Davos vuelve a lo esencial: beneficios y productividad
Junto a temas recurrentes, como el clima o la transición energética, el WEF ha recordado lo básico: para que la economía funcione hay que generar riqueza
Énfasis en los beneficios empresariales y la productividad. ¿Hacía falta que se reunieran en Davos 3.000 líderes mundiales para que, lo obvio, volviera a estar de moda? El World Economic Forum (WEF), reunido en Davos, ha vuelto a destacar lo fundamental: para que la economía funcione, las empresas deben generar riqueza y empleo. ¿Era necesario el Foro de Davos para esto?
En Davos, Satya Nadella, CEO de Microsoft, lo dejó claro: “Debemos ser más productivos”, refiriéndose a su empresa y al sector TIC. Microsoft explicó para qué invertirá 10.000 millones de dólares en inteligencia artificial con OpenAI, ChatGPT, y el porqué de sus 10.000 despidos. “Todos tendremos que hacer más con menos”, repetía. En parecida tesitura se encuentran Amazon, que ha anunciado 18.000 despidos, Alphabet (12.000) y Salesforce, Cisco, Meta, Twitter, Peloton, Netflix, Tesla… El CEO de Salesforce, Marc Benioff, acudió a Davos con los deberes hechos: despide el 10% de la plantilla, 8.000 empleados, provenientes de empresas adquiridas: Mulesoft, Slack y Trudeau. También el despido de su co-CEO, Bret Taylor.
¿Se hunde el sector tecnológico como ocurrió con la burbuja dot.com? No. Stella encapsuló en su frase lo que quieren hacer los CEO de las firmas tecnológicas digitales: ser rentables. Ganar más dinero. Ser más productivos. Si el mensaje de las empresas TIC a sus clientes consiste en conseguir todo lo anterior gracias a las nuevas tecnologías de la digitalización, el sector tecnológico debe aplicarse la medicina primero a sí misma, y dar ejemplo.
¿Dónde recortan empleo las tecnológicas? En los negocios maduros y en los servicios corporativos. Meta es el primer caso. Unos 10.000 empleados menos en la gestión de publicidad de sus redes sociales (Instagram, WhatsApp y Facebook), pero inversión en negocios con futuro, como metaverso y web3. Amazon despide al 1% de su plantilla en EE UU, pero son despidos de las áreas de recursos humanos y finanzas. Andy Jassy, su CEO, y Jeff Bezos, su presidente, entienden que el negocio no se toca: “Se despide de otros departamentos”.
El sector tecnológico no es el único en esto: los bancos estadounidenses han hecho lo mismo este mes de enero: Bank of America, Morgan Stanley, Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Wells Fargo y Citi, esencialmente, han hablado en Davos de rentabilidad, al tiempo que han realizado miles de despidos y dedicado gran porcentaje de los beneficios de 2022 a provisiones “por si vienen mal dadas”, según Jane Fraser, el CEO de City. ¿Están en quiebra los seis bancos que tienen el 56% de los activos financieros de EE UU? No. Ganan mucho dinero, pero sus accionistas quieren más dividendos, dijo Jamie Dimon, CEO de JP Morgan. Al su homólogo de Goldman Sachs, David Salomon, no le escucharon palabras sobre temas tratados por otros y por el mismo, en el pasado, como inclusividad, diversidad, etc. Solomon explicó, al igual que el resto de sus colegas banqueros, que la caída de actividad corporativa en 2022 le lleva a cambiar el foco de la banca de inversión a la de consumo, muy boyante en EE UU. Quien sufre son muchas plataformas cripto, como Coinbase o Genesis, como efecto dominó de la quiebra de FTX.
Evidentemente, se habló en Davos de cambio climático, transición energética, de un mundo fragmentado (¿cuándo no lo ha estado?), de la guerra en Ucrania, del peligro del proteccionismo para la globalización, de inmigración, geopolítica de bloques y tantos temas de la agenda mundial. Pero lo esencial en el ámbito empresarial ha sido la vuelta a los beneficios, ligado, incluso, con todo lo anterior. EE UU ha dicho que la transición energética se hará con red de seguridad y no pasando de las energías fósiles a las verdes y dejando un vacío en el proceso. El enfrentamiento entre China y EE UU (la segunda guerra fría) se suavizaba con un diálogo en Zurich, que está a tres horas de Davos en tren. Liu-He, el vicepremier chino, y Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de EE UU, limaban allí diferencias económicas y comerciales.
A la petición de ayuda militar contra Rusia realizada por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, respondieron Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, EE UU y los aliados con el anuncio del envío de tanques y vehículos militares a Ucrania. La industria armamentística es un negocio y, con guerras, lo es más. Como farmacéuticas y laboratorios, en la actual coyuntura, cuyos máximos representantes hablaron de ganar en rentabilidad mediante el aumento del precio de los medicamentos.
Mientras tanto, el mundo arde. La población se manifestaba en Francia contra el retraso de la edad de jubilación; en EE UU, las enfermeras hacían otro tanto por la falta de personal; en el Reino Unido, los trabajadores del transporte y de la sanidad públicos hacían huelga, todo ello como una realidad-matrix y paralela a la de Davos.
Aunque, quizá, Davos no se haya convertido finalmente en una burbuja ajena a la realidad de los mortales. ¿Por qué hay tanto baile de entradas y salidas de altos directivos en la gran empresa? Vodafone, Disney, Netflix, Adidas, Prada, Twitter, Gap, Home Depot, Reebok, Salesforce, Meta, Peloton, Starbucks… es la historia interminable. Como dijo el CEO de Cellnex Telecom, Tobías Martínez, “se inicia una nueva etapa de crecimiento orgánico, consolidación y maximización del beneficio”.
Jorge Díaz Cardiel es socio director de Advice Strategic Consultants.