Cuál es la situación y condiciones de los autónomos en el resto de Europa
Hay países europeos donde la cotización se basa, como en España, en la proporción de los ingresos de los autónomos
Una de las principales preocupaciones entre los autónomos españoles es el elevado coste de la cuota, que puede suponer una carga significativa para muchos profesionales. Mientras que en España la cuota mínima asciende a 294 euros mensuales, otros países europeos cuentan con sistemas de cotización diferentes y más flexibles, exponen desde Getquipu.
En Portugal, el modelo de cotización para autónomos se basa en la proporción de sus ingresos. La Seguridad Social lusa calcula el 70% de la media de ingresos de cada trimestre y aplica un 21,4% de impuestos. Las cuotas en Portugal varían según los ingresos percibidos, oscilando desde un mínimo de 20 euros mensuales para aquellos sin ingresos hasta un máximo de 1.138,14 euros para aquellos con mayores facturaciones.
En el Reino Unido, los autónomos se dividen en dos categorías: Clase 2 y Clase 4, en función de sus ingresos. Los de Clase 2 son aquellos que tienen unos ingresos anuales entre 6.515 y 9.569 libras y pagan 3,05 libras semanales, unos 14,68 euros al mes. Por su parte, los de Clase 4 pagan el 9% de sus ingresos si ganan entre 9.569 y 50.270 libras al año, es decir, entre 11.507 y 60.451 euros al año.
Exentos de pagar la cuota
En Francia, los autónomos están exentos de pagar cuota durante el primer año de alta. Luego, se abona el CFE, equivalente al IRPF español, cuyo monto varía según la actividad y el volumen de negocio. Los autónomos dedicados a actividades comerciales pagan el 12%, mientras que aquellos en servicios o actividades liberales colegiadas o no pagan el 22%.
En Italia, hasta el año pasado, los autónomos pagaban impuestos sobre la renta basados en sus ingresos. Sin embargo, desde entonces se estableció un nuevo sistema por tramos, similar al que hay actualmente en España. En este caso, los autónomos que ganan 4.800 euros anuales o menos están exentos de pagar impuestos.
En Alemania, los autónomos son responsables del pago del IRPF, pero a diferencia de los trabajadores por cuenta ajena, no tienen retención directa de su salario para la pensión. Los beneficios de los autónomos alemanes están sujetos al impuesto sobre la renta de manera progresiva, con tasas que oscilan entre el 14% y el 45%.