Cos advierte a la banca sobre el reparto masivo de dividendos y pide elevar las reservas de capital
El gobernador del supervisor bancario español advierte que las entidades deben mantener una estrategia prudente en sus políticas de provisiones
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido a los bancos que destinen los mayores beneficios que van a obtener en el ejercicio 2022 a aumentar sus reservas de capital. Durante su participación en el Ciclo de Conferencias Enrique Fuentes Quintana, el gobernador ha explicado que el sistema bancario europeo está perfectamente pertrechado para afrontar el entorno de incertidumbre actual, pero advierte que ya se han empezado a percibir las primeras señales deterioro.
“Aunque la rentabilidad del sector bancario ha aumentado en el último año, se observan señales de deterioro de la calidad de los activos, cuya magnitud dependerá de la materialización de los riesgos para el crecimiento económico. En este contexto, se hace necesario que las entidades utilicen el incremento de los beneficios que se están produciendo en el corto plazo para aumentar su capacidad de resistencia”, ha explicado Cos.
Aunque no lo señala de manera explícita, las palabras del gobernador apuntan directamente a los planes de reparto masivo de dividendos por parte de la banca para este año. En los últimos meses, tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) vienen pidiendo prudencia con el uso del capital para, una posición que choca frontalmente con la intención de las entidades de aprovechar las mayores ganancias para recompensar generosamente a sus accionistas.
Los buenos resultados de la banca en lo que va de año han llevado a las entidades a prometer a sus accionistas una lluvia de dinero en 2022, con pay-out que se moverán entre el 40% y el 60%. El sector va camino de lograr las mayores ganancias de los últimos años, está registrando rentabilidades de doble dígito y cuenta con niveles de capital muy por encima de los requisitos regulatorios. Por ello, los bancos consideran que no es necesario ejercer presión sobre las políticas de remuneración.
La postura del Banco de España y del BCE es clara: ser prudente y utilizar esos beneficios para engrosar los fondos destinados a cubrir los impagos que se avecinan ante la crisis de precios y las continuas subidas de tipos de interés. Así se lo han traslado a los bancos en las reuniones que mantienen habitualmente. El BCE considera que algunos bancos mantienen perspectivas demasiado optimistas sobre sus trayectorias de capital y que sus previsiones se basan en escenarios que dibujan un leve deterioro económico basado en las previsiones anteriores. Por tanto, estima que las provisiones actuales podrían no ser suficientes para amortiguar un peor escenario.
“Las entidades deben mantener una estrategia prudente en sus políticas de provisiones y de planificación de capital, y una vigilancia estrecha de la evolución macroeconómica que les permita reaccionar con rapidez si finalmente se materializan los riesgos considerados”, ha expresado Cos.
La banca, por su parte, viene destacando que todavía cuenta con las provisiones milmillonarias dotadas durante la pandemia y que en su mayor parte no ha liberado. Además, aunque se espera que la morosidad repunte a partir de los próximos meses, el sector asegura no haber detectado aún ningún signo de debilidad en las obligaciones de pago de los clientes. Y en cualquier caso, destacan su músculo financiero para absorber ese impacto (los cinco grandes bancos cuentan en conjunto con un fondo de provisiones para insolvencias por 50.000 millones).
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