España tocó techo en 2023 con 85 millones de turistas extranjeros

Es la cifra más alta de la serie histórica. El gasto se disparó un 25% hasta los 108.662 millones de euros

Turistas en las inmediaciones de la Catedral de Barcelona.Carles Ribas

El INE ha confirmado esta mañana lo que el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, avanzó hace dos semanas: la llegada de turistas y el gasto durante sus estancias alcanzaron máximos históricos en 2023. Las cifras han sido incluso mejores de las previstas inicialmente por Turespaña, con un balance final de 85 millones de turistas extranjeros, lo que supone un incremento del 18,7% respecto a 2022 (1,5 millones más en términos absolutos) y superar el anterior máximo histórico, alcanzado en 2019 con 83,5 millones de viajeros.

El turismo de revancha tras dos años de pandemia y la priorización de los viajes frente a otros gastos arrancaron 2023 como tendencias efímeras y se consolidaron a lo largo de los cuatro trimestres. Solo de esta manera se explica el estirón sin precedentes del gasto realizado por los viajeros durante sus estancias, que se disparó un 25% hasta los 108.662 millones de euros. No solo vinieron más turistas, sino que gastaron más durante sus desplazamientos, con un desembolso medio diario de 149 euros, lo que representó un incremento anual del 2,3%.

El arranque de 2024 no ha servido para frenar el optimismo de la industria tras un año rcord. Turespaña prevé que en el primer cuatrimestre del año llegarán 23 millones de viajeros extranjeros, lo que supondría un 10,8% más sobre un año récord, y gastarán durante sus estancias en torno a 30.000 millones de euros, un 18,5% más anual, corroborando el mayor dinamismo del gasto frente a las llegadas. Las grandes hoteleras, como Meliá, Barceló, Riu, Palladium o Piñero, presentaron unas previsiones muy optimistas durante la Feria Internacional de Turismo (Fitur) con planes de inversión para retomar la expansión paralizada por la pandemia.

Reino Unido recupera la cuota del 20%

El análisis por mercados muestra la recuperación parcial de Reino Unido, que se consolidó como el primer emisor de viajeros a España, con 17,3 millones, lo que le otorgó una cuota de mercado del 20,4%. Pese a ello aún se quedó lejos de los 18 millones alcanzados en 2019. Al regreso masivo del turismo británico, especialmente a Canarias, Baleares y Costa del Sol, ha contribuido el aumento de oferta de Ryanair y Jet2, la primera aerolínea y el primer touroperador de viajeros desde Reino Unido. Ambas aprovecharon su presencia en Fitur para alertar sobre la revisión de sus decisiones o de sus inversiones en el caso de que Aena apruebe la subida de tarifas del 4,07% que tiene previsto activar este año.

Francia consolida el sorpasso a Alemania como segundo mercado emisor, con 11,8 millones de turistas (665.226 más que en 2019, el crecimiento más alto entre los mercados analizados) y una cuota de un 13,8% del total, sumando un millón de pasajeros más que Alemania, que se descuelga a la tercera posición, con 10,8 millones (357.000 menos que en pandemia) y un peso del 12,7% del total. Y ese empuje de Francia ha reforzado el liderazgo de Cataluña como la autonomía más visitada por su proximidad geográfica. A Cataluña llegaron 18 millones de turistas extranjeros, casi cuatro millones más que a Baleares (14,4 millones), penalizada por el parón de los viajes desde Alemania, y amenazada por Canarias, que ha cerrado un año histórico, con 13,9 millones, casi un millón más que en 2019, gracias a la apuesta de Ryanair y Jet2 durante el pasado verano (temporada baja en Canarias) y el actual invierno (temporada alta en el archipiélago).

En paralelo al declive de los dos grandes mercados emisores (Reino Unido y Alemania), las llegadas procedentes de los Países Nórdicos, tradicionalmente el cuarto mercado emisor de turistas, bajaron hasta los 4,86 millones (665.871 viajeros menos que en 2019), empatando con Italia, que cerró 2023 con 4,86 millones y un crecimiento de 328.457 turistas respecto a 2019. En el ranking de países emisores le siguen Países Bajos, que ganó 400.000 viajeros respecto a 2019 hasta llegar a 4,1 millones; EE UU, con 500.000 turistas más hasta los 3,8 millones; Portugal, también con 400.000 más hasta los 2,8 millones e Irlanda, con 300.000 viajeros más hasta los 2,5 millones. En términos relativos, el crecimiento más alto lo registró México, con un crecimiento del 100%.

La asignatura pendiente sigue siendo el mercado asiático, que todavía no recuperó la conectividad de 2019 ni la libertad de movimiento como consecuencia de las restricciones ligadas al coronavirus que siguieron en pie en 2023, con Japón, China y Corea a la cabeza. De Japón llegaron 311.555 viajeros, menos de la mitad de los 677.659 contabilizados en 2019. El deterioro fue menor en China, con 382.207 turistas, muy lejos de los 700.748 prepandemia. Superando a ambos mercados emerge Corea, con 433.786 viajeros, también a mucha distancia de los 630.979 turistas.

En una reciente entrevista con Cinco Días, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, se mostraba confiaba en que el gasto turístico seguirá creciendo a doble dígito y consolidaría el cambio de modelo turístico. “El Gobierno dejará de tomar como medida de referencia los datos de 2019, destacando que la pandemia es un ciclo ya superado”, resaltó en la misma, en la que instó a no solo dar la batalla de la cantidad ni sacralizar el número de personas que nos visitan. “Debemos fijarnos más en el gasto en destino y otros parámetros que tienen que ver con la sostenibilidad y la calidad”.

La hoja de ruta para regular los pisos turísticos


Cifras. Uno de los grandes objetivos del nuevo ministro de Industria y Turismo es poner coto al crecimiento sin control de las viviendas turísticas, una reivindicación repetida hasta la saciedad por la industria hotelera. “Hemos creado un equipo de trabajo con el Ministerio de Vivienda para ponerle cifras, reglas de juego y normas a una actividad de la que debe desaparecer la actividad fuera de la ley”, destacó Hereu en la reciente entrevista con Cinco Días

Trajes a medidas.  Hereu considera que la regulación de las viviendas turísticas solo se debe activar cuando estas colisionen con el derecho a la vivienda. “Las leyes que elaboren las autonomías, que son las competentes en materia turísticas, tienen que tener en cuenta que las circunstancias no son iguales en todos los municipios y por lo tanto hay que adaptar la ley a cada uno de ellos. En algunos si se masifica la vivienda de uso turístico colisiona con el derecho a la vivienda”, señaló. Por ello lo que plantea es que cada ayuntamiento debe tener capacidad para evaluar esta circunstancia y conseguir que los gobiernos autonómicos establezcan excepciones. “Se puede ofrecer una flexibilidad donde no colisione con el derecho a la vivienda. Se tiene que regular y limitar de forma razonable, adaptándose a la realidad de cada territorio o municipios”, recalcó.

Mix. En cualquier caso, Hereu dejó claro que los pisos turísticos no pueden crecer sin límite como en los últimos tres años ni desaparecer como alternativa a los hoteles. “Deben formar parte del mix del alojamiento, siempre que este regulado y no sean ilegales”.

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