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Fernández Gallar sale de OHLA con 2,8 millones por el pacto de no competencia

El compromiso del ex consejero delegado es por un año, y los antecesores Josep Piqué y Tomás García Madrid también cobraron la cláusula que activa el consejo

Javier Fernández Magariño
El ex consejero delegado de OHLA, José Antonio Fernández Gallar.
El ex consejero delegado de OHLA, José Antonio Fernández Gallar.Pablo Monge

La inesperada salida del consejero delegado de OHLA, José Antonio Fernández Gallar, con su renuncia en la junta de accionistas del 30 de junio, se salda con una millonaria compensación económica, que se suma a la de varios de sus antecesores en el cargo en los últimos siete años.

El consejo de administración del grupo de construcción ha tomado la decisión de activar la cláusula de no competencia, prevista en el contrato del que ha sido consejero ejecutivo en los últimos cinco años, y se le entregarán 2,8 millones de euros brutos con la condición de que no trabaje en el sector o actividades afines a las de OHLA durante un año.

Fernández Gallar, que tomó las riendas cuando el grupo atravesaba una profunda crisis, y con pérdidas millonarias, tiene por delante el cobro de 12 mensualidades de 233.333 euros cada una. La empresa eludió hablar de este acuerdo el día de la junta pese a que el consejo tomó la decisión justo tras conocerse el paso del consejero delegado de abandonar el puesto. OHLA también activó en ese momento un proceso para contratar nuevo primer ejecutivo antes de que concluya el ejercicio.

La empresa que lidera la familia mexicana Amodio, con los hermanos Luis y Mauricio como primeros accionistas y ocupando los cargos ejecutivos de presidente y vicepresidente, respectivamente, tantea en el mercado local y prima el conocimiento de la actividad de la construcción y gestión de infraestructuras, así como la experiencia internacional. Hasta que se dé con el perfil adecuado, para lo que también se sondea dentro de la casa, la gestión del día a día está bajo la supervisión del director general, el mexicano Tomás Ruiz, hombre de la máxima confianza de los Amodio.

La reelección de Fernández Gallar fue sometida a votación en la citada reunión de accionistas de junio, en la que recibió el respaldo de más del 98% del cuórum. Sin embargo, el primer ejecutivo adujo “motivos personales” para dejar el sillón al cumplir los 65 años. Fuentes de la compañía explican que el ex consejero delegado prefirió no abrir un nuevo ciclo de cuatro años tras un periodo de fuerte desgaste para los gestores de OHLA.

En busca del equilibrio

La compensación a José Antonio Fernández Gallar ha sido aprobada en un ejercicio en que OHLA trata de volver a beneficios. El resultado a 30 de junio, con 600.000 euros de resultado neto, podría apuntalarse con la venta de la división de servicios y de la participación en la concesión del hospital canadiense CHUM. Ambas operaciones reportarían unos 130 millones a la vendedora.

Fernández Gallar, que forjó la mayor parte de su carrera conduciendo el negocio inmobiliario de Grupo Villar Mir, fue nombrado consejero delegado en junio de 2018, dando estabilidad a un cargo por el que pasaron de forma más o menos fugaz Josep Piqué (entre octubre de 2013 y junio de 2016), Tomás García Madrid (de junio de 2016 a octubre de 2017) y Juan Osuna (de octubre de 2017 a junio de 2018).

Sus compensaciones al salir fueron diversas: Piqué cobró dos millones por dos años de no competencia; el pacto con García Madrid se alzó a 6,02 millones por dos años eludiendo trabajar en los sectores que tocaba OHL, y Juan Osuna percibió 18 millones como bonus extraordinario en el ejercicio de su salida por el “liderazgo” en la venta de OHL Concesiones al fondo IFM, con el que siguió trabajando al no haber percibido suma alguna a cambio de un compromiso de no competencia.

OHLA incluye en el contrato del CEO la cláusula de no competencia post-contractual, que es aplicada por el consejo, por el plazo de un año (anteriormente hasta dos). El importe previsto es de una anualidad de retribución máxima para el cargo, en este caso de 2,88 millones cuando se sobrepasan los objetivos que el CEO tiene fijados para obtener la retribución variable. Si el ejecutivo incumple el compromiso de no competencia, estará obligado a devolver lo cobrado más un 25% en concepto de indemnización a la empresa, al margen de la posible reclamación por daños y perjuicios.

El legado de la recuperación

OHLA ha normalizado su margen de construcción, con un 4,7% de ebitda sobre ventas, lo que era una de las misiones del que ha sido su CEO desde 2018. En 2022 se superaron por primera vez los 100 millones de ebitda en cinco años (el objetivo de 2023 es de 125 millones), y la cartera de ingresos supera los 7.100 millones, la mejor cifra desde 2015. Pero la supervivencia se ha debido en gran parte a la reestructuración financiera de 2021: se ampliaron vencimientos y la deuda ha bajado de 900 millones a los 500 millones.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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