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La EBA acelera para incorporar los riesgos climáticos en los requisitos de capital de los bancos

El organismo propone implementar varias soluciones a corto plazo para que estos riesgos se reflejen en el Pilar 1 de las entidades

José Manuel Campa, presidente de la EBA.
José Manuel Campa, presidente de la EBA.
Ricardo Sobrino

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) acelera para incorporar los riesgos climáticos en los requisitos de capital de los bancos. El organismo supervisor está revisando el marco que establece las exigencias de capital mínimas y obligatorias para todo el sector, conocidas como Pilar 1, para que las entidades reflejen los riesgos medioambientales y sociales.

En un informe, la EBA explica que los factores climáticos cada vez van a tener más incidencia en la industria bancaria y pueden suponer un riesgo para la estabilidad financiera. Por ello, el organismo está en plena revisión de los riesgos a los que se enfrentan los bancos y busca que estén perfectamente pertrechados para gestionarlos adecuadamente. En esa línea, la EBA ya realizó en 2022 un test de estrés climático a la banca europea como una primera toma de contacto para que las entidades fueran conscientes del riesgo que supone para sus negocios los fenómenos atmosféricos extremos provocados por el cambio climático.

De esta forma, la EBA propone varias soluciones que se incorporarán en el corto plazo (durante los próximos tres años) y que tienen que ver con incluir los riesgos ambientales como parte de los programas de pruebas de estrés; fomentar la inclusión de factores ambientales y sociales como parte de las evaluaciones crediticias por parte de las agencias de calificación; fomentar la inclusión de factores ambientales y sociales como parte de los requisitos de valoración de garantías inmobiliarias; exigir a los bancos que identifiquen si los factores ambientales y sociales constituyen desencadenantes de pérdidas por riesgo operativo; y desarrollar progresivamente métricas de riesgo relacionadas con el medio ambiente como parte de la información supervisora.

“Las mejoras propuestas tienen como objetivo apoyar la transición hacia una economía más sostenible, al tiempo que garantizan que el sector bancario siga siendo resiliente. Los riesgos ambientales y sociales están cambiando el perfil de riesgo del sector bancario y se espera que adquieran mayor importancia con el tiempo. Afectan a categorías tradicionales de riesgos financieros, como los riesgos crediticios, de mercado y operativos. Por lo tanto, los factores ambientales y sociales pueden afectar tanto los riesgos que enfrentan las instituciones de forma individual como la estabilidad de todo el sistema financiero”, señala la EBA en el informe.

En todo caso, el presidente de la EBA, José Manuel Campa, ha asegurado que no tendrán el mismo impacto en los ratios de capital de las entidades, como las reglas de Basilea III que se fueron implementando tras la crisis financiera de 2008. En ese sentido, explicó que las nuevas reglas ESG “no conducirán a un aumento significativo en el corto plazo”.


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Sobre la firma

Ricardo Sobrino
Graduado en filología italiana y en periodismo. Redactor de la sección Empresas especializado en información bancaria y finanzas. Canterano de CincoDías, se incorporó al periódico en verano de 2018.

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