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Luis Artero: “Habrá que esperar a 2024 para recuperar lo perdido en deuda en 2022”

El director de inversiones de la filial de banca privada considera que han mejorado mucho las perspectivas para la Bolsa

Luis Artero, director de inversiones de JP Morgan Banca Privada.
Luis Artero, director de inversiones de JP Morgan Banca Privada.Pablo Monge
Miguel Moreno Mendieta

JP Morgan es uno de los principales jugadores de banca privada en España. Su máximo responsable de inversiones, Luis Artero (Madrid, 1967) es quien va definiendo las estrategias de clientes con altos patrimonios. El pasado ejercicio ha sido uno de los más difíciles de las últimas décadas, pero para 2023 confían en que la evolución de los mercados financieros sea mucho más benigna.

R. ¿Cómo es la conversación con un cliente adinerado que el año pasado perdió mucho dinero con sus inversiones?
R. Es una conversación complicada, evidentemente. El desplome de la renta fija ha hecho muchísimo daño, sobre todo a los clientes conservadores. Pero al final, cuando les explicas lo que ha pasado con los bancos centrales, y por qué han tenido que subir tan rápido los tipos de interés, lo acaban entendiendo. Nosotros incidimos en que lo que ocurrió en 2022, con caídas del 20% en los bonos soberanos europeos, es casi imposible que vuelva a suceder este año. Pero, evidentemente, no están contentos.
R. ¿Habrían tenido alguna alternativa a los bonos?
R. Todos los activos financieros se comportaron muy mal, salvo el petróleo y el sector petrolífero. Nuestra labor como asesores y gestores es ir haciendo sobreponderaciones de las clases de activos que en cada momento creemos que lo pueden ir haciendo mejor, para que el cliente logre batir el retorno del mercado. En 2022 ha sido muy difícil, por las subidas de tipos. Además, la opción de salirse por completo conllevaba sufrir un 10% por la inflación.
R. ¿Cuál fue el detonante de las correcciones?
R. El año pasado se puso fin a uno de los mayores experimentos de la historia, tanto en políticas monetarias ultraexpansivas como en políticas fiscales. Eso ha hecho que, por ejemplo, el bono estadounidense tuviera un rendimiento real negativo, algo que solo había ocurrido en las dos guerras mundiales.
R. Los bancos centrales han marcado el ritmo del mercado...
R. Es que, además, ha sido una política coordinada en todo el mundo. De los 31 bancos centrales que monitorizamos en todo el planeta, 26 registraron subidas de tipos el año pasado. Además, con mucha agresividad, con la Fed subiendo tipos al ritmo más rápido de su historia.
R. ¿Qué esperan para 2023?
R. De acuerdo con nuestras estimaciones, la rentabilidad a largo plazo de la Bolsa estadounidense y la europea ha mejorado mucho respecto a la esperable a comienzos de 2022. También ha ocurrido con las previsiones para la deuda soberana y para la corporativa. En los bonos empresariales de alta calidad, la rentabilidad esperada es el doble que hace un año. Las perspectivas para el inversor en los próximos años son buenas. Estamos al inicio de un nuevo ciclo expansivo. Esperamos un buen año tanto en Bolsa como en bonos, porque se están despejando muchas nubes que teníamos en el horizonte hace unos meses.
R. Con esa revisión de las rentabilidades, ¿el inversor tendría que modificar su cartera?
R. No. Creemos que el diseño estratégico de una cartera hay que mantenerlo en el largo plazo. Eso sí, nosotros vamos haciendo constantes cambios tácticos, sobreponderando o infraponderando ciertos activos, en las carteras que tenemos delegadas. Por ejemplo, si en la parte de renta fija vemos que la deuda soberana europea tiene más recorrido, hacemos esas apuestas tácticas. Un buen ejemplo de la importancia de mantenerse firme en la distribución de activos fue el Covid, cuando se vivió una corrección en las Bolsas de casi el 30%, que se recuperó muy rápidamente.
R. ¿Cómo construyen las carteras?
R. Casi al 100% con fondos indexados que pueden replicar la evolución de los grandes índices de Bolsa de Estados Unidos, de economías emergentes, de Europa, de deuda corporativa. Luego vamos modificando los pesos. Son fondos que conseguimos con unas comisiones mínimas, de un 0,11% anual de media. Si el cliente es una persona jurídica solemos utilizar fondos cotizados [ETF, por sus siglas en inglés]. Solo para algunas apuestas tácticas muy concretas tomamos posiciones para nuestros clientes en fondos con gestión activa.
R. El cliente conservador que el año pasado perdió un 8%, ¿cuándo recuperará el dinero?
R. Alguien que tuviera una cartera de solo renta fija y la mantenga, probablemente tendrá que esperar aún a mediados de 2024 para volver a los niveles de hace un año. Tendríamos que irnos a un escenario muy optimista para que ocurriera antes.
R. ¿Cuál es la composición media de las carteras de inversión de sus clientes?
R. En nuestras carteras gestionadas el 45% está invertido en renta fija, el 45% en Bolsa y el 10% en activos alternativos. Es una media, claro. Hay clientes con todo en renta variable, y con todo en bonos. En los últimos meses sí que está aumentando el peso de las acciones.
R. ¿A qué atribuyen un arranque de año tan positivo?
R. Al inicio tan suave del invierno, que hace que las reservas de gas estén casi llenas en Europa y a la reapertura de China. Dos sorpresas positivas.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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