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Economía familiar

Ahorro y finanzas personales para 2024: el dinero y las emociones

La única forma de tener libertad financiera es ahorrar.

En los primeros meses del año es importante hacer un balance económico de cuánto se ha ahorrado y gastado en las finanzas personales durante los últimos doce meses. Cuando hablamos de balance estamos haciendo un análisis del impacto de nuestras decisiones en nuestra posición financiera durante un período. Por un lado, el análisis de nuestra cuenta de resultados (ingresos – gastos) nos ayuda a entender el potencial económico de nuestra realidad actual. Entender las fuentes de ingresos (salarios, alquilares de pisos en propiedad o ingresos de Inversiones financieras) de cada uno nos lleva a entender la capacidad de absorber nuestra estructura de gastos (hipoteca o alquiler, suministros en general, comida, gestos sanitarios, educación, ocio, etc.). Por otro lado, las emociones nos impactan en nuestras decisiones relacionadas con el dinero.

Si los ingresos generados son superiores a los gastos generamos un ahorro.

Tener ahorros nos da libertad financiera y nos permite superar situaciones difíciles. Esta es una fórmula básica que todos entendemos, lo que realmente importa es entender por qué a veces decidimos en contra de la fórmula:

A veces gastamos cuando sabemos que no podemos o no debemos. La única forma de tener libertad financiera es ahorrar. Ahorrar significa gastar menos de lo ingresado.

Planificar el ahorro y la inversión

Cuatro años después de la pandemia, las familias españolas han reducido la tasa de ahorro a niveles inferiores antes de la pandemia. La tasa de ahorro en los hogares españoles pasó de un 17% a más del 30% durante la pandemia y ahora ha bajado al 12% (informe del INE). Una de las razones del ahorro fue las restricciones a planes relacionados con el ocio.

La consecuencia de la reducción del ahorro es una pérdida de libertad financiera. Por otro lado, se ha producido el fenómeno de la inflación que ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo. Por ello la decisión de financiar inversiones se ha visto afectada negativamente. Ahora más que nunca debemos ser mas responsables con los gastos.

Con nuestros ahorros, tenemos varias posibilidades:

La reducción de la tasa de ahorro nos requiere ser más cuidadosos con el destino de este ahorro. Debemos ser más racionales con nuestras decisiones financieras. Una de las recomendaciones es la de seguir manteniendo el fondo de emergencia e invertir en fondos aprovechando la coyuntura de aumento de la rentabilidad en los mercados de capitales. En el pasado la decisión de inversión de los ahorros se enfocaba en mantener un 30% de liquidez (fondo de emergencia), 30% en fondos seguros de baja rentabilidad (renta fija) y el resto en inversiones más arriesgadas con mayor potencial de rentabilidad (acciones e inversiones alternativas como pisos o proyectos). La subida de los tipos de interés afectó al principio el valor de las acciones, todas las bolsas bajaron y poco a poco se han ido recuperando y generando unas ganancias superiores a las pérdidas acumuladas por el COVID. Sin embargo, la renta fija cuyo objetivo es salvaguardar el patrimonio ha sufrido también pérdidas de valor muy relevantes y sólo se ha recuperado parcialmente con las bajadas de los tipos de interés.

Es decir, se ha producido una pérdida patrimonial que debemos contrarrestar con una modificación de los planes de ahorro:

Planificación financiera

En España la planificación financiera sigue siendo una asignatura pendiente debido a una falta de conocimiento básico de las finanzas. La planificación financiera debería ser un hábito. Igual que nos ocupamos de nuestra salud deberíamos ocuparnos de nuestras finanzas.

Hacer el balance, conocer con detalle los movimientos financieros que nuestras decisiones han generado nos permite tomar mejores decisiones. Tomamos tres tipos de decisiones: operativas, de inversión y de financiación.

Este proceso de racionalizar y entender nuestras decisiones sobre el dinero y sus consecuencias nos permitirá identificar nuestras posibilidades y anticipar decisiones que nos pueden permitir gestionar nuestras finanzas con tranquilidad.

Por Glòria Batllori, profesora del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade

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