CVC ejecuta su acuerdo con LaLiga y lanza bonos por 850 millones
El fondo se reunirá esta semana con potenciales inversores
Ya no hay marcha atrás. LaLiga y CVC han dado un paso clave dentro su alianza, bautizada como LaLiga Impulso, y por la que el fondo inyectará cerca de 2.000 millones para la modernización de los clubes del fútbol profesional. CVC lanzó este viernes una emisión de 850 millones en bonos con la que busca financiar la operación. El resto del importe, 1.200 millones, lo aportará el propio fondo a través de una inyección de equity. Este, además, ha firmado una línea de financiación RCF con 40 millones.
LaLiga Impulso ha dado sus primeros pasos en los últimos meses. Uno, la creación de la sociedad LaLiga Group International, de la que el fondo tiene el 8,2% del capital. Otro, la entrega de los primeros 633 millones a los clubes adheridos al pacto, 38 de los 42 que componen el fútbol profesional español. Además, CVC se beneficiará cada año del 8,2% de los derechos televisivos de la competición, la principal remuneración que obtendrá por su inversión.
Esta cristalizó después de la eclosión del Covid-19, que puso en jaque las cuentas de los clubes de fútbol al sufrir una súbita caída de sus ingresos. Esto hizo a la competición reina del fútbol español explorar acuerdos con grandes fondos de capital riesgo.
Así emergió el pasado verano el pacto con CVC, que permitía rescatar a los equipos con 1.900 millones. A cambio, obtiene ese 8,2% en LaLiga Group, bajo la que penden todos los activos comerciales de la competición, salvo los televisivos; y el derecho a percibir un 8,2% anual de estos durante los próximos 50 años.
Tras la entrega de los primeros 633 millones, CVC entregará otros 219,6 millones en julio y 112 más en julio de este año, que saldrán de los fondos obtenidos por la emisión. Los últimos dos pagos, de 482,4 millones cada uno, se abonarán en junio de 2023 y jnio de 2024.
La operación contó con el rechazo de tres ilustres del fútbol español: Real Madrid, el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao, a los que se sumó el Ibiza. Estos equipos han acudido a los tribunales para tratar de parar el acuerdo.
Pese a que todo depende de la decisión final de la justicia, el acuerdo entre el fútbol español y el fondo que pilota en el país Javier de Jaime ya es un hecho, ya que la emisión implica que no haya vuelta atrás. Goldman Sachs es el encargado de coordinar la operación. Credit Suisse y Deutsche Bank trabajan en un segundo escalón.
Los bancos colocadores, junto a LaLiga y CVC, se reunirán durante los próximos días, hasta el miércoles, con inversores de deuda para que adquieran estos bonos en un road show que arrancó este viernes. En estas citas se decidirán detalles de la operación, como el precio. El calendario previsto pasa por que la emisión se realice a finales de la próxima semana. Lo que es definitivo es que la deuda expirará en 2029 y tendrá varias ventanas para su amortización anticipada. También contará con un tramo fijo y otro variable.
Las agencias de rating han emitido también su opinión. En el caso de Moody’s, su nota ha sido de Ba3, tres escalones por debajo del grado de inversión.Esta apunta como principales fortalezas de la operación la ausencia de competencia, el carácter estable de sus ingresos por derechos televisivos y el control financiero de LaLiga sobre las cuentas de los clubes. Pero juzga como principales debilidades del acuerdo precisamente la división entre los clubes por la acogida del acuerdo; el proyecto de Superliga, auspiciado por Real Madrid y Barcelona; y su dependencia de Movistar, a quien se ha adjudicado los derechos de emisión junto a DAZN durante cinco años. También alerta sobre el elevado endeudamiento de Lorrane, el emisor de los bonos, de seis veces los beneficios, así como el nulo margen para atender el vencimiento de los bonos con caja.
La calificación de Fitch, BB, está un escalón por encima de la de Moody’s. La agencia considera que el acuerdo entre LaLiga y CVC tiene “múltiples capas de protección” e “incentivos económicos” para aislar a los inversores en estos bonos en caso de que la demanda prospere, si bien alerta de que esto supondría una rebaja inmediata del rating. Esta agencia también alerta de la “débil” estructura de financiación y los pocos covenants que contempla.