Dar el ejemplo: las empresas apuestan por reforzar la huella positiva de sus modelos de negocio
El sector privado coincide en acelerar la transformación verde, a medida que los consumidores aumentan sus exigencias. Las nuevas propuestas de valor y la innovación son aspectos claves para facilitar el éxito en este cambio.
Los españoles están de acuerdo: una transición ecológica justa es fundamental para el futuro. Casi nueve de cada diez personas en España coinciden en que el cambio climático es un problema muy serio, según datos de un estudio de Eurobarómetro realizado en mayo de este año. El consenso sobre los responsables de dar vuelta la crisis ambiental también: el 54% de ellos consideran que las empresas y la industria son responsables de la lucha contra la degradación ambiental en el bloque comunitario, poco por detrás de los gobiernos.
“El reto no está solo en la actuación de la empresa, sino en toda la cadena de valor”, apunta Cesare Trippella, Head of Leaf para Philip Morris Internacional en Europa, en un desayuno informativo organizado por CincoDías. Las nuevas exigencias no tienen por qué ser, aseguran, un problema para el negocio. “Lo que ahora son inversiones pueden convertirse en rentabilidad y productividad para el futuro”, augura el responsable de la compra y gestión del tabaco en todo el continente.
“El reto es la actuación combinada en toda la cadena de valor”Cesare Trippella, Head of Leaf para Philip Morris Internacional en Europa.
Esto implica un cambio radical en los modelos de negocio, que ya se abren paso en las empresas. “La sostenibilidad implica una idea de valor que va más allá del objetivo de negocio en el corto plazo, y que a la vez los conecta con el valor para la sociedad y el medio”, afirma Nicolás Gavela, senior manager de Accenture, durante la mesa redonda moderada por el subdirector de CincoDías, Nuño Rodrigo.
Gavela distingue un factor clave para distinguir entre falsas promesas y compromisos reales. “El salto real se da en el momento en el que se toma una u otra decisión de negocio en función de, por ejemplo, las emisiones de carbono”, afirma el experto. Esto, destaca, permea en las decisiones del día a día de las empresas.
“Hay un rumbo decidido para desbloquear el potencial de negocio de la sostenibilidad”Nicolás Gavela Senior Manager de Accenture. Responsable de los servicios de sostenibilidad en Iberia.
Nuria Rodríguez, directora de Sostenibilidad de Naturgy, coincide: “Los cambios suceden cuando incorporas el coste o el beneficio de sostenibilidad en el cálculo de rentabilidad de un proyecto”. Esta experta destaca el rol clave de los consejos de administración para “apoyar, impulsar y consolidar” la transformación total de las empresas.
“No vemos la evolución del negocio sin la sostenibilidad en el centro”Nuria Rodríguez, directora de sostenibilidad de Naturgy
En este sentido, los participantes del desayuno organizado por CincoDías coinciden en que no se trata en ningún caso de voluntarismo. “El cambio solo va a pasar si tiene sentido económico”, resalta Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA. La inversión y la reconversión de las firmas requiere, según este experto, “trabajar de manera colaborativa con nuestros competidores, con los reguladores y los clientes”.
Nueva oferta
Las exigentes demandas de los consumidores y los requerimientos de los reguladores hacen que las promesas tengan que tener un correlato inmediato en la oferta de valor que las empresas ofrecen. “El cliente es una de las grandes fuerzas que puede acelerar el cambio”, asegura Gavela.
“El sector financiero tiene un rol central para financiar la transición”Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA.
“No vemos la evolución del negocio sin la sostenibilidad en el centro”, explica Rodríguez sobre el futuro de Naturgy. Esto implica el desafío de combinar la provisión de energía limpia, la asequibilidad de la misma y la seguridad del suministro. La responsable de Medio Ambiente y Responsabilidad Social de la energética pone de ejemplo los primeros meses tras el comienzo de la guerra en Ucrania como un escenario donde se adaptaron los productos y servicios ofrecidos para mitigar el alza de precios sin olvidar el compromiso con soluciones limpias y eficientes.
Innovación verde
La opinión del sector privado coincide con los datos de Eurobarómetro. El 77% de los españoles opina que la actuación contra el cambio climático conducirá a innovación que harán a las empresas europeas más competitivas en un mundo en plena transición. El reto aquí es no solo adoptar esas soluciones, sino también desarrollarlas de manera local y evitar un mayor grado de dependencia.
“Hay muchas tecnologías que están en fase todavía preliminar: ahí hay que invertir”, explica Ballabriga, que cita algunos procesos claves como la fabricación de acero sostenible o la descarbonización del transporte marítimo.
