Paul Polman: “Las empresas que atacan las emisiones de carbono tienen un valor mayor”
El ex consejero delegado de Unilever asegura que las compañías que no tengan en cuenta su impacto en la sociedad están condenadas a desaparecer
En la solapa de la chaqueta oscura de Paul Polman (Enschede, Países Bajos, 1956) destaca por su colorido el pin lanzado por Naciones Unidas para promover los Objetivos de desarrollo sostenible. Un detalle que a primera vista ya adelanta el principal tema sobre el que versará el encuentro que mantuvo con CincoDías en el marco del Audi Summit for Progress, celebrado en Madrid esta semana.
El que fuera consejero delegado de Unilever (de 2009 a 2019) se muestra contundente al afirmar que “sí”, que las empresas que no tengan en cuenta su impacto en la sociedad están condenadas a desaparecer. Desde que dejó uno mayores grupos de consumo del mundo, Polman, que se define como activista por el clima y la igualdad, se ha dedicado a hacer ver que la sostenibilidad y los beneficios no están reñidos en el mundo empresarial. Todo lo contrario, “se ha demostrado que las empresas que atacan las emisiones de carbono tienen un valor mayor, en general. Y es mejor para los mercados invertir en ellas porque tienen un futuro más sólido”.
Defiende que los directivos deben cambiar de mentalidad y enfocarse más en el largo plazo y no tanto en los resultados a corto. “Un ejemplo de esto es que hay 3.000 empresas que han salido de Rusia por la invasión de Ucrania y otras 3.000 que se han quedado. Las primeras, que han podido ver comprometida su rentabilidad, tienen mayor valor que las segundas. El mercado financiero está dando indicaciones de que los inversores están preparados para valorar el largo plazo”.
A la hora de llevar a cabo cambios que de verdad impacten en una mejor conservación del planeta y sus recursos, Polman sostiene que no es necesario que “todo el sector privado se ponga de acuerdo”. Con “solo el 25%” ya es suficiente para dar el empuje que necesitan los gobiernos a la hora de cambiar las legislaciones. “Es lo que ha ocurrido con la Ley de la restauración de la naturaleza que se ha aprobado hace unos meses en Europa. Convencimos a 150 compañías para apoyar la ley, y estas, a su vez, convencieron a parlamentarios en Bruselas para votar a favor”, explica.
Futuro
Tener una sociedad más sostenible es tarea, en opinión de Polman, tanto de empresas y gobiernos como de los ciudadanos. “Es necesario que todos juntos hagan su parte con el mayor compromiso posibles. Todo el mundo puede cambiar su manera de comprar. Mi mujer y yo, por ejemplo, no compramos plástico. Nos alimentamos con comida más saludable, que no es más cara. Puedes comer menos, también. Hay 3.000 millones de personas que comen más de lo que necesitan. La alimentación ha subido mucho sus precios a causa del cambio climático. Si no lo atacamos, vamos a tener costes más altos en el futuro”.
Es al hablar precisamente sobre el futuro cuando el semblante de Polman, e incluso su forma de hablar, cambia. Considera que la unión entre el avance “muy rápido” de la tecnología, la mayor conciencia de los ciudadanos sobre la sostenibilidad y la mentalidad de las nuevas generaciones van a propiciar que se lleven a cabo cambios “para mejorar las cosas”. “Pero también estamos en un contexto donde los gobiernos no hablan entre sí y las instituciones internacionales no funcionan tanto”, por lo que pronostica que “los próximos diez años van a ser difíciles”.
En su opinión, gran parte de los conflictos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad derivan de que no se han tratado “los problemas más fundamentales, porque las empresas y los gobiernos se centran en el aquí y el ahora”. “Por ejemplo, hay gente que necesita dejar el lugar donde ha nacido a causa de las guerras o del cambio climático, lo que crea presión migratoria en otros países. Si solo se trabaja en el corto plazo y nunca se toman el tiempo para cambiar el sistema, la situación va a ir cada vez peor”.
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