El Corte Inglés se asegura dos años de tensa paz social con la reestructuración del área corporativa
El grupo evita despidos traumáticos, pero deberá encajar en tienda a 1.500 empleados de oficinas
El Corte Inglés ejecutará durante los dos próximos años la reestructuración de sus servicios centrales, firmada en la noche del lunes con los sindicatos. Alrededor de 1.500 trabajadores dejarán sus actuales labores de oficina para incorporarse a las tiendas, y otros 630 mayores de 59 años saldrán de la empresa a través de bajas incentivadas. Esta última, como reconocen fuentes de la negociación, es la medida la más sencilla de aplicar.
Será la primera parte de este plan, que se alargará hasta el 28 de febrero de 2025. La compañía elevó su última propuesta, ampliando las salidas hasta las 630, y también la indemnización. Los trabajadores de 59 años recibirán el 65% de su sueldo bruto, sin contar bonus, retribuciones en especie y variables, hasta los 64 años. Ese porcentaje baja según sube la edad. Los de 60 años percibirán el 64%, los de 61, el 63%, los de 62, el 62%, y los de 63 años, el 61%.
El Corte Inglés abonará las cantidades en un pago único, una petición de última hora de los sindicatos para garantizar el acceso inmediato a liquidez a unos empleados que, por su edad, pueden tener más complicada la búsqueda de trabajo. Sin embargo, estos podrán acceder a un nuevo puesto en otra empresa sin miedo a perder la indemnización.
Recolocaciones
Las partes presentes en la negociación dan por hecho que no habrá problemas para llegar a las 630 salidas. Y no se descarta que haya sobredemanda. La empresa, eso sí, tendrá la última palabra en cada caso para aceptar o no la salida.
La segunda parte del plan será la más duradera: la recolocación a tienda de 1.470 trabajadores de la sede central de la calle Hermosiilla de Madrid, servicios regionales y soporte a centros comerciales. Son 264 menos que los inicialmente previstos y alrededor del 15% de todo el personal de oficinas. El traslado de estos a las tiendas será selectivo y progresivo, y también complejo.
Estos empleados cambiarán sus funciones de manera sustancial, y se arriesgan, según los casos, a obtener un menor salario, ya que se les garantiza la mitad de su complemento personal actual, hasta un máximo de 3.000 euros, aunque mantienen el de antigüedad. Estos desarrollarán tareas de venta para poder acceder a los incentivos asociados a la misma. “Habrá casos que puedan ganar más y otros menos. Es algo que habrá que abordar”, se explica desde la parte sindical. Estos tendrán preferencia para elegir hasta cuatro centros.
Aunque un punto importante, además del salarial, serán los horarios y la jornada semanal, para una parte de la plantilla que hasta ahora no tenía que trabajar los fines de semana.
De ahí que se haya elevado la indemnización para aquellos que no quieran acogerse al cambio. La ley marca un pago de 20 días por año trabajado y un máximo de nueve meses por modificación sustancial de condiciones. El Corte Inglés la eleva a 25 días y a un tope de 15 mensualidades. Además, cada empleado afectado tendrá tres meses para acceder a la misma desde que haya empezado su nueva función, por si constata que no se adapta al puesto.
Con esta reestructuración, El Corte Inglés asegura dos años sin planes de despidos traumáticos, como descartan fuentes sindicales. Estas mismas, incluso, apuntan a que tendrá que contratar si no consigue convencer cumplir los objetivos de traslado a tiendas, con necesidad de personal por el repunte de la actividad. Una tensa paz social llega, como la primavera, a El Corte Inglés.
Premisa, el “mantenimiento del empleo”
El Corte Inglés comunicó el cierre del acuerdo con los sindicatos a última hora de la noche del lunes. En nota de prensa, la compañía destacó “la necesidad de reordenar los servicios centrales para potenciar los establecimientos comerciales”, teniendo en cuenta “la buena evolución de las ventas”, con el objetivo de “mejorar la atención y servicio al cliente”. Según la empresa, lo pactado tiene como premisas el “mantenimiento del empleo” y un “tratamiento especial de desvinculación voluntaria para las personas con más veteranía”, con el plan de bajas incentivadas. La empresa, junto a los sindicatos, dará forma a una comisión de seguimiento durante la ejecución del plan.
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