Mercedes-Benz parará la producción 17 días en Vitoria entre abril y mayo
La empresa alega una caída de la demanda en Europa y razones técnicas
La caída de la demanda en Europa del mercado de automoción, al que la fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria dirige gran parte de su producción, está detrás de la decisión de la marca de la estrella de parar hasta 17 días la actividad de las instalaciones alavesas durante los meses de abril y mayo. También razones técnicas aconsejan esa interrupción, puesto que el centro está inmerso en su transformación para la producción en serie a partir de 2026 de vehículos impulsados por baterías.
El grupo ya había anunciado un cese de la actividad desde el próximo 23 de abril, con la reanudación de la fabricación de unidades a partir del 6 de mayo. Trece días de puertas cerradas y que incluyen los festivos del 29 de abril (Álava festeja San Prudencio) y del 1 de mayo. Ahora se suman nuevos paros en las jornadas del 10, 17, 24 y 31 del mes próximo. Total, parón de 17 días en las líneas de montaje en estos dos meses.
El director de la planta vasca, Bernd Krottmayer, ya había adelantado que este año la producción se reducirá sobre las 157.000 unidades fabricadas en 2023, récord histórico en los 70 años de trayectoria del complejo, que tiene una plantilla de 5.000 trabajadores. Los analistas estiman que la demanda de automoción en Europa caerá un 3% en 2024, y auguran incrementos anuales de tan solo el 1% a medio y largo plazo. En el lado positivo, el parque automovilístico de Europa necesita de una renovación porque su antigüedad media es de 12 años. La evolución de las ventas está ligada a la batería de incertidumbres que asolan la economía. Los vehículos comerciales más vendidos, como la furgoneta Vito de Mercedes-Benz, son adquiridos por trabajadores autónomos que financian su compra. Y los tipos de interés siguen altos, en el entorno del 4,5%, a la espera de noticias de posibles rebajas del Banco Central Europeo (BCE), que no se pronunciará hasta junio.
Según el acuerdo alcanzado con los sindicatos en marzo pasado, el recurso al sistema flexible de trabajo evitaba la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Pero la capacidad de esta fórmula, que fue clave para que Vitoria captara una inversión de 1.000 millones, se agota el 10 de mayo, con otras tres jornadas que no podrán acogerse a esta medida.
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