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CVC, un gigante que pone en jaque el ‘boom’ del capital riesgo

Las pesquisas de la Fiscalía y el parón en el sector cuestionan el modelo

Javier de Jaime, managing director de CVC, Francisco Reynés, presidente de Naturgy, y Javier Tebas, presidente de LaLiga.
Javier de Jaime, managing director de CVC, Francisco Reynés, presidente de Naturgy, y Javier Tebas, presidente de LaLiga.
Álvaro Bayón

Javier de Jaime es uno de esos hombres todopoderosos en la empresa española. Es un desconocido para el público, prácticamente es imposible encontrar su cara en la red y datos de su biografía, pero lo cierto es que lleva más de una década asentado sobre un pilón de millones desde el que opina y decide los designios de algunas de las empresas más importantes de España.

De Jaime llegó a CVC en los años 90. Hoy es el responsable de uno de los grandes fondos de capital riesgo que operan en España. No es el más grande –un honor reservado para los estadounidenses, como Apollo, Blackstone o Carlyle–, pero desde luego es el gran vehículo que ha apostado más por España en los últimos tiempos. Tiene ocho participadas en el mercado, bien distribuidas por diferentes sectores (desde la energía hasta la educación, la sanidad, el ocio o la moda), pero todas ellas coinciden en tratarse de empresas de primer nivel, con tamaño e importancia tanto para el país, como para la economía.

Su estrategia no es la habitual en los fondos de capital riesgo, que suelen intentar vender sus participadas en ciclos cortos. No es un problema tener una compañía en su portfolio durante décadas. Tampoco les asusta, llegado el momento, arremangarse y reestructurar las compañías con problemas, incluso con negociaciones con acreedores y bonistas.

Un ejemplo es Tendam, el dueño de Cortefiel, una compañía de la que son dueños desde 2005, cuando la adquirió aliado a Pai y Permira, hace 18 años. En 2018 compraron la participación de Pai junto a Permira y, desde entonces, han intentado de una manera u otra una venta. Han acariciado en varias ocasiones una salida a Bolsa –de hecho, sigue en la hoja de ruta– y también la venta a fondos e incluso a El Corte Inglés, con quien mantuvo unas negociaciones que no llegaron a buen puerto. Lo que sí ha conseguido es dar la vuelta a un negocio con problemas, el textil, de la mano de un gestor que goza de fama y prestigio, Jaume Miquel.

Un caso similar es el de Deoleo, el dueño de Carbonell o Koipe. Compró la aceitera en 2014, si bien estos años no han estado exentos de problemas en un negocio complicado y a la baja. Tras varias refinanciaciones, en 2019 se vio forzado a ceder parte del capital a los bonistas a cambio de que les perdonen gran parte de la deuda. El movimiento dio resultado, la compañía ha conseguido enderezar el rumbo y ahora busca una fusión con una compañía del sector que permita al fondo activar el modo venta.

Por este camino de participaciones muy longevas van algunas de sus apuestas actuales. En Naturgy entró en 2018 y aunque el propio De Jaime dice a quien quiere escucharle que no se plantea vender y que su ciclo inversor será largo en la gasista, el mercado cree que CVC ya se empieza a plantear la salida a través del plan de escisión de la compañía. Sus otras inversiones en España actualmente son el fabricante de encimeras Neolith, las residencias de ancianos Vitalia y la Universidad Alfonso X.

Pero la gran operación, con la que el fondo saltó a la mentalidad colectiva de la opinión pública fue el acuerdo con La Liga. Ha sido quizás su operación más controvertida. Pactó la compra del 11% de los derechos audiovisuales durante 50 años en una operación que ha recibido un fuerte rechazo. El Madrid y el Barça, junto al Athletic de Bilbao y el Ibiza, se opusieron al acuerdo y los dos primeros han acudido a los tribunales para intentar bloquearlo.

Quizás ha sido esta transacción la que rompió el embrujo. A los fondos les gusta moverse en las sombras, aparecer apenas en las páginas salmones y, haciendo gala de su discreción, hacer negocios al otro lado del telón. No es plato de buen gusto para ninguno de ellos, menos para alguien tan discreto como De Jaime, aparecer día sí y día también en boca de las tertulias deportivas.

Menos de dos años después el nombre de De Jaime vuelve a aparecer de un modo que al financiero no debe gustarle. Anticorrupción investiga al fondo y a su cabeza en España por presunto fraude fiscal. La Agencia Tributaria les ha puesto una multa de 90 millones, según publicó El Confidencial. Y otro proceso se dirime en la Audiencia Nacional por las plusvalías en la venta de Quiron. Se estrecha el cerco.

Coincide con un momento delicado para el sector. La amenaza de recesión y las subidas de los tipos de interés han bloqueado el mercado de fusiones y adquisiciones durante todo el arranque de año, en el que apenas se han cerrado operaciones. Ya no son los años en los que los tipos cero despertaron una alegría impensable y los fondos temen que el cierre en los mercados de financiación les bloquee la venta de participadas, lo que les complica la captación de recursos para sus nuevos fondos. La investigación de la Fiscalía añade nuevos temores. Si además de tener que afrontar el encarecimiento en el coste de la financiación deben revisar sus estructuras fiscales, es posible que el private equity deje de ser el negocio tan lucrativo que ha sido en los últimos años. Unos años en los que han sido los amos de la economía.


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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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