'Proyecto Aglow': el juez pone el foco en un nuevo trabajo de Villarejo para Iberdrola
El magistrado instructor amplía la investigación solo dos meses y llama a declarar otra vez al comisario jubilado
Sorpresa en el 'caso Villarejo'. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que investiga esta macrocausa, ha acordado ampliar la investigación sobre los trabajos que realizó el comisario jubilado José Manuel Villarejo para Iberdrola otros dos meses más. De este modo, el magistrado pone el foco en un, hasta ahora, desconocido proyecto que el agente encubierto realizó para la compañía eléctrica: el 'proyecto Aglow', un programa preventivo y de alerta para proteger a la eléctrica frente a actuaciones agresivas que pudiera sufrir en el sector.
Así consta en el auto, con fecha del pasado 25 de enero y al que ha tenido acceso CincoDías, en el que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 da luz verde a la ampliación del tiempo de investigación hasta el 29 de marzo de 2023 para profundizar en estos hechos. Al hilo, el juez García Castellón vuelve a llamar a declarar al agente encubierto; a su socio, Rafael Redondo; y al que fuera jefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, los únicos investigados que quedan en la pieza 17 de la macrocausa, ya que nunca se les ha tomado declaración sobre el proyecto en cuestión.
El 'caso Iberdrola' es uno de los procedimientos que, de acuerdo a las fuentes jurídicas conocedoras de las diligencias, parecía que iba a quedar ya finiquitado a finales de enero, cuando expiraba la última ampliación de la investigación. Tres años de instrucción, y que el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, la cúpula directiva en el momento de la contratación de Villarejo, y la filial Iberdrola Renovables Energía quedaran fuera de la causa por prescripción, hacía confiar en ello.
"Colaboración permanente"
No obstante, el último auto del magistrado de la Audiencia Nacional destaca que todavía no puede darse "por agotado" el plazo de instrucción y que "no se puede inferir, con la seriedad que el derecho penal reclama, que se ha alcanzado la convicción que la fase preparatoria ha llegado a su fin". Todo ello se debe a que, de la documentación que se incautó a Villarejo en su domicilio en 2017, se han encontrado datos que harían referencia al bautizado como 'proyecto Aglow', cuyo inicio sería 2004 y su objetivo central era contrarrestar las ofensivas a la empresa del Ibex 35.
En un principio, dicho programa solo tendría una duración de seis meses, si bien éste fue actualizado en 2007 como 'proyecto New Aglow' para acoger una solicitud de "colaboración permanente" con Iberdrola. Asenjo habría trasladado esta oferta consistente en "la realización de trabajos de inteligencia, con tareas de estrategia, investigación, análisis y operatividad con la finalidad de conocer, con antelación, los hechos relevantes que pudieran resultar relevantes para la compañía".
Según consta en el sumario, Villarejo, mientras seguía en activo en la Policía Nacional y a través de sus empresas enmarcadas en el Grupo Cenyt, desarrolló una serie de trabajos de investigación o espionajes para Iberdrola entre 2004 y 2017. Hasta el momento, se había identificado 'Arrow' como el primer encargo que la cotizada hizo al agente encubierto para superar los obstáculos que estaban surgiendo para la puesta en marcha de una central de ciclo combinado en la localidad gaditana de Arcos de la Frontera.
A la vez, Cenyt llevó a cabo el 'proyecto Black Board' o 'B-B' (2004 y 2005) para obtener información supuestamente sensible sobre las actividades del expresidente de Endesa Manuel Pizarro. A estos le siguieron los proyectos 'Gipsy' y 'Posy' (2009), relacionados con el presidente de ACS, Florentino Pérez, y un directivo de Iberdrola. Y, por último, el 'proyecto Wind' (2011), que fue el que implicó a Iberdrola Renovables, sobre el supuesto espionaje a la sociedad suiza Eólica Dobrogea y su accionista mayoritario Christopher Kaap y su apoderado Corneliu Dica, con quienes Iberdrola se aliaron para impulsar una serie de proyectos en Rumanía y con quienes surgieron varios conflictos.
Otro 'proyecto Wind'
Sobre este último encargo han vuelto a surgir una serie de dudas. Según detalla el auto, en la documentación incautada se ha hallado otro trabajo bautizado también como 'Wind', pero desarrollado en 2006. El juez explica que el objetivo de Villarejo en este caso sería "salvaguardar los intereses de Iberdrola frente a las actuaciones de una serie de antiguos empleados de la filial de Renovables". Así, destaca una investigación sobre el que fuera director de Negocio de la empresa hasta 2007, Pedro Víctor Barriuso Otaola (procesado por la trama de corrupción eólica de Castilla y León), sobre quien se sospechaba su vinculación con compañías competidoras.
Así las cosas, además de las declaraciones de los imputados, el juez considera pertinente que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional examine el contenido de más de una decena de microcintas intervenidas en el domicilio del comisario jubilado, y que fueron seleccionadas el pasado 12 de enero en presencia del propio Villarejo en sede judicial, para profundizar en los trabajos realizados para Iberdrola.
En contra de la desimputación de Asenjo
El impulso de la investigación, aunque en principio por poco tiempo, llega justo después de que Anticorrupción presentara un informe solicitando al juez que rechazara la petición que hizo Asenjo, a finales de diciembre, de desimputarle de la causa. El ministerio público destacó que el exjefe de Seguridad de Iberdrola tuvo una responsabilidad, indiciaria, de encomendar a Villarejo los espionajes que se están investigando.
De hecho, subraya, entre otros, el 'proyecto Wind' de 2011 y expone que el propio exdirectivo reconoció en su declaración de febrero de 2020 que, "ante la imposibilidad de obtener información sobre unos socios de Rumanía a través del CNI", contactó con Rafael Redondo para este cometido y que "finalmente Cenyt se hizo cargo". Asimismo, añadió que se reunió con Villarejo y que éste facilitó después un informe que "fue preliminar pero muy interesante porque ya se deducía que no eran trigo limpio". Por ello, asumió el pago de una factura de 25.000 euros por parte de la filial.
Sobre este abono, el fiscal César de Rivas concluye, en contra de lo defendido por Asenjo y la propia Iberdrola Renovables Energía, que no correspondía a los gastos en que habrían incurrido Cenyt para hacer una oferta por estos servicios, "sino que obedeció al pago de un encargo realizado por la compañía".