Preocupación de las empresas por el síndrome del trabajador quemado
La salud mental es un factor importante en el ámbito laboral
Los resultados del Observatorio sobre bienestar emocional y factores psicosociales realizado por The Adecco Group Institute han revelado que, de las 30.587 empresas encuestadas a nivel nacional entre el 25 de septiembre y el 13 de octubre de 2023, el 53,4% cree que durante el último año se ha incrementado el riesgo de padecer el síndrome del “trabajador quemado” (burnout, en inglés).
Sin embargo, se ha detectado un cambio de tendencia a la baja, porque este porcentaje era aun mayor un año atrás, cuando así lo consideraba el 64,5% de las compañías consultadas.
Otras conclusiones del Observatorio sobre bienestar emocional y factores psicosociales
Por otra parte, este estudio nos muestra que el 51,9% de las empresas señala que también ha crecido en el último año la renuncia silenciosa (quiet quitting, en inglés). Igualmente, se ha reducido el porcentaje de compañías encuestadas que así lo entendía el año pasado desde el 59,2%.
En este sentido, cabe añadir que 1 de cada 4 empresas considera que dicha renuncia silenciosa, de algún modo, estuvo relacionada con la crisis de la salud mental derivada de la pandemia del COVID-19.
Además, atendidos los datos extraídos de la encuesta, se obtiene que el 14% de las empresas estima que entre un cuarto y la mitad de sus trabajadores se han visto afectados por trastornos psicológicos, como ansiedad, depresión o estrés postraumático. Así, se detecta un aumento respecto al 12% de empresas que indicaron esta situación en 2022.
Mientras que solo el 49% de las empresas señalan que menos del 5% de sus trabajadores se han visto afectados por trastornos psicológicos en 2023.
¿Qué factores determinan el síndrome del “trabajador quemado”?
Aparte de los trastornos psicológicos, este análisis también ha establecido que presenta gran relevancia el nivel de exposición de las ocupaciones al llamado “componente emocional de las tareas”.
Es decir, aquellas que implican trato directo con personas, generalmente entre el trabajador y un cliente, paciente, alumno, usuario, etc. En este sentido, el 57% de las empresas encuestadas reconoce que más de la mitad de sus trabajos tienen un alto componente emocional.
Y, por tanto, baja desde el 59,7% de compañías que así lo consideraron en 2022. Asimismo, como circunstancias que impactan negativamente en la salud mental de los empleados, lo que más está influyendo según las compañías encuestadas:
- El 59% señala que es la presión de tiempo o sobrecarga de trabajo.
- El 36% lo acusa a un trato difícil con clientes, pacientes, alumnos, etc.
- El 31% aqueja una mala comunicación o cooperación dentro de la organización.
A todo ello, hay que sumar el componente personal. Así, el 54% de las empresas afirma que las bajas laborales por salud mental están relacionadas con la vida privada de las personas trabajadoras, descendiendo ligeramente desde el 54,7% de compañías que marcaron esta opción en 2022.
Y, como causas del incremento de las patologías mentales, en palabras de Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, pueden ser: “Fenómenos como el envejecimiento de la población, el impacto de la tecnología en las tareas, la ansiedad provocada por la crisis económica, los enfrentamientos sociales, la preocupación por los conflictos geopolíticos, el consumo de alcohol y drogas, etc.”
¿Cuál es el parecer acerca de las posibles soluciones?
En el estudio ha recabado la opinión de las empresas sobre la flexibilidad y la digitalización:
- El 78% piensa que las medidas de flexibilidad no conllevan mayores riesgos psicosociales. Véase, la jornada a tiempo parcial, la jornada irregular, el teletrabajo, etc.
- El 69% asegura que el teletrabajo post confinamiento ha sido muy satisfactorio desde el punto de vista de la salud mental de las personas trabajadoras.
- El 35% muestra su preocupación por la robotización o mecanización y sus consecuencias, como la supresión de tareas y ocupaciones.
También se ha abordado el acoso laboral y la perspectiva de género, que no se puede dejar de lado al tratar los factores psicosociales que pueden afectar al bienestar emocional de los trabajadores trabajadoras. De modo que:
- El 49% de las empresas afirma que implantar un protocolo contra el acoso moral ha mejorado la transparencia y sensibilidad de toda la organización ante tales situaciones.
- El 62% de las empresas declara que determinados clichés y roles sociales incrementan los factores de riesgo psicosocial en los colectivos femenino y LGTBI.
Por último, Javier Blasco concluye que: “Fomentar la formación y el desarrollo de ciertas habilidades ayudará a construir carreras laborales más resilientes, multiplicar la calidad del empleo, reducir la frustración y mejorar muchos de los estresores que afectan a la salud mental”.