Por su lado, Gavela refuerza que no se trata de innovar actividades particulares, sino de “aumentar el valor de negocio de la sostenibilidad”. Esto incluye aumentar la trazabilidad de los componentes primarios, materializar las promesas de la economía circular y elevar la percepción de valor que recibe el cliente final. “Hay que trazar las variables desde la materia prima hasta el ciclo de vida del producto. Todo esto viene de la mano de la colaboración”, apunta el experto de la consultora Accenture.
Sin embargo, la innovación depende, en última instancia, de las personas. “Necesitamos expertos en sostenibilidad en todas las áreas. Todo el mundo habla de cambio climático, pero aún nos faltan especialistas”, destaca Trippella.
La determinación hacia la transformación verde, sostienen las empresas, está comenzando a ver sus resultados. La apuesta por cambiar el rumbo de la industria tabaquera lleva más de dos décadas para Philip Morris: “No volvemos atrás: queremos un futuro libre de humo”, afirma Trippella. En ese sentido, apunta a que el 35% de los ingresos de la compañía ya vienen de productos sin combustión, también conocidos como de “nueva generación”. La expectativa es que este porcentaje alcance el 50% en los próximos dos años.
El cambio es más fácil cuando se pueden ver los ‘brotes verdes’. Trippella hace hincapié en que las inversiones en energía limpia hechas hace más de 20 años le han permitido a la compañía “tener una resiliencia muy fuerte” y “ser más productivos”, incluso en un contexto de altos precios energéticos. Esto se traduce, destaca, en una mayor fortaleza en el mercado.
El sector financiero se presenta como un aliado clave para las compañías en sus esfuerzos por ajustar sus modelos de negocio y responder a las nuevas demandas de la sociedad. “Estamos desarrollando una oferta de productos y acompañando a nuestros clientes para asegurar que toda la economía, no solo algunas empresas, pueda hacer la transformación”, observa Ballabriga. Las cifras hablan por si solas: el BBVA se ha comprometido a movilizar 300.000 millones de euros entre 2018 y 2025 en financiación sostenible. Esto refuerza, apunta el ejecutivo, que “la sostenibilidad es una oportunidad de negocio”.
El reto de mantenerse competitivo en un escenario global
No hay dudas de que la crisis climática es un fenómeno global, cuyos efectos se sienten en todas partes de la geografía. Sin embargo, la desigualdad de las respuestas de las grandes potencias expone a las grandes compañías a marcos regulatorios desiguales y a una competencia elevada por parte de nuevos jugadores.
“Las empresas en Europa aplicamos una regulación ambiental mucho más rígida que en otros países, que puede llevar a una brecha económica y competitiva de un hemisferio y otro”, apunta Cesare Trippella, Head of Leaf para Philip Morris Internacional en Europa. “Si viene un producto del otro lado del mundo más barato, nuestras empresas no van a estar bien”, sentencia Trippella.
La conversación entre los expertos revela dos retos fundamentales. Por un lado, la actual carrera de subvenciones verdes entre Estados Unidos y Europa inquieta al sector privado, que destaca méritos en ambas soluciones. “Europa ha sido líder en sus ambiciones por ser el primer continente neutro en carbono”, destaca Nuria Rodríguez, directora de sostenibilidad de Naturgy. Sin embargo, el riesgo, comenta Rodríguez, es que la hiperregulación haga que el modelo económico no sea viable.
Para evitarlo, los incentivos y las ayudas fiscales, como las que incluye la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos (IRA, por sus siglas en inglés), son las herramientas más solicitadas para dar señales positivas al sector privado. Sin embargo, los planes y las promesas oficiales no evitan un gran riesgo. “Si las subvenciones tardan en llegar, todo será más complicado”, agrega Nicolás Gavela, senior manager de Accenture.
Esto no hace más que resaltar el rol fundamental que cumplen las empresas para la transformación sostenible. “Los fondos para este cambio van a venir un 80% del sector privado”, afirma Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA. El problema es que la seducción de estas inversiones es claramente desigual a lo largo del mundo. “Sin los países emergentes no vamos a descarbonizar este mundo”, apunta Ballabriga, quien pone como ejemplo los límites que enfrentan los inversores en energías renovables. “El mismo parque eólico en Egipto requiere tres veces la rentabilidad que necesita un parque de Alemania”, ejemplifica.
Los retos y las desigualdades actuales no impiden que haya espacio para colaboración. Trippella subraya el rol de las grandes empresas multinacionales que aplican los mismos estándares a lo largo de todos los mercados en los que operan, lo que permite avanzar en una mirada compartida. Además, Ballabriga destaca la colaboración precompetitiva entre firmas del mismo sector. Así, por ejemplo, 130 bancos de todo el mundo comparten metodologías, objetivos y formas de trabajo para incluir a la sostenibilidad en el centro de su negocio.
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