Calviño trabaja en la aprobación de las reglas fiscales durante la presidencia española del Consejo
España suma fuerzas junto a Portugal e insta a la Comisión a presentar un proyecto para poder aprobarlo en la segunda parte del año
España ya está comenzando los preparativos para su presidencia del Consejo Europeo. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se reunió este lunes en Madrid con su homólogo portugués, Fernando Medina, para abordar los desafíos que España gestionará durante su liderazgo de los 27 en la segunda mitad del año. Particularmente en lo referente a la negociación de la reactivación de las reglas fiscales europeas, Calviño ha insistido en que la Comisión Europea presente sus propuestas concretas para que se puedan encauzar un acuerdo lo antes posible, es decir, durante la presidencia española del Consejo. "No podemos demorarnos", ha insistido Calviño.
"Hay que establecer reglas que sean compatibles con el crecimiento económico y el empleo (...) Necesitamos un marco adecuado", reclamó Calviño. "Portugal y España pueden dar juntos un impulso muy importante para encontrar el equilibrio necesario para cerrar un acuerdo sobre las nuevas reglas", concretó Calviño frente a su homólogo.
La propuesta de Bruselas, indicó Calviño, va en línea con lo que defienden ambos países ibéricos. Según fuentes conocedoras, la intención de la Comisión es la de anteponer la sostenibilidad de las cuentas públicas y los planes para moderar el déficit, antes que forzar a los países a tomar medidas drásticas para alcanzar esos objetivos.
Bruselas presentó el pasado noviembre sus propuestas para reformar las reglas fiscales, que llevan pausadas desde la pandemia. A priori, los objetivos de alcanzar una ratio del 60% del PIB de deuda pública y un déficit del 3% seguirán estando presentes como objetivos para la Comisión, pero con un enfoque más centrado en qué planes presentan los Estados miembros para conseguir que sus finanzas se reconduzcan a una senda positiva, en lugar de llevar a cabo políticas que fuercen a los países a alcanzar esos objetivos, sobre todo con base en los elevados niveles de deuda pública de algunos países como España, que supera el 116% del PIB.
Consenso general y disenso particular
Las negociaciones no serán fáciles, indican los responsables de las áreas económicas de España y Portugal. Los países del sur de Europa, castigados por elevados ratios de deuda y déficit estructurales, que se agravaron durante la pandemia; buscan salidas diferentes a las promovidas por algunos países del norte europeo sobre la estabilización de las cuentas públicas. "La mejor forma de asegurarnos un buen debate y un acuerdo en la segunda parte del año es reducir el déficit, seguir creciendo, creando empleo. Que confrontemos los prejuicios con hechos", explicó Calviño.
Los países del sur partirán de la base de situar en el centro del debate la sostenibilidad de las cuentas públicas, en lugar de realizar esfuerzos fiscales que agujeren la capacidad de gasto público de los Estados. En esto hay consenso, sin embargo, en el cómo llevarlo a cabo será donde comiencen las diferencias. "Hay un punto en el que estamos de acuerdo, que es que la sostenibilidad de la deuda debería ser la prioridad en la mente de los legisladores. Otros indicadores pequeños deberían estarlo menos, como el objetivo de ratio del 60%", explicó Medina.
Portugal será uno de los principales apoyos de España en Bruselas. "Hay mucho consenso en esta habitación [en referencia a Portugal y España], pero no tanto en las habitaciones de Bruselas y Luxemburgo", comentó el ministro de Finanzas portugués.
Planes europeos frente al proteccionismo estadounidense
Los dirigentes de la economía ibérica pusieron sobre la mesa su visión conjunta de las propuestas europeas de subvenciones verdes para hacer frente al paquete de 338.000 millones de euros aprobado por el gobierno estadounidense.
Calviño afirmó que la preocupación de ambos países se basa en que las medidas de apoyo a las empresas se realicen de manera conjunta en la Unión Europea, sin "romper el mercado interior", ya que ni Portugal ni España "pueden competir con las ayudas que puedan ofrecer Francia y Alemania". "Si afrontamos por separado, podremos lidiar mejor con el desafío estadounidense, pero vamos a crear problemas mayores dentro de nuestro mercado interno", explicó Medina.
Topes a las hipotecas
Calviño también se pronunció sobre la propuesta de Unidas Podemos para poner un tope a las hipotecas variables. La vicepresidenta expresó que estas no deben generar "un impacto colateral negativo" ni "distorsionar" el tratamiento para todos los ciudadanos, y apostó por esperar a ver el "recorrido" de los códigos de buenas prácticas acordados con la banca.
Calviño respondió que el Gobierno "analiza y considera todas las propuestas", vengan de la organización que vengan, y reclamó "tratar de tomar decisiones y adoptar medidas" desde un punto de vista "general", que no suponga "un impacto colateral negativo o distorsionen también un tratamiento justo para el conjunto de los ciudadanos".
Acto seguido, la vicepresidenta recordó que se ha puesto en marcha un acuerdo de buenas prácticas con el sector financiero para hipotecados vulnerables o en riesgo de serlo y pidió "ver el recorrido de estas medidas antes de tomar otras adicionales". Calviño destacó que este acuerdo con la banca contiene iniciativas "muy potentes" como la eliminación de los costes por amortizar anticipadamente hipoteca en este año, por cambiar de tipo variable a tipo fijo o la "congelación parcial" del pago de intereses para determinadas familias. Resaltó que el Ejecutivo hace un seguimiento "diario" del mercado y de la aplicación de las medidas.