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Ineco busca la entrada española en el plan ferroviario de 35.000 millones de Marruecos

La ingeniería pública aspira a gestionar la obra civil de la línea de alta velocidad Kenitra-Marraquech, estimada en más de 3.000 millones

Uno de los trenes de alta velocidad de la línea de alta velocidad marroquí Al Boraq.
Uno de los trenes de alta velocidad marroquí Al Boraq.ONCF

Expectación y dudas, a partes iguales, entre ingenierías y constructoras españolas ante el ritmo que toma el plan de ampliación de la incipiente red de alta velocidad ferroviaria de Marruecos. La ingeniería pública Ineco participa en la fase final para hacerse con la asistencia a la Oficina Nacional del Ferrocarril (ONCF) en el diseño del proyecto y dirección de la primera línea. Algunos medios locales la dan como ganadora ante la francesa Egis.

En juego hay decenas de millones en labores de ingeniería para enlazar en alta velocidad las ciudades de Kenitra (al norte de Rabat) y Marraquech. El eje se estima en 3.000 millones en obra civil y sistemas de seguridad, aunque no hay cifras oficiales aún. El trazado tiene 430 kilómetros y es una de las mayores iniciativas en el país tras la construcción del superpuerto de Tánger Med, hace dos décadas en el Estrecho, y las obras, ahora en ejecución, de los puertos de Nador West Med y Dajla Atlántico. La extensión de la alta velocidad es clave en la Estrategia Ferroviaria Marruecos 2040, presupuestada en 375.000 millones de dirhams (unos 35.230 millones de euros) entre infraestructuras de altas prestaciones y líneas de cercanías e interregionales.

Ineco llevaría ventaja, según adelantó el diario digital Le Desk y han informado el viernes otros medios marroquíes. Su oferta estaría un 6% por debajo del presupuesto galo. De darse un resultado favorable, la compañía dependiente del Ministerio de Transportes, que ya se apuntó en marzo el diseño del aeropuerto internacional de Casablanca, se convertiría en punta de lanza para referencias españolas.

Fuentes del sector afirman que hay constructoras de tamaño mediano, no así las cotizadas, estudiando sus posibilidades en el nuevo eje de alta velocidad. Para las ACS, Ferrovial, Sacyr, FCC, Acciona u OHL, Marruecos está fuera del mapa de destinos estratégicos, pero no dejan de mirar los proyectos ferroviarios de calado.

Ineco tenía como tercer rival a la libanesa Dar Al Handasha, descartada en una fase anterior, mientras que Egis cuenta con presencia previa en la línea como autora de los estudios topográficos. Además de su experiencia en la red española de alta velocidad, la ingeniería ha podido presentar las credenciales de la línea Medina-La Meca, en Arabia Saudita, o su participación en otros proyectos internacionales como el Rail Baltica, el HS2 británico y el Texas Bullet Train de EE UU. Este mismo viernes ha anunciado la entrada en el plan australiano de alta velocidad.

La ONCF también tiene lanzado el concurso de obras de la Kenitra-Marraquech, dividido en lotes; ha iniciado la planificación de la línea Marraquech-Agadir, para cuyos trabajos preliminares ha fichado a la china CRDC, y está adjudicando los proyectos de estaciones, como la Hay Riad de Rabat.

La construcción española compite bien al otro lado del Estrecho por las infraestructuras de gestión del agua. Acciona estudia oportunidades tras hacerse en Casablanca con el desarrollo de la mayor desaladora de África. Aqualia (FCC) también tiene presencia en el tratamiento de aguas residuales. Pero el mercado de infraestructuras de transporte está copado por empresas francesas y referencias locales, además del creciente interés chino.

Entendimiento entre países

Marruecos abrió un primer corredor de alta velocidad entre Tánger, Kenitra (al norte de Rabat) y Casablanca. La intención es seguir hacia el sur. El contrato de ingeniería al que aspira Ineco fue licitado en febrero, coincidiendo con el viaje del presidente Pedro Sánchez a Rabat, donde se reunió con el rey Mohamed VI y destacó que las infraestructuras que plantea construir Marruecos para el Mundial 2030 deben ser vistas como una “oportunidad”. Un mes más tarde, el ministro de Transportes, Óscar Puente, expresó en la capital marroquí el interés de España en participar en la expansión y modernización ferroviaria. “Dominamos las tres características para que un proyecto salga adelante: somos buenos, bonitos y baratos”, se ufanó en Rabat el ministro español. De ese viaje, el Ministerio destacó el refuerzo del memorando de entendimiento en materia de infraestructuras y transporte firmado en 2023.

La ONCF busca conectar en tren 43 ciudades, una docena de puertos y 15 aeropuertos internacionales. El propósito es que el 80% de la población de Marruecos tenga acceso cercano a este modo de transporte en 2040, desde el 50% actual. La planificación incluye la construcción de 1.300 kilómetros en alta velocidad y 3.800 kilómetros en corredores convencionales. El país fue pionero en África con la alta velocidad al poner en operación los 323 kilómetros de la línea Al Boraq en 2018, uniendo Tánger y Casablanca en algo más de dos horas de viaje. La ingeniería que asesoró a la ONCF fue Egis.

España aspira a sacar partido del clima de acercamiento diplomático con Marruecos tras el giro de Sánchez, dos años atrás, a favor de la tesis de Rabat de autonomía para el Sáhara Occidental bajo su soberanía. El enfriamiento de relaciones entre París y Rabat —afectadas por la aproximación de Francia a Argelia, rival regional de Marruecos que respalda al Frente Polisario, defensor de la independencia del Sáhara— pone ante las compañías españolas una buena posición de salida en los contratos públicos.

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